México se coloca como uno de los favoritos en América Latina, por encima de
Brasil y Argentina, ante el entusiasmo generado por la
posible aprobación de reformas estructurales durante el nuevo
gobierno, consideró HSBC.
En su estudio "Tres amigos en el camino: México, Brasil y
Argentina", refiere que el primero es el más querido; sobre el segundo hay
preocupaciones sobre su Producto Interno Bruto (PIB)
y la intervención gubernamental, y en el tercero hay incertidumbre sobre su
deuda.
Refiere que México es el mercado más
gustado, toda vez que hay
mucho entusiasmo sobre las reformas, a pesar de las dudas sobre el tiempo y
la magnitud.
En tanto que los inversionistas tienen sospechas sobre un rebote de
crecimiento económico en Brasil y están descontentos con la intervención
gubernamental; además de que existen muchas dudas sobre la capacidad de
Argentina de evitar entrar en un default técnico.
En el documento se comenta que en el caso de México la situación actual que
refleja debe ser vista con una óptica conservadora, ya que aún
no está clara la magnitud y oportunidad con la que se presentarán algunas de
las iniciativas sobre las reformas estructurales.
Sin embargo, subraya, se tiene una perspectiva muy positiva sobre la
aprobación de una reforma fiscal favorable en México, que permita al país
implementar las dos promesas más importantes que hizo el presidente Enrique
Peña Nieto durante su toma de posesión: la introducción de un servicio
universal de salud y Seguridad Social y más recursos para que Pemex invierta y
se modernice.
Lo más probable, agrega, es que los recursos para cumplir con estas dos
promesas provengan de ajustes al Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre
artículos que al día de hoy se benefician con la tasa cero, la creación de
impuestos al consumo en los estados y la eliminación de subsidios.
Destaca que estos cambios pueden traducirse en una mayor inflación,
especialmente en alimentos -que tienen un gran peso en el Índice Nacional de
Precios al Consumidor (INPC)- y que estarán entre los artículos directamente
afectados.
En cuanto a Brasil, comenta que se espera un crecimiento de la economía de
3.0% para 2013, desde el 1.1% pronosticado por HSBC para el cierre de 2012,
gracias a un mayor consumo y a la recuperación de la inversión, aunque limitado
por el alto grado de incertidumbre relacionado con la renovada intervención del
gobierno a nivel micro.
La inflación debe verse controlada a un nivel de 5.5%, lo que parece un
nivel cómodo para el banco central brasileño, añade.
Respecto a Argentina, el análisis señala que se ve una leve recuperación en
su actividad, con un crecimiento del PIB de 2.5% en 2013, aunque amordazado por
la estrategia de represión financiera del gobierno.
Sin embargo, advierte, esta recuperación enfrenta dos riesgos: un default
técnico y una aceleración en la inflación.