Los reta y amenaza
con matarlos
Tezonapa, Ver.-
Mientras las autoridades de Veracruz intensificaron diligencias para
identificar a los sicarios que el viernes ejecutaron a balazos a Alejandro
Fernández Tapia (a) “El Tapia”, presunto integrante de un grupo fuera de la
ley, sus similares de Oaxaca, reportaron desde ese día, los pseudónimos de los
presuntos asesinos y el sitio hacia donde escaparon sin problemas.
Una mujer que el día
y hora del crimen iba con “El Tapia” reconoció directamente a los sicarios
contra quienes lanzó consignas y según pobladores, dijo, que estaban
identificados y morirían.
Allegados a las
diligencias reportaron que los sujetos, eran conocidos de “El Tapia” incluso
uno de ellos cuentan con orden de aprehensión por homicidio, del otro se cuenta
con su apodo, pero “no ha estado detenido en otras fechas. Nos reportaron como
le dicen, pero eso es todo”, indicaron
informadores.
La fiscalía del fuero
común comenzó a entrevistar a testigos y personas que de una u otra forma
conocían a lo que se dedicaba “El Tapia”. “Nadie quiere hablar, todos callan,
tienen temor a que algo les pase”.
“El Tapia, es
considerado por las autoridades oaxaqueñas como presunto integrante del crimen
organizado, contaba con un rosario delictivo, y era pieza clave en el
organigrama de un grupo fuera de la ley y encargado del cobro de piso,
extorsión, secuestro y ejecuciones.
Era originario de San
Agustín El Palmar, y radicado en Cosolapa, Oaxaca, donde participó en un
sinnúmero de actos delictivos, e incluso la semana pasada lesionó a golpes a
uno de sus conocidos con quien discutió por un supuesto botín delictivo.
El Tapia era señalado
en el asesinato del reportero de la Ke Buena de Tierra Blanca, Armando Saldaña
Morales, muerto en mayo pasado y su cuerpo abandonado en territorio cosolapeño.
Los investigadores
confirmaron que existía, “una investigación en su contra, pero no tenía orden
de aprehensión”, sin embargo ayer se conocía que si existía orden de detención
junto con otro, integrante del crimen organizado que desde el año pasado se ha
apoderado de la región con una ola delictiva.