El
coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, consideró que actualmente hay
cargas impositivas desiguales y un mal manejo de las finanzas en algunos
estados y municipios.
Israel Navarro
Ciudad de México • El coordinador del PRD en la Cámara de
Diputados, Silvano Aureoles, señaló que el gobierno federal está obligado a
presentar el próximo año una reforma hacendaria integral que permita una sana
recaudación, eliminar los regímenes especiales y obtener recursos para el país
de otros rubros y no sólo de la renta petrolera; además rechazó que su bancada
no permitirá el IVA en alimentos y medicinas, ya que esto “sería el tiro de
gracia para miles de mexicanos que se encuentran en pobreza”.
Reunido ante empresarios del estado de Tabasco, señaló que es urgente que el
gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, convoque a industriales,
comerciantes, profesionistas, pequeños y medianos empresarios, productores
rurales y todos aquellos involucrados en el desarrollo económico del país para
enriquecer una propuesta de reforma hacendaria de hondo calado que le sirva al
país.
Consideró que actualmente hay cargas impositivas desiguales y un mal manejo
de las finanzas en algunos estados y municipios, sin embargo, consideró que
este fenómeno se debe en gran medida por la falta de reglas claras en la
materia, lo cual significa un reto importante para el gobierno federal
erradicar esta problemática.
En este sentido, consideró que esta reforma hacendaria debe ir acompañada de
una amplia revisión a la Ley de Coordinación Fiscal, que permita una
distribución justa de recursos a municipios, quienes en su mayoría se
encuentran en severa crisis.
Criticó que aún existe un esquema de reparto injusto, “que sigue
concentrando los recursos a nivel federal, en menor medida otorga una parte a
los estados, pero prácticamente no distribuye nada a los municipios”, dijo.
Principalmente los municipios del país han sido castigados severamente, lo
que merma el desempeño de su labor y hace imposible garantizar los servicios
básicos a la población, refirió el líder del PRD en la Cámara de Diputados.
De visita por el estado de Tabasco, donde acompañará a Arturo Núñez Jiménez
a su toma de protesta como gobernador constitucional, Silvano Aureoles dijo que
es necesario que el gobierno federal proponga medidas para aumentar la
recaudación de manera significativa a través de una reforma que revise el
régimen de privilegios y disminuya la elusión y evasión fiscal.
Aureoles resaltó que México carece de una justicia distributiva, en donde
paguen más quienes más ganan, y que estos recursos que se recaudan vayan
directamente a gastos necesarios.
El diputado Silvano Aureoles resaltó la necesidad de que el gobierno federal
deje de depender excesivamente de los derechos de hidrocarburos y sobrecarga
fiscal a PEMEX, “en los últimos años se le ha tratado a esta paraestatal como
la caja chica del gobierno y eso ya no puede seguir ocurriendo”, dijo.
En este sentido, Aureoles Conejo adelantó su rechazo a cualquier intento de
privatizar esta empresa pública bajo el argumento de una modernización. “En el
PRD nos opondremos firmemente a que esto suceda”, insistió.
Asimismo, señaló que su bancada tampoco permitirá el IVA en alimentos y
medicinas, ya que esto “sería el tiro de gracia para miles de mexicanos que se
encuentran en pobreza”.
El diputado federal del PRD intercambió puntos de vista con los empresarios
en torno a cómo mejorar el ejercicio del gasto en el país. En este sentido, se
pronunció porque esos recursos se destinen principalmente a ampliar la
cobertura de la educación superior, salud, proyectos de infraestructura en los
estados, apoyo a los pequeños y medianos empresarios, y a la inversión en
Ciencia y Tecnología.
El legislador michoacano consideró que también el gobierno federal debe emplear
nuevos métodos de transparencia, fiscalización y rendición de cuentas.
Dijo que actualmente se gasta mal y no hay una sanción, sin embargo, los que
siempre salen afectados son los ciudadanos, quienes tienen que sufrir las
consecuencias del derroche y la mala administración de los recursos por parte
de sus gobernantes.