CLAROSCUROS
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Habla Julio: un
sobreviviente que paga con encierro por 21 crímenes de los que alega inocencia
José Luis Ortega/Miguel Hernández
Fotos: Fidel Arévalo Chapuz
Coatzacoalcos, Veracruz, 31 de agosto
del2015:
La última vez que Julio vio la luz del
día en plena libertad era la primavera de 1986, contaba con 20 años de edad,
acababa de enterrar a un hermano, cuidaba vacas y vivía junto a una mujer
que era su esposa.
Hoy, en agosto del 2015 y con medio
siglo de edad, es un preso que ha cumplido 29 años clamando inocencia, se
dedica a la talabartería y es padre de dos adultos a quienes ha visto crecer
desde las áreas de múltiples cárceles mexicanas.
Sánchez Taboada y Pineda Valdez:
apellidos unidos por la tragedia
Rodolfo Sánchez Taboada fue un militar
nacido en Puebla que ostenta en su currículum la participación en la emboscada
que dio muerte a Emilio Zapata, el caudillo del Sur, el 10 de abril de 1919 en
la hacienda de Chinameca, Morelos.
Fue dirigente nacional del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), gobernador en el territorio de Baja
California Norte y Secretario de Marina con los Presidentes Miguel Alemán
Valdés y Adolfo Ruiz Cortines, respectivamente.
En el sur de Veracruz -concretamente en
el municipio de Hidalgotitlán- una colonia agrícola creada en el contexto de la
repartición agraria posterior a la Revolución Mexicana, fue bautizada con su
nombre y se le conoce popularmente como “Sánchez Taboada”.
A ese lugar, enclavado en la región
selvática del Valle del Uxpanapa –antaño repartida entre los municipios de
Hidalgotitlán, Jesús Carranza, Las Choapas y Minatitlán, pero convertido en
municipio libre desde el gobierno estatal de Patricio Chirinos Calero- arribó en
los años 60s una familia de campesinos guerrerenses a los que el gobierno les
asignó tierras para trabajarlas con la única condición de tirar la selva y
dedicarse a la agricultura y la ganadería.
Julio Pineda Valdez había nacido en
Acapulco y muy pequeño se convirtió en veracruzano.
La colonia “Sánchez Taboada”, aislada de
la civilización, a casi un día de camino –en lancha- de Minatitlán, recibió a
se convirtió en el sitio donde concluyó la niñez de julio, abrazó su
adolescencia y apenas concluida la primaria lo convirtió en hombre de trabajo.
No hubo para más, rememora desde el
penal Duport Ostión de Coatzacoalcos, donde es entrevistado por Notisur; su
padre le dijo que ya no podía mandarlo a una escuela secundaria lejana del
nuevo terruño.
Sólo le quedó cultivar maíz, frijol,
calabaza, tomate y cuidar el escaso ganado de la familia campesina y ganadera
abocada a la autoconsumo…y casarse siendo un chamaco.
Así de simple era su vida, así de
sencilla, así de feliz porque era un hombre libre hasta que la muerte le jugó
una mala pasada…
La matanza de los federales
A fines de octubre de 1985 la
Procuraduría General la República envió a un grupo de agentes judiciales a
detener a narcotraficantes que –se sabía- operaban la siembra y el trasiego de
drogas desde el Valle del Uxpanapa.
En esa zona históricamente se ha
sembrado marihuana pero la PGR se movilizaba por un tema de mayor
trascendencia: el tráfico de cocaína que desde Sudamérica era trasladada al
mercado de Estados Unidos con escala en México.
Aislado por la vía terrestre el Uxpanapa
contaba con el transporte aéreo para quienes lo pudieran pagar.
Las pistas de este transporte destinado
al uso de vecinos pudientes, era aprovechado por el narcotráfico.
Tema aparte, historia contada desde
muchos ángulos e inconclusa, la del 2 de noviembre de 1985 en Sánchez Taboada
es una matanza histórica: en primer lugar por la cantidad de policías federales
asesinados por el crimen organizado: 21; en segundo lugar por las consecuencias
que estos hechos desataron hasta los días que corren.
Se sabe, por ejemplo, que los policías
emboscados fueron auxiliaron en su incursión al Uxpanapa por policías
municipales de Acayucan, conocedores del territorio y quienes dejaron solos a
los federales antes de la matanza.
