Alejandro Aguilar García.
Director del Observatorio Laboral de las Altas Montañas.
La literatura empresarial dicta que una
empresa es en realidad un cúmulo de
contratos, esto para efectos de reducción de costos y el aumento de la
plusvalía, es por ello que para conseguir mayores beneficios suelen orientarse
actualmente en la contratación de
procesos que resultaba mejor llevarlos a cabo dentro de la organización.
Si en un momento los dispositivos de control
sobre la clase trabajadora se basaban en la expropiación de los saberes y
habilidades para el control gerencial y como secuencia la descualificación del
trabajo -esto una extensión de la división técnica del trabajo- que se figuró
en el modelo taylorista dónde Braverman hace una aportación extensiva sobre
esto, ahora el despotismo del capital con sus dispositivos de control se basa
en que la polivalencia, la deslaborización, deslocalización productiva, y en
mecanismos dónde el trabajador está mucho más vinculado a las necesidades del
desarrollo cal capital y del carácter mas social de la producción que en la
forma actual también se presenta como un una interdependencia empresarial
ligada a la necesidad del capital monopolio.
Esto último se verifica en cómo se asume esta
interdependencia empresarial, que es en una cadena vertical de servicios en el que el sector
de salud se puede describir como la secuencia de productores que convierten
insumos en servicios para un mercado, esta forma como se organizan los
prestadores son para responder a las exigencias de la reproducción del capital.
En el eslabón de producción de servicios de salud se conduce a una división de
funciones del cual atraviesa por la desvalorización de la fuerza de trabajo.
Por ejemplo, en la propuesta de Funsalud A.C. se plantea la
separación plena de las funciones del Sistema Nacional de Salud (SNS) para
garantizar la atención de las necesidades de salud de toda la población y así
fomentar la especialización de las instituciones de salud y determinar con
claridad las responsabilidades de cada uno de ellos.
Lo que veremos con la privatización del sector
salud de manera mas definida es un proceso de integración vertical en la salud
que permitirán a las empresas prestadoras de dichos servicios, laboratorios y
aseguradoras tener cierto control de gestión, ya que las empresas ganan por el número de derechohabientes a quien se les presta la atención y pierden
cuando estos se enferman, por ende, ponen en una situación de aceptar o no al
usuario. La posición que logren las empresas privadas en la universalización de
la salud también se reflejará en la búsqueda de la utilidad a costa del
derechohabiente. Pero a su vez, más allá de anunciar lo que se ha manejado como
el intento de una privatización de la salud lo que señalamos es un una
integración vertical promovida por el mismo estado mexicano en la lógica de
estimular la competitividad/acumulación de capitales de dicho sector que
produciría mayores problemas que una simple entrega de la salud a particulares,
algo más, esta integración supone la extensión de la flexibilización laboral,
la precarización y deslaborización a los mismos trabajadores del sector salud
por el mismo efecto la universalización que unifica a todos en una misma
entidad.
Productividad y deslaborización: Grupo Por un
País Mejor.
La expansión de las cadenas farmacéuticas ha
representado una amenaza a las boticas locales y pequeñas farmacias
tradicionales. Las farmacias del popular “Doctor Simi” por lo menos pretende
mantener un ritmo de apertura de 200 farmacias por año, con lo que respecta al
estado de Veracruz el número de farmacias de esta empresa se eleva a 299.
Las farmacias cuentan con una red empresarial
bien distribuida, más de cuatro mil sucursales,
un 55% siendo franquicias, los restantes de propiedad directa de Víctor
González, la empresa tiene registrados 5 390 trabajadores de planta y 2 300
eventuales. Una de las estrategias que ha realizado para tener alta
rentabilidad es la de integrar varias
fases o procesos tanto hacia atrás, como es la misma maquila de medicamentos,
como hacia adelante en la distribución de medicamentos como el servicio final
en las consultas a bajo costo. La cadena de producción en salud "empieza
con los insumos, los medicamentos, los materiales médico-quirúrgicos y la mano
de obra con el fin de maximizar los
resultados financieros y mejorar el desempeño general del negocio.
La configuración del modelo de negocios del
Grupo Por un País Mejor se divide en tres partes, la producción de
medicamentos (Laboratorios Best), la comercialización (Farmacias
Similares), y el servicio de atención médica (Fundación Best). Este modelo de negocio Por Un País Mejor
logra integrar los distintos procesos de producción, el de producción de
medicamentos, distribución y de atención de salud que ha servido en gran medida
a elevar la plusvalía de la empresa. Sin embargo, la producción de
medicamentos, los servicios de farmacias y de los consultas médicas implican
para cada sección un proceso de trabajo y condiciones laborales aparentemente
distintas.
Así, en los laboratorios Best, la forma de pago
es semanal, en promedio el salario que reciben los trabajadores es de 688.00 pesos semanales, en tanto que
los empleados de fabricación tienen un salario semanal promedio de 865.00
pesos. Los ingresos complementarios son las compensaciones salariales mensuales
que son en torno a la productividad, siendo un factor importante de
flexibilización laboral en el salario. La productividad ligada al salario es un
mecanismo de explotación y control, la
flexibilización en la producción agudiza la alienación entre el trabajador y el
producto de su trabajo.
En las Farmacias Similares el trabajo es
demandado por el ritmo de las ventas y alcanzar objetivos para ciertas
compensaciones salariales. Su contratación es temporal, no cuentan con representación sindical alguna, se da el
clásico mecanismo empresarial de por medio en la que el trabajador firme su
renuncia en blanco al ser contratado.
