¿A ALGUIEN LE INTERESA LA EDUCACIÓN?
Uriel Flores Aguayo
Por inercia política y juegos de poder
está a punto de que suframos como mexicanos un retroceso en la Educación que,
por leve o cosmético que sea, será un paso atrás en los tramos recorridos y ganados
en sentido positivo. La consigna es fácil y suena más fácil todavía, el grito
original es contra la "reforma educativa", sin decir claramente a qué
se refieren y qué harían en su lugar; por la coyuntura y el resultado electoral
reciente se volvió políticamente correcto manifestarse en contra. Es curioso
ver cómo voces minoritarias, caso Veracruz, suman con facilidad a los grupos
sindicales de corte tradicional. Son tiempos malos para la Educación en México.
La pregunta obvia y razonable que debe formularse en estos momentos tiene que saber
a quién le interesa la Educación.
Doy por hecho que la Educación le
interesa al profesorado que trabaja en las aulas, que su prioridad y compromiso
es el desarrollo y destino de sus estudiantes; no dudo que la Educación de sus
hijos e hijas les interesa sobremanera, pero también les preocupa, a las madres
y padres de familia; hay más sectores, como las autoridades educativas,
organismos de la sociedad civil, pocos grupos sindicales y algunos medios de
comunicación que ponen en el centro de sus inquietudes a la Educación. De los
demás se puede esperar omisión o interés particular. Se nota en los pasos
recientes que se están dando para abordar los temas educativos. Los diputados
federales aprueban un punto de acuerdo que exhorta a las autoridades correspondientes
a suspender las evaluaciones. Tal postura es bastante frágil e irregular pero
eleva a prioridad ese tema en el contexto de la transición hacia el nuevo
Gobierno. Es llamativo como los diputados-cuota de los grupos sindicales más atrasados se erigen en la
cabeza del despliegue antireforma y suman a un variado sector de opositores
genéricos que tienen sus agendas particulares; digamos que la reforma es para
la mayoría de ellos un simple pretexto en la línea de ganar espacios de
decisión.
Si nos interesa la Educación, debemos
apoyar procesos cualitativos, fomentar la actualización docente, garantizar
presupuestos suficientes, integrar a la sociedad toda y asumir que somos parte
de un mundo donde se apuesta al mérito y se compite. La Educación es una
palanca para el ascenso social, mejora al individuo y da las fortalezas
suficientes para que seamos una sociedad humana en el sentido amplio de la
palabra. El centro de la Educación son o deben ser los estudiantes, en torno a
su formación y desarrollo deben girar los demás actores del proceso educativo y
la aplicación de los recursos materiales y económicos. Todo es necesario e
importante pero condicionado a las fortalezas del estudiantado.
El edificio escolar cuenta mucho, sobre
todo si se quiere limpio y amplio; los docentes son fundamentales, sobre todo
bien preparados; los planes y programas son básicos, actualizados más; los
libros de texto, gratuitos o no, son una herramienta de trabajo de primer
orden; todo suma en la ruta de la Educación pero tienen un papel relativo ante
la absoluta centralidad de la niñez y juventud estudiosas. Aquí hay respuestas
a la pregunta inicial. Descubrimos a quiénes les interesa la Educación, por
encima de sectarismo y privilegios particulares o grupales. La Educación debe
verse como el centro de la sociedad, a las aulas como centro de la enseñanza y
al estudiantado como el centro de todo; es la razón de ser de la política
educativa, la atención de las áreas correspondientes.
En ese sentido el debate, con o sin
Foros, con o sin puntos de acuerdo legislativo, debe ser de altura, mirar al
mundo y encarar nuestros retos como un país cargado de rezagos y urgido de una
Educación de calidad.
Recadito: es asombroso el atraso e
irracionalidad de algunos grupos que hacen de sus oposiciones a los cambios
educativos una bandera política y partidista.
ufa.1959@gmail.com
noticias de veracruz la nigua