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martes, 10 de diciembre de 2024

Recorre Benito Aguas por última vez su distrito

Zongolica,Ver.- El cuerpo del diputado federal por el distrito 18, Benito Aguas Atlahua, recorre su distrito por última vez, acompañado de un séquito de amigos y familiares que partieron de una funeraria del sur de Córdoba, para ser llevado a la cabecera de Zongolica, antes de ser llevado a su pueblo en la parte alta de las Altas Montañas. Benito Aguas Atlahua fue asesinado este lunes por la noche, cuando se encontraba en casa de su señora madre. Llegando a Coetzala, en los caminos hallaban gente con pancartas exigiendo justicia por el crimen, unos y otros despidiendo con flores al ex alcalde de Zongolica, pasando Atzolapan, donde lanzaron pétalos de bugambilias. En algunos lugares lanzaron cohetes, lo recibieron con música de viento y despojados de sombreros y gorras, de manera respetuosa. El cortejo duraba 5 minutos máximo en casa parada. A los elementos policiacos que resguardan la caravana  algunas personas les reclamaban fuertemente , con frases como "sigan durmiendo bola de..."

Mientras en la cabecera de Zongolica le espera un fuerte contingente para hacerle un homenaje póstumo en el parque Juan Moctezuma.

Posteriormente será llevado a Tepenacaxtla, parte alta de Las Altas Montañas, su lugar de origen y donde será su última morada

https://lanigua.com.mx/recorre-benito-aguas-por-ultima-vez-su-distrito/

domingo, 13 de octubre de 2024

Martes 13 #1313: No se olvida el múltiple crimen de calle 21

Por José de Jesús Algarín Durán - 13 de octubre del 2024 Córdoba, Ver.- El viernes 9 de octubre de 1992 acudí a la comandancia de la Policía Municipal que en ese entonces se encontraba en el palacio municipal. Ahí estaban ubicados tanto el reclusorio como la cárcel preventiva. Flora Luz Durán Moreno había sido agredida esa madrugada por su pareja de nombre Tolentino Rosas Romero, de ocupación taxista. Como en otras tantas ocasiones la había golpeado y amenazado de muerte. Esa noche, totalmente ebrio atacó la casa a pedradas, destruyó cristales y golpeó a Flora Luz. Fue detenido y llevado a los separos policiacos. Subí las escaleras de la lúgubre y apestosa cárcel preventiva. Bajaba la misma, Flora Luz. Había trabajado en el diario para el cual laboré 34 años. “Manito no te metas, ya hablé con él y acordamos que no me volverá a buscar ni a golpear. Ya deja todo así, ya no se meterá conmigo” me recalcó llorando. “Deja que se presenté la denuncia-le dije- volverá a agredirte como otras veces”. Me rogó que dejara las cosas así y la comprendí: tenía la esperanza de que su desquiciado matrimonio no se fuera totalmente por la borda y su pareja entendiera. Decidí no entrometerme de momento. El lunes 12 de octubre de 1992 fui enviado con otros compañeros a unirme al equipo de rescate alpino para ascender al Pico de Orizaba, lugar donde se presumía se había desplomado la avioneta del industrial Rosendo Allende, en ese momento director general de Industrial Patrona. Habíamos subido por La Perla y llegado a la zona conocida como los arenales cuando la frecuencia radial del diario me transmitió un mensaje lacónico: Regresa en seguida. Algo muy grave acaba de pasar a tu familia. Había rentado un caballo para poder ascender al Pico y en el mismo bajé la ladera de la montaña hasta alcanzar el refugio donde habíamos dejado las camionetas. A toda velocidad alcancé la ciudad y llegué al diario, lugar donde me esperaban mis atribulados compañeros. Tolentino Rosas había inundado de gasolina el cuarto donde vivían Flora Luz, Julia y sus hijos y les había prendido fuego. En el lugar fallecieron quemados Julia y el bebé, hijo de Flora y de Tolentino. Acudí a la Cruz Roja y en terapia intensiva estaban Flora Luz, sus hijos y los hijos de Julia. Tenían quemaduras de segundo y tercer grado. Me permitieron hablar con Flora. Trato de decirme en su desesperación varias cosas, pero la piel quemada de sus labios de despegaba al intentar hacerlo y solo alcance a escuchar algo que me estremeció: “Cuida a mis hijos”. El miércoles 14 murió una hija de Julia, al día siguiente otra, luego murió Monserrat la hija de Flor y el sábado, tras una lucha intensa por salvarlos, falleció Flora. Armando su niño, que había permanecido en coma desde el día de los hechos, a los pocos minutos despertó, se incorporó de forma sorprendente y comenzó a llamar a su mamá. Solo volvió a recostarse para expirar. Fueron 5 velorios, 5 sepelios y 7 muertes. El lugar donde ocurrieron los hechos, hasta el día de hoy sigue deshabitado. Nadie más ha vuelto a vivir en ese lugar que tiene características extrañas. Un frondoso árbol ha crecido en el interior de la casa. El atentado ocurrió el martes 13 de 1992. Ocurrió en la calle 21, entre avenidas 11 y 13 de la ciudad de Córdoba. Lo raro es que la vivienda donde vivieron estaba marcada con el número 1313. Días después un taxista se me acercó para confiarme más información sobre el homicida al cual también lo conocía pues eran colegas y del mismo barrio de Las Estaciones. Esa madrugada Tolentino Rosas Romero, ebrio y cegado de ira acudió a la gasolinera de la avenida 11 y calle 21. Llenó una cubeta de 18 litros con gasolina y con una manguera caminó hasta la puerta donde dormía la que fuera su familia. Primero amarró la única puerta y salida con alambres y luego metió la manguera por uno de los orificios de los cristales que él había roto a pedradas el viernes anterior. Succionó la gasolina y dejó que el líquido se esparciera en el piso de la casa. Hecho esto encendió un cerillo y lo tiro adentro. Salió corriendo tras el mortal flamazo. Llegó corriendo a la estación del ferrocarril donde se encontraba un taxista conocido. Le dijo que lo llevara a Peñuela y se subió. El taxista notó que Tolentino olía intensamente a gasolina y de pronto comenzó a reír a grandes carcajadas. Cruzaban la calle conocida como Los Arcos cuando de pronto el homicida le espetó al taxista: “No volverás a verme. Acabo de hacer algo por lo que siempre seré recordado”, y volvió a carcajearse. El taxista presintiendo algo grave le dijo que se bajara que ya no lo llevaría a ningún lado y el sujeto le pidió que lo llevara mejor a Puente de Oro a casa de un compadre. El chofer paró su unidad y lo bajó de inmediato para luego arrancar a toda velocidad. Al enterarse de la tragedia y por medio de los diarios ver la foto de quien había transportado la noche anterior sintió miedo hasta que tomó la decisión de acudir a mí y decirme todo. Ni la Procuraduría General de Justicia ni la Policía Ministerial dieron seguimiento a este caso que prácticamente desapareció a una familia entera. Ha pasado el tiempo. El césped ha crecido sobre las tumbas, sinónimo de la paz del camposanto. En nada se compara al infierno que debe sufrir un corazón perseguido por los fantasmas del atroz y aberrante acto cometido en contra de quienes más dijo amar. https://lanigua.com.mx/martes-13-1313-no-se-olvida-el-multiple-crimen-de-calle-21/

