El
sistema de seguridad social costará 3.3% y fortalecer a Pemex otro 3%, dice
estudio de HSBC; para financiarlas debe bajar el subsidio a gasolinas y hacer
más eficiente al IVA, detalla el banco.
CIUDAD DE MÉXICO
(CNNExpansión) — Reformar el sistema de
seguridad social y modernizar a Petróleos Mexicanos (Pemex) tendría un costo
aproximado de 6.3% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, de acuerdo con
estimaciones del área de Estudios Económicos de HSBC México.
En el desglose, considera que el sistema de seguridad social universal
tendrá un costo aproximado de 3.3% del PIB, mientras que el fortalecimiento de
la petrolera sería de 3% del PIB, arroja el análisis 'Desafíos externos vs
oportunidades internas en 2013'.
El estudio del área encabezada por el economista en jefe de HSBC México,
Sergio Martín, precisa que para la propuesta de Pemex y la modernización del
sistema de seguridad social, las deudas relacionadas podrían alcanzar entre 10%
y 15% del PIB, en el caso de pensiones, y la deuda del sector público podría
aumentar entre 45% y -50%.
Esto pudiera tomarse como un punto negativo para considerar una mejora
en la calificación crediticia del país, dice HSBC, además de que considera que
esta perspectiva es muy estricta.
El financiamiento de ese 6.3% del PIB se compone de cuatro elementos:
ingresos estatales más altos, de 1.2% del PIB; menos excepciones de IVA, de
1.2% del PIB; eliminación del subsidio de gasolina, de 1.9% del PIB; y ninguna
inversión en la compañía petrolera, 2.0% del PIB, ya que Pemex administraría sus
propios recursos, que provendrían de una reforma fiscal.
El 10 de diciembre pasado, el presidente de México, Enrique Peña
Nieto, dijo que espera que el Congreso apruebe en 2013 las esperadas
reformas fiscal y energética, claves para apuntalar a la segunda mayor economía
de América Latina.
"Yo advierto (...) el año entrante como el horizonte para que todo
ello tenga lugar desde el inicio, la presentación de la iniciativa, los
consensos necesarios para darle respaldo y lograr que prosperen, y tengan en su
momento la aprobación debida", declaró el mandatario.
Reformas impactan inflación
HSBC estima que el proceso de ajuste fiscal sería difícil de realizar y
es probable que se desarrolle paulatinamente, tal vez en uno o dos años,
dependiendo del tema en cuestión. En dicho periodo, el déficit fiscal podría
alcanzar hasta 2% del PIB.
"Las reformas tendrían un impacto en la inflación, que dependerá de
la velocidad de los cambios", destaca el banco.
De acuerdo con el
escenario de HSBC, el aumento en los precios de la gasolina y el impacto en el
IVA podrían presentarse a principios del segundo semestre de 2013.
El análisis también asume que los estados podrán cobrar un impuesto
sobre las ventas a partir de enero de 2014, pero no antes. Por lo tanto,
calcula una inflación de 6.2% a finales de 2013 y de 5.5% a finales de 2014; no
obstante, la inflación podría alcanzar niveles de 9% cuando todos los elementos
entren en vigor.
"Dichos niveles de inflación, en un contexto de crecimiento
económico por arriba del potencial, podrían facilitar el contagio y aumentar la
probabilidad de un alza en la tasa de interés para bajar las expectativas
inflacionarias y contener las negociaciones salariales", detalla.
Plazo de las reformas
La materialización de las reformas no puede tener un impacto inmediato,
ya que toma tiempo implementarlas y evaluar resultados. En particular, HSBC
observa que en el caso del Sistema de Seguridad Social Universal tomará cuando
menos dos años implementar esta iniciativa en su totalidad.
Es una reforma total al sistema de seguridad social, y aunque una parte
se efectúa en otras instituciones, "requiere de ajustes jurídicos e
institucionales", detalla.
El proceso de fortalecimiento a Pemex también llevará tiempo,
probablemente de dos a tres años, o más si algunos aspectos de la reforma
implican cambios constitucionales.
Los requerimientos para elevar los ingresos de los estados tomarían al
menos un año. Tan solo los cambios jurídicos en las legislaciones estatales y
la burocracia fiscal pueden tomar uno a dos años para completarse.
El aumento en el precio de la gasolina con el fin de igualar los precios
nacionales e internacionales pudiera implementarse casi de inmediato, pero
representaría un fuerte golpe a la inflación.
Los ajustes en el IVA pudieran tener una ejecución más sencilla a corto
plazo, como ha sucedido con los aumentos de IVA similares en el pasado, por
ejemplo en 2009.
Reforma fiscal: fundamentos
HSBC destaca que a través de la reforma fiscal, el Gobierno federal
tratará de maximizar los ingresos no petroleros al incrementar los impuestos
indirectos y minimizar los costos políticos al ejercer gastos eficientes, así
como ofrecer más beneficios sociales.
Parece que la orientación de la reforma fiscal
consiste en incrementar los ingresos a través de impuestos indirectos como el
IVA o el impuesto sobre las ventas, y no a través de gravámenes
directos sobre los ingresos de las personas físicas o morales. También
considera aumentar la eficiencia en la recolección y la simplificación de la
estructura fiscal.
Además, la reforma fiscal no contempla ningún incremento del déficit
fiscal, ya que debe apegarse a la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) actual,
la cual implica un presupuesto balanceado de 2% del PIB, sin incluir la
inversión de Pemex.
Por consiguiente, destaca HSBC, el financiamiento de la creación del
sistema de seguridad social universal y la separación de Pemex debieran
atenerse a la LRF en la cual el Gobierno federal sólo puede registrar un
déficit de cero o un máximo de 2.0%.
Hasta el momento, ni el Presidente electo ni su equipo han presentado
formalmente un esbozo de la reforma fiscal, pero se mencionaron algunas ideas
durante la campaña electoral y el periodo de transición entre el día de las
elecciones y el 1 de diciembre, cuando asumió la nueva administración.
La reforma fiscal tiene los objetivos de reequilibrar los ingresos del
Gobierno federal y estatal, al elevar los impuestos estatales y reducir las
transferencias federales a los estados; aumentar la eficiencia del IVA y gravar
alimentos que no pertenecen a la canasta básica y eliminar o reducir el
subsidio a la gasolina.
En suma, impuestos indirectos más altos y menores subsidios implican un
costo político que deberá compensarse con mayor eficiencia en el gasto
gubernamental así como mayores beneficios sociales, tales como el Sistema de
Seguridad Social Universal.
"La reforma fiscal debe enfocarse en el aumento de los ingresos
estatales con el objetivo de disminuir la dependencia sobre las transferencias
federales", destaca HSBC. Y menciona que a pesar de que el impuesto sobre
ventas no es técnicamente igual al IVA, su creación sería buena para elevar los
ingresos fiscales.
El cálculo indica que la introducción de un impuesto estatal sobre las
ventas de 2% podría producir ingresos adicionales que representen por lo menos
0.7% del PIB para los estados.
Mayor eficiencia en la recolección de los impuestos estatales podría
incrementar los ingresos fiscales en 2% del PIB a mediano plazo; por lo tanto,
el ingreso total de los estados pudiera alcanzar 1.2% del PIB en el transcurso
de uno a dos años.