Dichos policías sobrevivientes han
vivido en libertad desde entonces; nadie los acusó de nada; asimismo, aún
persiste la hipótesis de que el asesinato del periodista de Coatzacoalcos,
Javier Juárez Vázquez, habría estado vinculado a la misma historia que condujo a
la muerte de los 21 agentes de la PGR…otro tema aparte
Julio Pineda Valdez: el olvido como
refugio; la libertad como esperanza para vivir
A Julio Pineda Valdez se le acusa de homicidio calificado por su
presunta participación en la matanza de 21 judiciales federales.
También se le denunció y juzgó por portación de arma de fuego y
delitos contra la salud en su modalidad de tráfico de drogas.
La matanza de Sánchez Taboada ocurrió el 2 de noviembre de 1985.
A Julio, empero, lo detuvieron en marzo de 1986 y un juez lo
sentenció a 38 años de prisión.
En su contra rige la causa penal 115/1985 en el Juzgado Décimo
de Distrito Judicial con sede en Coatzacoalcos.
Habla Julio:
Me detuvieron en marzo de 1986, cuatro meses de que se cometió
la matanza en el -poblado Sánchez Taboada.
¿Tenías novia cuando te detuvieron?
Si pero ella a raíz de que me detuvieron se alejó de mí;
posteriormente me hice de otra mujer; con ella tuvimos dos hijos uno de
25 y el otro entre los 19 años, ellos viven en la ciudad de
Minatitlán ya han terminado la preparatoria y aquí en prisión
trabajo para apoyarlos económicamente.
Reacio a recordar detalles de lo ocurrido aquella jornada
sangrienta en “Sánchez Taboada”, Pineda Valdez se concentra en un tema: el
proceso para su liberación. En 1986, asegura, regía una ley que condenaba a 30
años delitos como los que se le imputan:
“Después de que fui detenido, a
los dos años entró otra nueva ley; es decir a mí me sentenció el juez hasta los
5 años, para ponerme más años de lo normal. Ahora me devolvieron el proceso y
se están llevando a cabo las diligencias, precisamente desde el 19 de agosto de
este 2015 se está revisando mi caso. Las personas que me acusaron vinieron a
decir que a mí no me conocen; que a ellos los hicieron firmar bajo presión.
¿Quiénes te acusaron?
“Las personas que me acusan, dicen que por homicidio; yo lo que
le puedo decir, que de eso no le puedo dar datos porque yo no participé. Lo que
sí es verdad, que en esa trifulca murieron mi hermano Jorge Pineda y mi primo
José Arreola.”
¿Ellos qué papel desempeñaba y por qué murieron?
La voz se le quiebra; los ojos se humedecen. Habla con
dificultad tras mencionar al hermano cuyo cuerpo fue a recoger tras la jornada
violenta ocurrida en su pueblo.
Pues la verdad desconozco, sí... y luego pues yo fui detenido
porque supuestamente yo… antes la ley no hacía investigaciones. Entonces yo ahí
le pido al juez que vea bien mi asunto como esté y todas mis declaraciones...
están como es, yo no tuve nada que ver en la matanza. No entiendo porque me
sentenciaron por tantos años, no tuve los careos con las personas que
supuestamente me acusaron.
¿Quién te defiende?
“Pues la verdad, yo carezco de recursos económicos; y es el
defensor de oficio el que lleva mi caso, de aquí del juzgado Décimo de
Coatzacoalcos.”
¿Los casi 30 años los has pasado en los penales de esta
localidad o te han cambiado?
“Si he estado en otros penales como de rutina, no es por mal
comportamiento.”
¿A qué penales te han trasladado?
“Comencé en penal de Palma Sola (Coatzacoalcos) donde estuve 5
años, pero por sobrepoblación me trasladaron al de la Fortaleza en San Carlos;
ahí quedé 13 años recluido. Actualmente me encuentro en el Cereso Duport Ostión
aquí voy a cumplir 6 años; me acaban de traer de Oaxaca.”
¿Cuánto tiempo estuvo en el penal de Oaxaca?
“Un año 10 meses.”
¿A las islas María no te llevaron?
“Me llevaron al penal de Villa Aldama y de ahí a Sinaloa; en
Sinaloa estuve 2 años, prácticamente he recorrido la República".