sábado, 13 de julio de 2024

Sospechosa muerte de trailera Guadalupe Bravo levanta sonidos de alarma

La reciente y sospechosa muerte de Guadalupe Bravo Cancino, conocida trailera, ha generado consternación y dudas.

En apariencia y a decir de fuentes extraoficiales, la escena correspondía a un suicidio, pero las circunstancias alrededor de su deceso levantan muchas interrogantes.

Una persona, que prefirió mantener su anonimato, relató su encuentro con Guadalupe hace seis meses en un restaurante de mariscos, después de más de 14 años sin verse.

Durante esa reunión, Guadalupe compartió detalles de su pasado turbulento, incluyendo la encarcelación del padre de uno de sus hijos, un caso en el cual una abogada llevó el proceso para ayudarla a recuperar la custodia de su hijo mayor.

La historia de Guadalupe es trágica. Su exmarido “quien la golpeaba y llegó a matar a uno de sus bebés en el vientre a patadas" se llevó a su hijo mayor cuando este tenía tres años. Durante años, Guadalupe siguió de lejos la vida de su hijo, enviándole ropa y zapatos a través de un tamalero.

La fuente anonima relató que en varias ocasiones el niño fue encontrado golpeado en la calle, pero siempre decía que se había caído de una bicicleta que no poseía. Finalmente, el niño fue puesto a disposición del DIF, donde se descubrió que sufría abuso sexual desde los tres años. Tras una batalla legal, Guadalupe logró la custodia de su hijo en el juzgado de Orizaba, Veracruz.

A pesar de las dificultades, Guadalupe seguía adelante con su vida, criando a otros dos hijos. Sin embargo, durante su último encuentro, la fuente anonima notó cierta inquietud en Guadalupe, quien mencionó una amenaza de su exmarido. Aunque parecía estar bien en ese momento, la fuente no cree que tuviera motivos para quitarse la vida.

Las autoridades deben investigar a fondo las circunstancias de su muerte para esclarecer si realmente fue un suicidio o si hay elementos que indiquen otra causa. La comunidad y quienes conocieron a Guadalupe esperan respuestas y justicia para una mujer que luchó tanto por su vida y la de sus hijos.

Guadalupe es muy conocida en el gremio trailero y muchos de sus compañeros no creen la tesis del suicidio.

https://lanigua.com.mx/sospechosa-muerte-de-trailera-guadalupe-bravo-levanta-sonidos-de-alarma/?feed_id=144688&_unique_id=6692cc649bf96

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