CLAROSCUROS
Para
Aurelio Contreras, en solidaridad…
José Luis
Ortega Vidal
César
Vallejo, un poeta ineludible de origen peruano y nacionalidad mundial por el
peso histórico de su lenguaje, escribió “Los Heraldos Negros”, poema
fundamental en la vida de cualquiera, sinónimo de Todos… Ahí, la primera
cuarteta expone:
Hay
golpes en la vida, tan fuerte… ¡Yo no sé!
Golpes
como del odio de Dios; como si ante ellos,
La resaca
de todo lo sufrido
Se
empozara en el alma… ¡Yo no sé!
Cuando me
entero que el notable periodista veracruzano que es Aurelio Contreras –autor de
la columna Rúbrica- sufrió un robo en su casa, me vienen a la mente César
Vallejo y sus heraldos negros.
¿Por qué
la asociación?
Quizá
porque no creo que se haya tratado de un simple robo y recuerdo de inmediato
que Aurelio es uno de los periodistas más críticos del gobierno de Javier
Duarte de Ochoa, quien se refirió a este hecho como un ataque “a unos de
nosotros” pero No, Aurelio no pertenece al bando del gobernador veracruzano…
En
sentido estricto Javier Duarte habita en un universo al otro extremo de donde
vive el periodista agredido –uno más-…
Aurelio
es un periodista vecino de la poesía, simplemente por la continuidad de su discurso
crítico, lo que le da legitimidad, al margen de que el lector esté o no de
acuerdo con sus puntos de vista.
Quizá
–vuelvo al recuerdo de los heraldos negros de Vallejo- porque vinculo el
discurso de Contreras con la actitud y el lenguaje periodístico de Rubén
Espinosa…
Quizá
porque me queda claro que mi amado Veracruz ya no es el mismo en el que nací y
he vivido siempre… Animo Aurelio: no estás solo…
Entre
otras características, la personalidad de Alberto Silva Ramos responde al
perfil del hombre vanidoso.
Meses
atrás, cuando estaba a cargo de la Coordinación de Comunicación Social del
gobierno estatal, Silva subió a las redes sociales una selfie de su propio
cuerpo semidesnudo. La imagen mostraba un perfil del rostro del político
tuxpeño y una parte más amplia de su pecho: Narciso prisionero en el
autorretrato del cisne.
El
anuncio del actual diputado federal veracruzano en el sentido de que el domingo
venidero -18 de octubre- tomará protesta como dirigente estatal del PRI lo
retrata una vez más como el muchacho entrón, peleonero, ambicioso, codicioso,
dispuesto a todo, inclusive a la abyección, que es…además de vanidoso y lejano,
muy lejano de un perfil estrictamente político; mucho menos político de altura.
De no
llegar a la dirigencia del PRI Silva habrá hecho el ridículo; de llegar será el
mayor factor de confrontación del priismo veracruzano que se haya vivido
durante la última época.
Frente al
auto destape de Silva Ramos la respuesta de Héctor y Pepe Yunes –dos priístas
clave en el proceso de sucesión estatal ya en curso, aunque oficialmente se
abrirá entre diciembre del 2015 y enero/febrero del 2016- sólo fortalece la
imagen que del priismo veracruzano emana en los días que corren: un partido
dividido, confrontado internamente, presa de grupos de poder desesperados y
nerviosos –caso Silva- y/o molestos, desconfiados, confrontados abiertamente
con rivales que se han convertido en enemigos durmiendo en casa –caso de los
Senadores- para desembocar la historia y sus protagonistas en una cruda
realidad: el PRI camina directo a la derrota electoral del 2016 y no ante los
partidos de enfrente sino ante sí mismo.
El PRI en
Veracruz luce como un paciente atropellado por un pesado auto que dice PRI y
que ha llegado a urgencias donde se requiere de un médico del Distrito Federal
para salvarle la vida.
Más aún:
aun cuando llegase el médico chilango y atendiera al paciente que presenta
heridas graves y sin precedentes históricos, nada garantiza que salvará su
vida…
Un
ingeniero agrónomo de nombre Francisco Pérez Romero se mantuvo en “huelga de
hambre” durante cinco días frente al palacio municipal de Acayucan.
El
domingo, pasado, al cumplir su quinta jornada, el hombre que reclamaba el pago
de 350 mil pesos de parte del alcalde Marcos Martínez Amador -por la supuesta
realización de pozos profundos a fin de buscar suministros de agua comunales-
fue llevado de urgencia a un hospital debido a que su estado de salud entró en
crisis.
El lunes
12 de octubre, seguidores del llamado “señor de los pozos” anunciaron que Pérez
Romero retomaría la protesta frente al palacio acayuqueño.
No
ocurrió así. Ayer, martes 13 de octubre, el ingeniero tampoco llegó a
protestar.
El
reportero recibió dos datos de fuentes confiables:
a) El
verdadero responsable de los pozos en cuestión se llama Tomás Salgado Delgado y
no ha dado la cara o no impulsa o comparte la protesta de Francisco Pérez
Romero que sería empleado suyo.
b) Se
habría dado un diálogo entre autoridades del Ayuntamiento de Acayucan y el
ingeniero agrónomo que mantuvo una “huelga de hambre” de 9 de la mañana a 10 de
la noche porque cumplido ese horario levantaba sus cosas y se marchaba a dormir
en casa y –quizá- a cenar y desayunar antes de volver a “protestar” al día
siguiente. Durante el diálogo Francisco Pérez Romero habría expresado tener un
hijo enfermo y ser esa la causa que le llevó a la búsqueda de dinero…
¿Lo
pidió? ¿Se lo dieron?
No hay
datos comprobados al respecto.
Pérez
Romero tampoco mostró documento alguno que avalara un contrato o la recepción y
autorización de una factura para reclamar los 350 mil pesos que arguyó como
argumento para su presunta protesta.
Lo único
concreto, específico, comprobado hasta hoy, es que ni lunes ni martes volvió a
aparecer el huelguista frente al palacio de la llamada llave del sureste.
Se
detuvo, asimismo, el escándalo mediático desatado por un tema que presenta un
irremediable tufo a interés político y preelectoral…por lo menos.
Muy
semejante, por cierto, a la repentina aparición de la Fundación Theurel en
Coatzacoalcos, a efectos de fumigar colonias populares donde hay presencia del
mosco transmisor del dengue y la chikungunya.
Resulta
claro que además de la crisis padecida por los partidos políticos en Veracruz,
nuestra realidad social en aras del poder también presenta síntomas severos de
mediocridad…