Uriel Flores Aguayo
Cada
fin de año, se quiera o no, es un momento de reflexión, de recuento de lo
vivido; a veces de esos últimos doce meses, otras tantas de un poco mas, hasta
la vida toda. Se cuentan las perdidas, se recuerdan los buenos momentos, surgen
las anécdotas y se hace el balance,
sutil o profundo, depende de cada quien. No sabemos ,no se, que tanto fui útil
a la comunidad, si tuve un buen comportamiento con mi familia y amigos ;trato
de tener claro si aprendí algo nuevo, si soy mejor ciudadano y si aproveche el
tiempo .Es difícil, por inconsciencia o por la complejidad de lo apenas
perceptible ,saber si hacemos daño, pequeño o grande, si vamos por la vida
afectando al prójimo y a los seres queridos, si no sabemos apreciar el valor y
las cualidades de la gente de nuestro entorno; o, al contrario, si hacemos lo
correcto y solo somos dato, recuerdo y noticia gratas. Se fue el año 2012,
tiempo ganado o perdido, o combinado dado que nada es absoluto, casi nada es
para siempre; estos días, eludiendo el
consumismo y el alcoholismo, ganando un breve espacio propio, son una magnifica
oportunidad para renovar propósitos y visualizar la perspectiva de nuestras
vidas; preguntarnos que sigue, reconocer las rutinas y hacer un esfuerzo mas
grande de imaginación. Somos parte de una sociedad, tenemos derechos y
obligaciones, somos libres por si mismos y portamos dignidad y autonomía no
sujeta a ningún tipo de interés ajeno o afanes de manipulación.
Me
interesa pensar y hablar de los diferentes, de lo excepcional es, de los
rebeldes y de los izquierdistas; los reivindico en toda la valía que les da su
idealismo, su rectitud y compromiso social. Lejos de lo material, perdidas
oportunidades familiares y de desarrollo personal, deben saber, lo subrayo, que
son personas singulares, valiosas e imprescindibles; hay de todo, activistas, artistas,
científicos, sindicalistas, maestros, feministas, escritores, ecologistas,
municipalistas y toda una serie de personajes populares sin afán de poder, críticos
y muy generosos.
Pienso en cantantes como Amparo Ochoa y Gabino Palomares,
creativos y de voces esplendidas, que bien pudieron ser comerciales y llenarse
los bolsillos de dinero; pienso en el Ing. Heberto Castillo, inventor y científico,
que pudo ponerse al servicio de las transnacionales pero no lo hizo, no optando
por una carrera de dinero; pienso en Arnoldo Martínez Verdugo y en Valentín
Campa ,impulsores de partidos políticos con afanes libertadores, que hubiera
sido de ellos si eligen el camino de la grilla, de la política tradicional y el
poder. Así como ellos, otros muchos hicieron los que le marco su conciencia, escogieron
un camino diferente, de lucha, de esfuerzo y sacrificio. Eran tiempos más auténticos
en todos los sentidos, con mayor enfoque ideológico; ahí esta su biografía como
ejemplo, como muestra de que la historia se construyo con ellos: aquí, en
Veracruz, también podríamos mencionar varios ejemplos. Yo creo que nada fue en
vano, no hay porque arrepentirse, fueron libres, son un buen ejemplo para la
comunidad y sus hijos, los que deben estar orgullosos de sus padres. Tal vez el
costo pagado por un ideal fue elevado, ante un régimen autoritario y un entorno
de simulación, pero haberlo hecho los coloca en un sitio especial, importante; cumplieron
con su deber, fueron y son imprescindibles.
Si el éxito se mide por dinero o poder estamos
hablando de seres menores, comunes e intrascendentes; no creo que eso se deba
presumir, no es ejemplo de nada, aun en una sociedad pragmática no han podido, los
alienadores, cooptar todo y a todos, cuando parece que lo están logrando, la
historia y cultura se encarga de pararlos. Somos una sociedad sencilla, que no
se retrata en la " caja idiota" ni en la demagogia política, que
conserva muchas cualidades y buenas tradiciones, que las valora y renueva; al
menos en Veracruz, estado, y en Xalapa, la
vida sigue siendo sencilla y grata, a veces mas o menos descompuesta por la sistemática
labor corruptora y clientelar de los distintos niveles de Gobierno. La vida
sigue, viene otro año, otro tiempo, otros retos, otras oportunidades; depende
de nosotros, de cada quien, vivirla bien, en el sentido de la salud y la
felicidad que da hacer las cosas correctas, servir sentirse bien. No es
necesario, aunque existe en grandes cantidades, el arrepentimiento, ese camino
esta mal pavimentado, es mejor prevenir, aportar un granito de arena a las
buenas causas propias y colectivas. La vida, la nuestra, es lucha; logar metas
es producto del esfuerzo en el estudio y el trabajo, lo cual implica
disciplina. Todo en la vida tiene consecuencias, lo sabemos, no se puede ir por
ahí haciendo y deshaciendo y creer que no va a pasar nada. En la política
electoral y partidista estamos ante un escenario precario e involutivo, siendo
vital enriquecerlo, para que sea útil y ayude en una ruta de libertad y
progreso. Solo con democracia, que escasea en la capital jarocha, seremos una
comunidad sana y con un buen presente.
Recadito:
un fraterno abrazo a mis lectores, estoy muy honrado con su distinción.
Xalapa,
Ver; a 27 de Diciembre del 2012.