En esta vida de casi 30 años en los penales ¿cómo has logrado
sobrevivir?
“Pues, yo la verdad le doy gracias a
Dios, he vivido podría decir que bien, porque mi familia nunca me ha
dejado… y si te hablo de mi familia es para que me ponga a llorar de sentimiento
de los que ellos también están sufriendo, porque no estoy con ellos. Lo que más
siento, es que se haya muerto mi padre, mi abuelo…. Fueron grandes personas y
ahora que salga no los volveré haber ya… Todo porque estuve aquí, es lo que más
me duele.”
¿Tu madre vive?
“Si mi madre vive, y mis hermanos, y hermanas me visitan, mis
tíos tías”
¿Cuántos hermanos tienes?
“No pues, tengo como cinco hermanas y tres hermanos.”
Es una familia que ha sufrido mucho, porque asesinaron a uno de
tus hermanos…
“Sí, a mi mamá esa muerte de mi hermano le cayó muy pesada; ella
estaba llena de vida y ahora está acabada mucho…… por lo mismo yo
acá estoy también. Ellos saben que no soy ningún delincuente, por eso nunca me
dejan.”
¿Aquí en el penal trabajas haciendo cinturones?
“Si, en la talabartería.”
¿Ya eras talabartero antes de ingresar al penal o se volvió
talabartero aquí adentro?
“Pues, si adentro; afuera trabajaba en las labores del campo.”
¿Qué es lo que sembraban?
“Pues tomate, la milpa, frijol arroz mi papá nos enseñó a
trabajar; en el tiempo en que estaba chavo; ahora por lo que sé ya no se
siembra porque las tierras ahora se dedican más a la ganadería.”
¿Qué grado de estudio tienes?
“Pues únicamente la primaria, ya la había terminado cuando me
detuvieron tenía como 14 años, de ahí ya no seguí estudiando porque no contaba
con recursos económicos, mi papá me dijo que le hacía falta para ayudarlo.”
¿Eres hombre de fe?
Si yo creo en dios, soy católico. Yo les agradezco que me hayan
entrevistado, sé que con eso no me van a dar mi libertad, pero si les digo a
las autoridades que vean mi asunto como es, me considero inocente hasta la
fecha.
¿Que nos puede contar de que en el poblado Sánchez
Taboada habían pistas de aterrizaje?
Ante la pregunta Julio Pineda Valdez ríe por única ocasión
durante el encuentro:
“Si existió, pero nosotros nos veníamos en la canoa, era lo más
barato para llegar a Minatitlán; en las avionetas sólo se transportaban gente
que tenía recursos y en 10 minutos estaban en Mina o en otros municipios.”
¿Cuantos cobraban los de las avionetas?
“No, no recuerdo muy bien, pero si era algo carito en ese
entonces.”
¿Eran normal que llegaran las avionetas?
“Si, pues ellos yo creo que tenían permisos para aterrizar
porque casi a diario lo hacían, ahora es diferente ya hay carreteras. A mí me
tocó la época en la que estábamos aislados.”
Esos policías federales a los que mataron no andaban buscando a
gente como tú, un campesino, sino a delincuentes…
“De eso que dice usted, pues la verdad yo lo desconozco puesto
que cada ranchero tiene su -propiedad privada-.
Hay más detenidos por aquel caso de Sánchez Taboada ¿Conocías
algunas de las personas que detuvo la policía junto contigo?
“Si pues muchos éramos casi vecinos y así como ellos
me detuvieron.”
¿Qué le dirías a tu esposa por medio de esta entrevista?
Que la amo junto con mis hijos; estoy enamorado de mi esposa y a
mi madre también le digo que la quiero mucho, a toda mi familia…
Julio Pineda Valdez es uno de más de
1700 presos en la cárcel estatal de Duport Ostion, cuya capacidad ronda las 2
mil plazas. En torno al caso de “Sánchez Taboada” es el único reo en, en este
momento, en Coatzacoalcos.
Su defensor de oficio ha tramitado un
amparo para obtener su libertad antes de que se cumplan los 38 años a que fue
condenado.
Consultados al respecto, funcionarios
opinan que casi es un hecho su salida.
Un juez federal, empero, tiene la última
palabra.
FOTO: Julio Pineda Valdez