EN CÓRDOBA, ARQUITECTOS DAN VISIÓN Y PERSONALIDAD A LA CIUDAD.

Realiza Colegio exposición de obras de la XIII Bienal de Arquitectura Mexicana, por Día del Arquitecto.

Córdoba, Ver.- Porque la arquitectura no sólo es darle forma al concreto, los cordobeses reconocen a esta profesión por transformar los espacios públicos y embellecerlos, generando lugares agradables para la convivencia ciudadana, además, de inyectarle a las ciudades orden, planeación, visión e identidad.

“Reconocemos la labor de cada uno de los arquitectos porque son ellos quienes lejos de construir una obra, embellecen el espacio y dan felicidad a la gente, eso es lo que hace valioso la profesión; son ustedes quienes dan personalidad a una ciudad como Córdoba, con sus ideas y visión”, dijo el presidente Tomás Ríos Bernal durante la exposición de la XIII Bienal de Arquitectura Mexicana en el Centro Cultural Córdoba.

El presidente Ríos Bernal felicitó al gremio de los arquitectos, ya que hoy en día en lo que respecta a Córdoba, no sólo construyen aulas y caminos, sino están creando felicidad en los hogares, en las comunidades y contribuyen en lograr una mayor participación entre los vecinos.

Como parte de los festejos que el Colegio de Arquitectos Córdoba – Orizaba,  realizó en el marco de la celebración del Día del Arquitecto, el Centro Cultural de Córdoba fue la sede de la exposición de obras de la XIII Bienal de Arquitectura Mexicana, donde se presentaron proyectos que se adjudicaron la Medalla de Plata, Mención Honorífica y la máxima presea la Medalla de Oro.

Entre algunos de los trabajos exhibidos, destacan con la Medalla de Oro,  “La Planta  de Tlajomulco”, de Jalisco; con Mención Honorífica la “Casa Xafix”, de Aguascalientes; “Jardín de niños Terranova”, de San Luis Potosí; “Sala de conciertos de la Universidad Veracruzana”, de  Xalapa, Veracruz; “Campus Landsteiner”, de  Toluca,  Estado de México, y con Medalla de plata, “Casa Narigua de Santa Catarina”, de Nuevo León; “Colegio San José”, de Hermosillo, Sonora; “Hípico del Bosque”, de Cuernavaca, Morelos; “Biblioteca para débiles visuales”, de la Ciudad de México, y  “Loft 8”, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.