Se trata del
Edificio de las Columnas, en la ciudad antigua del dios del Trueno
Xalapa, Ver., 16
de enero de 2013.- Recientes excavaciones
arqueológicas realizadas por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) en el conjunto arquitectónico del Edificio de las Columnas, en
la ciudad antigua de El Tajín, deja al descubierto elementos que indican que
bajo su piso quedaron enterrados cientos de fragmentos de antiguos murales, los
cuales fueron arrancados de las paredes y usados en el pasado como escombro.
De acuerdo con una artículo publicado en el número 119 de la revista
bimestral Arqueología Mexicana, del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el antropólogo Arturo
Pascual Soto, investigador titular del Instituto de Investigaciones Estéticas
de la UNAM, el estatus cultural del Periodo Epiclásico en Mesoamérica se
caracterizó por la transformación de las instituciones políticas del Estado,
cuyos modelos de gobierno realzaban la figura del gobernante como el centro
indiscutible de las relaciones sociales de la época.
El experto aseguró que, desde épocas antiguas, en el culto al soberano
se expresaba el carácter sagrado que se le confería y el extraordinario poder
que en él se concentraba. En este periodo se advierte su evolución hacia formas
de autoridad que, a partir de ahora, no sólo se apoyarán en una nueva
ideología, sino que habrán de ir promoviendo el rápido ascenso de una suerte de
aristocracia guerrera.
Esta clase estaba indiscutiblemente vinculada con una tradición cultural
que se extendería por buena parte de Mesoamérica, siempre ligada a las playas
de arena negra del Golfo de México.
El Edificio de las
Columnas
Pascual Soto, egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia
(ENAH, 1986) y maestro en Arqueología Clásica por la Università per Stranieri
di Perugia y la Università degli Studi di Roma, detalló que a estos nuevos
grupos políticos de El Tajín se debe atribuir la edificación –en el punto más
alto de la antigua ciudad– del Edificio de las Columnas y de su conjunto
arquitectónico.
En este edificio, único en la región, sobresale un patio central que,
luego de varias reformas de construcción, terminó por adquirir, en el siglo X
d. C., el aspecto que actualmente le conocemos, esto es, el de un patio hundido
delimitado por varios grupos de aposentos.
Con base en las investigaciones del experto, quien durante los últimos
años ha sido responsable de los proyectos arqueológicos Morgadal Grande: la
cultura de El Tajín en vísperas del Clásico Tardío, una de sus escaleras
arranca en la plaza de Tajín Chico, salvando la pendiente del terreno, hasta
llegar a la imponente fachada oriente. La escalinata conducía a un pórtico
formado por grandes columnas de piedra esculpidas con escenas históricas.
En cuanto a las columnas de 13 Conejo, formadas por varios sillares
sobrepuestos, éstas muestran escenas con varios personajes, dispuestas en
registros horizontales y separadas por complicados arreglos de bandas
entrelazadas.
Integrante del Sistema Nacional de Investigadores, Pascual Soto reportó
que una de estas columnas, la misma que hace años llamó la atención de don
Alfonso Caso y en la que identificó la representación de un gobernante de
nombre 13 Conejo, muestra al soberano sentado en un banco, con la cabeza sin
vida de uno de los prisioneros entre las piernas, mientras que otros
dignatarios caminan a su encuentro conduciendo a los cautivos hasta el lugar
mismo de su ejecución ritual.