China impuso controles
más estrictos al uso de internet en un intento por restringir aún más la
presencia de microblogs en la red, que se han convertido en un medio de
expresión muy popular en el país.
Las nuevas medidas, que evidencia la posición de la nueva cúpula de líderes
del país que considera a Internet como una amenaza, exigen que los usuarios se
registren con sus nombres propios e identifiquen plenamente ante los
proveedores de Internet.
Estas compañías estarán obligadas a detener inmediatamente la transmisión de
cualquier información que se considere ilegal. También tendrán que guardar los
registros y reportar violaciones a las autoridades.
Los blogueros chinos han logrado exponer una serie de escándalos de
corrupción que involucran a funcionarios del gobierno en los últimos años, a
pesar de la rigurosa censura que existe en el país.