Alrededor
de 520 militares murieron o quedaron en condición de “inutilidad” desde que se
ordenó su salida de los cuarteles en el 2006 para realizar actividades de
combate directo al narcotráfico y al crimen organizado. El 2012 fue el año más
cruento para los elementos castrenses, ya que se presentó el mayor número de
bajas desde que el expresidente Felipe Calderón les diera tareas de combate a
la inseguridad.
De
acuerdo con el libro blanco de la Secretaría de la Defensa Nacional, al inicio
del gobierno del expresidente Felipe Calderón, en el 2006, apenas se
registraron seis casos, cuatro fallecimientos y dos que “adquirieron una
inutilidad en primera categoría en actos del servicio considerados de alto
riesgo”.
Un
año después, la cifra se incrementó considerablemente, ya que la Secretaría de
la Defensa Nacional tuvo que realizar pagos de indemnización o apoyos
económicos a 75 familiares de militares que perdieron la vida o quedaron
incapacitados.
Para
el 2008, se reportaron nueve casos de elementos que sufrieron alguna
discapacidad y 58 fallecieron. En total, fueron 67 bajas en ese año.
En el 2009, la primera mitad del sexenio anterior, se reportaron cuatro casos de militares en calidad de “inutilidad” y 72 fallecidos en su acción de las armas.
En el 2009, la primera mitad del sexenio anterior, se reportaron cuatro casos de militares en calidad de “inutilidad” y 72 fallecidos en su acción de las armas.
Un
año después, se registraron en total 88 casos; 83 muertos y cinco quedaron en
condición de “inutilidad” o primera categoría. En el 2011, se reportaron 83
casos, 57 fallecimientos y 26 de la primera categoría.
Finalmente,
del 1 de enero al 30 de noviembre del 2012, la Sedena concedió 125 beneficios
económicos, a través del Fideicomiso de apoyo a deudos de militares fallecidos
o a militares que hayan adquirido una inutilidad en primera categoría en actos
del servicio considerados de alto riesgo”; que sumados a los 395 ya otorgados
del 2006 al 2011 dan un total de 520 beneficios.
No
obstante, el fallecimiento de militares en acción de las armas no mermó el
ánimo de ingreso de jóvenes al Ejército, pues el 2012 también fue el año que
más solicitudes recibió la Secretaría de la Defensa Militar para ingresar a sus
planteles educativos militares, pues 87,918 jóvenes presentaron solicitud,
aunque sólo 1,440 fueron aceptados.