En cuanto al servicio de atención y consultas
médicas, la Fundación Best, razón social con la se subcontrata a
médicos, existe una relación jurídica que se establece bajo contrato de
comodato, en el cual los médicos usan el
consultorio de la fundación para dar el servicio, y se vuelve el candado para
impedir cualquier acción legal en contra de la empresa.
Médicos, sin prestaciones laborales.
En el documento “Estudio sobre la práctica de la
atención médica en consultorios médicos adyacentes a farmacias privadas” donde se hace un muestreo a 24
médicos sobre sus condiciones laborales en la Ciudad de México, dónde algunos médicos en la muestra reportaron tener
una especialidad y la mitad mencionó
haberse certificado en algún momento, resulta relevante el alto grado de rotación de personal dónde
dos tercios de la muestra de médicos reportó tener menos de un año. En las
expectativas de los médicos están en ingresar a una residencia médica o
trabajar en instituciones públicas de salud, la mayoría sólo están de manera temporal
en espera en espera de otra oportunidad laboral o académica y de renunciar lo
más pronto posible.
En este informe se recoge el testimonio de
algunos médicos con respecto a la contratación:
“Es
verbal, en mi caso fue verbal, pero casi siempre es escrito y obviamente en
donde se te dice que no tienes ningún tipo de prestación”
“No, de
hecho no estoy contratada, uno va y da el servicio si lo llaman, yo no tengo
ningún salario, no tengo regalías, no tengo nada, nada más me llevo lo de mi
consulta...” [1]
Existen una serie de variantes en la situación
laboral de los médicos, pero el común denominador es la flexibilización laboral
y deslaborización para obtener mayor ganancia la farmacia. Así por ejemplo, en
Genéricos Intercambiables y Farmacias independientes la mayoría de médicos sólo
tienen como ingreso un salario mensual sin ningún tipo de bonificación, algunos
otros con ausencia de salario base y contrato laboral dónde su salario depende
de las consultas y procedimientos realizados en el día.
Estudio sobre la
práctica de la atención médica en consultorios médicos. P. 38.
El más
cercano competidor de Farmacias Similares es la empresa de Javier González
Torres dueño de “Farmacias del Ahorro”, que es hermano
de Jorge González Torres, fundador del
Partido Verde Ecologista de México y papá de Jorge
Emilio González Martínez fundador del Partido Verde Ecologista
de México, no cambian mucho las cosas. Con mil 300 sucursales en 27 estados, en
Veracruz la cadena tiene presencia en 17 municipios, los médicos que laboran
ahí tampoco no reciben bonificaciones e incentivos relacionados con la
prescripción de medicamentos así como una ausencia en prestaciones laborales.
El motivo de su permanencia de estos médicos en
estas empresas es lógico que al igual este informe lo menciona, el obtener un
ingreso mínimo, y claro para todas estas empresas el médico es el único
personal que labora en el consultorio con lo mínimo en utensilios para trabajar
no existiendo apoyo como enfermera o secretaria.
Más allá de la privatización, la integración
vertical.
Las instituciones integradas a la
universalización del sector salud podrán contener los costos, es decir,
realizando procedimientos mínimos utilizando insumos de menor costo se podría
ver en una mayor deficiencia en la atención médica, pero sobre todo, situación
que ya se pretende en las instituciones publicas de salud, la eliminación del
profesionalismo del médico, enfermera y todo trabajador de esta rama en interés
de esta red pública/privada de servicios de salud. La integración vertical que
en la reforma de salud se traduce como la universalización de la salud implica
una relación combinada entre diversas empresas, perdiendo así el carácter
publico de la salud, ya que el diseño de “salud universal” en el marco del
capitalismo es la separación de aseguramiento y prestación. La universalización
de la salud no obedece a requerimientos técnicos, como abastecer medicamentos y
dar una mejor atención, sino a generar
mayor ganancia para pagar los servicios, en tanto el seguro reúne los recursos
de los afiliados.
Siendo esta integración una forma de acumulación
de capital pone en riesgo no sólo el derecho a la salud de todo mexicano, sino
además, atraviesa por todos los derechos y conquistas laborales por el gremio
médico y de enfermeras. La universalización de la salud contiene toda la lógica
de acumulación de capital, la apertura a este sector a diversos capitales en
sus formas de empresas aseguradoras, laboratorios y atención especializada para
la debida competencia impone la necesidad de abaratar y reducir costos bajo la
bandera de la competencia y que en su paso desvaloriza la fuerza de trabajo. La
competencia es una condición de centralización del capital, y la base del
capital es la disociación entre capital y trabajo, es decir, basada en la
explotación de unos por otros, es pues una lucha de clases.
La solución del el embate del capital ante las
grandes masas populares dónde se verá afectado el derecho a la salud, y de
igual manera, el derecho al trabajo digno, no se resuelve dentro del mismo marco
del sistema capitalista, la solución la actual destrucción de relaciones de
producción. Lejos estamos de aquellos sistemas socialistas dónde se
garantizaba, y se sigue haciendo por lo menos en Cuba, de un verdadero derecho
universal a la salud, que sin excepción se presta atención médica calificada y
de manera gratuita, pero además, el derecho al trabajo dónde planteamos los
comunistas no sólo esto, sino también el derecho a la dirección de la
producción, de las empresas, instituciones y organizaciones, es decir, el
control obrero y proletario.
Fuentes:
[1] Estudio sobre la práctica de la atención médica
en consultorios médicos adyacentes a farmacias
privadas. Noviembre de 2014. Fundación Mexicana para la Salud, A.C.
Estrategias de relaciones laborales de las
grandes corporaciones. 2014. Centro de Análisis del Trabajo, A.C. Organización
Internacional del Trabajo.