Debe saber leer y escucharlos así
como a los movimientos campesinos: UNTA
Córdoba, Ver.- La reaparición del EZLN es la primera llamada de atención al Gobierno de Enrique Peña Nieto, para que atienda y resuelva los grandes conflictos agrarios y los rezagos sociales existentes en entidades y alejarse de la tentación de excluirlos por cuestiones político electorales, como ocurrió con Calderón.
Córdoba, Ver.- La reaparición del EZLN es la primera llamada de atención al Gobierno de Enrique Peña Nieto, para que atienda y resuelva los grandes conflictos agrarios y los rezagos sociales existentes en entidades y alejarse de la tentación de excluirlos por cuestiones político electorales, como ocurrió con Calderón.
"De igual forma, debe poner atención a la bomba de tiempo que
representa el "privatizar los ejidos" porque no lo permitiremos.
Incluso, los campesinos están dispuestos a retomar las tierras y emprender, con
sus armas un nuevo reparto agrario, porque cuando no se solucionan sus problemas
al amparo de la ley, los movimientos sociales pueden llegar a la conclusión de
que el si en los marcos de la legalidad los problemas no se atienden, pueden
hacerse por otras vías, como el conflicto.
“Me parece que si el Gobierno sabe leer y sabe escuchar, debería escuchar bien ese mensaje, también el de esta caminata de 900 kilómetros, hecha por gente mal comida, desnutrida, muy humilde, mal calzada y mal vestida, pero con decisión y espíritu inquebrantable de que van caminando por una acción de justicia, de que los problemas agrarios sean resueltos”, aseguró Álvaro López, dirigente nacional de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas.
Al arribar la noche de este jueves a Córdoba, en una caravana con más de 160 integrantes a los cuales se sumarían más de Puebla durante la madrugada, sostuvo que se avecinan tiempos difíciles para el campesinado nacional ante la intención de Felipe Calderón de privatizar los ejidos.
Esto, dijo, empezó con Salinas de Gortari y la perfeccionó Felipe Calderón, seguramente con el consentimiento de Enrique Peña. Quieren privatizar el ejido, bajo el concepto de que sólo así avanzarán estos núcleos productivos, pero eso despoja de sus tierras a los propietarios originales de la nación.
Sostuvo que el Gobierno federal debe estar atento a los movimientos sociales y resolver sus demandas, de lo contrario, le dejarán al campesinado una salida “poco deseable”, por la vía de los hechos y herramientas para mantener o recuperar la tierra o hacer un nuevo reparto agrario aún en el marco de la cancelación de éste, en la nueva Ley Agraria.
“Creo que la aparición del EZLN, el 21 de diciembre, en cinco de los municipios donde están presentes, y el que aparecieran calladamente y así como aparecieron, desaparecieron con un comunicado muy impactante, debe ser escuchado por el Gobierno”, apuntó.
E indicó que el EZLN es ejemplo, en México y el mundo, de cómo un movimiento indígena fue capaz de romper las cadenas que lo ataban a un régimen semifeudal en Chiapas
“Por eso nosotros, el que esta gente humilde, modesta, con la esperanza de un pedazo de tierra, se hayan agrupado, tiene una importancia en los términos de la reivindicación de la tierra para quien la trabaja, en términos de la distribución de la tierra como un acto de justicia para aquellos que en el campo no la tienen y que ven que existen concentraciones de tierra como las hay en el sur sureste”, sostuvo.
Lamentó que en el sexenio pasado, los grupos campesinos fueran excluidos por razones político-electorales.
“Espero que el actual se aleje de esa tentación, sino será un sexenio de una guerra entre el Gobierno actual y nosotros porque no dejaremos dormir, no dejaremos en paz al Gobierno que se oponga a resolver estos asuntos. No puede haber paz sin justicia, no puede haber estabilidad en el país, si tenemos a una parte de mexicanos sin una expectativa. Lo que buscamos es una expectativa a partir de la certeza jurídica en la tenencia de la tierra, en 30 mil hectáreas en disputa a través de 62 juicios”, expresó al tiempo de instalar su campamento en un predio aledaño a una gasolinera, facilitado para que pernoctaran.
“Me parece que si el Gobierno sabe leer y sabe escuchar, debería escuchar bien ese mensaje, también el de esta caminata de 900 kilómetros, hecha por gente mal comida, desnutrida, muy humilde, mal calzada y mal vestida, pero con decisión y espíritu inquebrantable de que van caminando por una acción de justicia, de que los problemas agrarios sean resueltos”, aseguró Álvaro López, dirigente nacional de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas.
Al arribar la noche de este jueves a Córdoba, en una caravana con más de 160 integrantes a los cuales se sumarían más de Puebla durante la madrugada, sostuvo que se avecinan tiempos difíciles para el campesinado nacional ante la intención de Felipe Calderón de privatizar los ejidos.
Esto, dijo, empezó con Salinas de Gortari y la perfeccionó Felipe Calderón, seguramente con el consentimiento de Enrique Peña. Quieren privatizar el ejido, bajo el concepto de que sólo así avanzarán estos núcleos productivos, pero eso despoja de sus tierras a los propietarios originales de la nación.
Sostuvo que el Gobierno federal debe estar atento a los movimientos sociales y resolver sus demandas, de lo contrario, le dejarán al campesinado una salida “poco deseable”, por la vía de los hechos y herramientas para mantener o recuperar la tierra o hacer un nuevo reparto agrario aún en el marco de la cancelación de éste, en la nueva Ley Agraria.
“Creo que la aparición del EZLN, el 21 de diciembre, en cinco de los municipios donde están presentes, y el que aparecieran calladamente y así como aparecieron, desaparecieron con un comunicado muy impactante, debe ser escuchado por el Gobierno”, apuntó.
E indicó que el EZLN es ejemplo, en México y el mundo, de cómo un movimiento indígena fue capaz de romper las cadenas que lo ataban a un régimen semifeudal en Chiapas
“Por eso nosotros, el que esta gente humilde, modesta, con la esperanza de un pedazo de tierra, se hayan agrupado, tiene una importancia en los términos de la reivindicación de la tierra para quien la trabaja, en términos de la distribución de la tierra como un acto de justicia para aquellos que en el campo no la tienen y que ven que existen concentraciones de tierra como las hay en el sur sureste”, sostuvo.
Lamentó que en el sexenio pasado, los grupos campesinos fueran excluidos por razones político-electorales.
“Espero que el actual se aleje de esa tentación, sino será un sexenio de una guerra entre el Gobierno actual y nosotros porque no dejaremos dormir, no dejaremos en paz al Gobierno que se oponga a resolver estos asuntos. No puede haber paz sin justicia, no puede haber estabilidad en el país, si tenemos a una parte de mexicanos sin una expectativa. Lo que buscamos es una expectativa a partir de la certeza jurídica en la tenencia de la tierra, en 30 mil hectáreas en disputa a través de 62 juicios”, expresó al tiempo de instalar su campamento en un predio aledaño a una gasolinera, facilitado para que pernoctaran.