La
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante su participación en la Asamblea
General de la ONU en Nueva York, el pasado 28 de septiembre. Foto Reuters
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Por Dpa / La Jornada
Brasilia. La presidenta de Brasil, Dilma
Rousseff, anunció hoy una nueva reforma de su gabinete en la que redujo de 39 a
31 el número de ministerios, y en la que destaca la salida del principal
ministro, el jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Aloizio Mercadante.
En el
marco de la reforma, con la que la presidenta busca reducir el gasto público y
recuperar apoyo en el Congreso, el Partido del Movimiento Democrático
Brasileño, su principal aliado, aumentará de seis a siete las carteras bajo su
control.
El
gobernante Partido de los Trabajadores (PT), en tanto, perdió la titularidad de
tres ministerios, que fueron fusionados con otras carteras.
La
mandataria recortó un total de diez carteras, como había prometido en
septiembre cuando presentó una serie de recortes de gastos estatales. No
obstante, fueron creados otros dos ministerios, que resultan de la fusión de
carteras extinguidas.
La
reforma contempla también la eliminación de 30 secretarías y tres mil cargos de
confianza -los que otorgan los titulares o directores de organismos públicos
sin mediar concurso-, la reducción del 10 por ciento de los salarios de los
ministros y límites de gastos en los ministerios.
El ahorro
calculado por el gobierno a partir de la reforma es de 200 millones de reales
(unos 50 millones de dólares) al año.
La salida
de Mercadante, el asesor de mayor confianza de la mandataria, y su sustitución
por el actual titular de Defensa, Jaques Wagner, un aliado del ex presidente
Luiz Inacio Lula da Silva, responden a presiones realizadas por el propio Lula,
el PT y el PMDB, cuyos representantes en el Congreso no tenían buena relación
con el brazo derecho de Rousseff.
Mercadante
volverá a dirigir el ministerio de Educación, que ya comandó entre 2012 y 2014.
Quien ocupaba esa cartera era el catedrático Renato Janine, quien fue
destituido el miércoles.
En tanto,
en el lugar de Wagner al frente de Defensa quedará el ex diputado Aldo Rebelo,
del Partido Comunista do Brasil (PCdoB). Rebelo dirigía hasta ahora el
ministerio de Ciencia y Tecnología, que ahora pasa a manos del PMDB con el ex
diputado Celso Pancera a la cabeza.
El PMDB
-del que forman parte el vicepresidente de la República, Michel Temer, y los
presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado Nacional, Eduardo Cunha y Renan
Calheiros, respectivamente- también obtuvo el ministerio de Salud, que es el
que posee el mayor presupuesto ministerial y será dirigido por el médico
psiquiatra Marcelo Castro.
André
Figueiredo, del Partido Democrático Laborista (PDT, por sus siglas en
portugués) asumirá el ministerio de las Comunicaciones, que estaba en manos de
Ricardo Berzoini, del PT.
Berzoini,
ex presidente del PT y aliado de Lula, asumirá la nueva Secretaría de Gobierno,
que surge de la fusión de la Secretaría General y la de Relaciones
Institucionales.
El PMDB
controlará además los siguientes ministerios: Puertos, en la figura de Hélder
Barbalho; Aviación Civil, que ya está en manos de Eliseu Padilha; Agricultura,
que continúa bajo el mando de Kátia Abreu; Turismo, en el que sigue Henrique
Alves; y Minas y Energía, en el que permanece Eduardo Braga.
El
respaldo del PMDB es vital para Rousseff en el Congreso para que avancen las
medidas de ajuste fiscal y para frenar un eventual pedido de apertura de juicio
político en su contra que pueda derivar en su destitución.
El PT, a
su vez, perdió tres carteras, una vez que la flamante cartera de Ciudadanía,
que estará a cargo de Nilma Gómes, surge de la fusión de las secretarías, con
estatus de ministerio, de Igualdad Racial, Derechos Humanos y Políticas para
las Mujeres.
Miguel
Rossetto, también vinculado al ex presidente Lula, dejará la Secretaría General
de la Presidencia y dirigirá un ministerio que surge de la fusión de los de
Previsión Social y Trabajo.