El
presidente de EU critica la oposición de los conservadores a que los ricos
paguen más impuestos
EFE
WASHINGTON,
30 de diciembre.- El presidente
estadounidense, Barack Obama, afirmó este domingo que la intransigencia de
los republicanos provocó la crisis del "precipicio fiscal",
corriendo el riesgo de ofender a sus oponentes en plenas negociaciones
para evitar la puesta en marcha del plan de brutal austeridad que amenaza
al país.
En una entrevista durante el programa 'Meet the
Press' de la cadena NBC, Obama dijo que ha sido "muy difícil"
para los republicanos aceptar que los "impuestos para los
estadunidenses más ricos deberían aumentar un poco como parte de un paquete
global de reducción del déficit".
"(Los republicanos) dicen que su prioridad más grande es asegurar que
respondemos al déficit con seriedad, pero se comportan de tal manera que su
única prioridad es asegurar que se protejan los recortes tributarios para los
estadunidenses más ricos", se quejó Obama.
"Pareciera que ése es su único y predominante tema", agregó el
mandatario, que acudió al programa para mantener la presión sobre el Congreso
para que se extiendan los recortes impositivos para el 98 % de los
estadunidenses.
La mayoría de los expertos ha advertido que el temido "abismo
fiscal", esa combinación de una subida de impuestos y masivos recortes al
gasto público que entrará en vigor el martes próximo si no hay acuerdo, podría
sumir al país en una nueva recesión en 2013.
Los principales líderes demócratas y republicanos del Senado mantienen
reuniones a puerta cerrada desde ayer, con el objetivo de lograr un pacto
fiscal que evite al menos la subida de impuestos.
Sin embargo, Obama dejó entrever su
frustración ante la falta de avances en las negociaciones en el Capitolio.
"Estaba moderadamente optimista ayer, pero no vemos aún un acuerdo.
Ahora el Congreso afronta presiones para producir (un pacto)", manifestó Obama, cuya entrevista fue grabada el sábado
en la Casa Blanca.
El mandatario nuevamente reiteró la idea de suprimir algunos de los recortes
al gasto público que entrarían en vigor de forma automática a partir del
próximo 1 de enero -incluyendo gastos de defensa- si los republicanos aceptan
subir los impuestos para los más ricos.
Según Obama, si, en aras de reducir
el déficit, los ricos pagaran "un poquito más" de impuestos,
"eso sería suficiente para impedir... los recortes al gasto, y eso tendría
un mejor resultado para nuestra economía a largo plazo".
Si el Congreso no logra un acuerdo fiscal este fin de semana, Obama ha instruido al líder de la mayoría
demócrata del Senado, Harry Reid, a que someta a votación una iniciativa
demócrata que mantenga los recortes impositivos para la clase media.
Parte del problema es que, ante fisuras ideológicas, los demócratas y
republicanos no se ponen de acuerdo sobre el tope de ingresos que se
beneficiarían de los recortes de impuestos, que fueron instituidos en 2001 y
2003 durante la presidencia de George W. Bush.
Durante la pasada campaña presidencial, Obama
insistió en que los recortes de impuestos se apliquen solo para quienes ganan
hasta 250 mil dólares pero, en la entrevista con NBC, no precisó si aceptaría
un techo mayor.
Los republicanos prefieren que los recortes de impuestos se mantengan
también para los más ricos. La semana pasada, de hecho, el presidente de la
Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, no logró los votos
necesarios para una medida que elevaría los impuestos para quienes ganan más de
un millón de dólares anuales.
En todo caso, ante el vaivén de propuestas, Obama
instó al Congreso a que acepte la propuesta que surja del Senado si no se logra
un acuerdo más amplio.
"Si a los republicanos no les gusta, pueden votar en contra. Pero creo
que hay un amplio apoyo para asegurar que no se perjudique a las familias de
clase media", observó.
El mandatario rechazó las críticas de que su partido no está dispuesto a
negociar un acuerdo con la oposición.
"Mi argumento es que se mantengan los recortes tributarios para el 98 %
de los estadunidenses, y no creo que haya persona que considere eso una agenda
izquierdista", subrayó.
Obama calificó de "justas"
las propuestas que ha ofrecido la Casa Blanca, si bien reconoció que algunos
líderes de su partido se oponen a hacer ajustes o reformas en los programas de
beneficencia social, como el Seguro Social, y recortes en otras áreas del
presupuesto federal.
"Las ofertas que he hecho han sido tan justas que muchos demócratas se
enojan conmigo", dijo.
Obama se quejó además de que la
"disfunción en Washington" está impidiendo avances en las
negociaciones del pacto fiscal, y reiteró su advertencia de que eso podría
afectar a los mercados financieros.