Por: Laura Cordero
México, 23 ene (EFE).- La
liberación de la francesa Florence Cassez, decidida hoy por la Suprema Corte
mexicana, abrió hoy una profunda reflexión entre académicos de este país que confían
en que las irregularidades que condujeron a su liberación, por su gravedad,
motiven una regeneración del sistema nacional de justicia en México.
“Creo que nos tendríamos que dedicar a pensar cómo reconstruimos una
institución que está colapsada, que ya no nos sirve, que solamente comete
abusos, que no le sirve ni al acusado, ni a las víctimas, ni a nadie”, dijo a
la cadena Televisa la constitucionalista Ana Laura Magaloni.
La jurista del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE)
explicó que el caso Cassez, cuya libertad ordenó hoy la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) sin valorar de fondo su culpabilidad o inocencia,
pero sí la corrupción del proceso en su contra, debe abrir un camino en México
para que la justicia cambie.
Magaloni cree que el epílogo del caso contra la francesa debe llevar a
pensar cómo se pueden generar “unas procuradurías capaces de investigar y de
imputar y de acusar, y respetuosas del debido proceso, y reescribiendo ya de
una vez por todas la arbitrariedad y la intimidación como método de
investigación criminal”.
La letrada reconoció que en México hoy “es muy común inducir testimonios
desde la procuración de justicia” y con ellos llevar a la cárcel a inocentes.
A pregunta sobre si se debe tratar de llevar ante la justicia a los
responsables de las irregularidades que se produjeron en el caso contra Cassez,
entre quienes podría estar el exministro de Seguridad Pública Genaro García
Luna, dijo que prefería buscar “la reingeniería” del sistema de justicia “más que
la venganza” y “la imputación”.
“Ese sistema funciona así, no solamente con el caso Cassez, yo me dedico
a esto: funciona así en forma sistémica.
Entonces empecemos a resolver ese problema más que pensar en venganzas o
castigos en concreto”, añadió. En el mismo sentido crítico se pronunció el
titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis
González Plascencia.
En declaraciones a Milenio TV señaló que lo necesario ahora es que “como
sociedad” esta se pronuncie “de manera muy severa contra estas actividades que
hace la policía, que hace el Ministerio Público (agentes de la fiscalía) y que
ponen en entredicho a la justicia”. Cassez fue detenida el 8 de diciembre de
2005 en la carretera México-Cuernavaca y su detención recreada para cadenas de
televisión mexicanas un día más tarde.
El montaje televiso orquestado desde la Agencia Federal de Investigación
(AFI) mexicana, entonces dirigida por Genaro García Luna, quien sería meses más
tarde nombrado ministro por el presidente Felipe Calderón, resultó hoy clave
para que el caso Cassez se considerara “contaminado”, su presunción de
inocencia vulnerada, y que finalmente se ordenara su liberación.
Sobre este asunto de la manipulación mediática, Marisela Portillo,
profesora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana
(UIA), dijo a Efe que esta fue clave en el desenlace del caso.
“El tema de haber viciado de origen todas las pruebas, y que ha viciado
de origen la investigación, nos deja a todos con esta gran interrogante, más
allá de si es culpable o inocente, de cómo devela a este sistema de justicia
que tenemos en México”, apuntó. Por ello pidió “una revisión seria” del papel
que jugaron los medios de comunicación en el caso, en particular de Televisa,
que esta semana se disculpó por lo ocurrido en 2005.