La
participación laboral femenina en el país es de sólo el 48 por ciento. Además
de que el 48 por ciento de las mujeres que trabajan lo hacen en el sector
informal, lo cual las aleja de la seguridad social.
"Cerrando las brechas de género, es hora de actuar" es el
nombre del documento dado a conocer por la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE) en el que recomienda igualdad en materia
educativa, empleo y parte de un diagnóstico que en el caso de México, desafortunadamente
no es alentador.
En el informe del organismo internacional se dice que más de una tercera parte de las mexicanas entre 15 y 29 años no estudian ni trabaja lo cual contrasta con el 10 por ciento de hombres en esas condiciones.
Otro de los temas es la incursión laboral, pues resulta que la participación laboral femenina en el país es de sólo el 48 por ciento, mientras que el promedio en estos países es del 62 por ciento y destaca países como Suecia que casi llega al 80 por ciento o naciones en el continente como Canadá que sobrepasa el 70 por ciento.
De acuerdo con información proporcionada por el analista José Luis Romero Hicks, esta desigualdad laboral viene acompañada de varias explicaciones que se convierten en obstáculos para las mujeres como la carga del trabajo remunerado y es que en México las mujeres trabajan cuatro horas promedio no remuneradas.
Las tradiciones que existen sobre el rol de género, las políticas de conciliación entre trabajo y vida familiar y la falta de servicios de cuidado infantil y prácticas laborales menos flexibles que en otros países.
El estudio, dijo, destaca el retraso de la participación de la mujer en los cargos directivos de empresas y que las mujeres tienen salarios inferiores al de los hombres y que las posibilidades de tener un negocio son menores para el otrora sexo débil.
Sin embargo, agregó, no todo es negativo, ya que en materia de educación las niñas mexicanas tienen un mejor desempeño que los niños, a nivel de secundaria las niñas tienen una mayor tasa de matriculación que los hombres y las mujeres tienen mayores tasas de graduación en educación universitaria y se gradúa el 21 por ciento de lo que inician sus estudios comparado con el 18 por ciento de los hombres.
Las niñas alcanzan rendimientos similares o incluso mejores que los niños, pues a los 15 años de edad las primeras superan a los hombres en este rubro.
Sin embargo, para el analista resulta preocupante que ese desempeño académico no se vea reflejado en lo laboral.
En ese sentido explicó que muy probablemente se deba a la flexibilidad laboral en relación a los días de descanso prenatal y postnatal todavía existe la regla de los 42 días cuando en otras economías la recomendación es que sea superior, otra condicionante estructural es que en México se carece del cuidado de los hijos y el desarrollo de la familia está a cargo de la mujer.
Si no hay ese tipo de servicios, es lógico que se ponga en desventaja estructural a las mujeres.
Finalmente, comentó que desde la parte cultural aún existe la creencia de que el mundo laboral es de los hombres y que prevalece el machismo que divide las actividades.
Otro dato que se desprende del informe es que el 48 por ciento de las mujeres que trabajan lo hacen en el sector informal, lo cual las aleja de la seguridad social.
En el informe del organismo internacional se dice que más de una tercera parte de las mexicanas entre 15 y 29 años no estudian ni trabaja lo cual contrasta con el 10 por ciento de hombres en esas condiciones.
Otro de los temas es la incursión laboral, pues resulta que la participación laboral femenina en el país es de sólo el 48 por ciento, mientras que el promedio en estos países es del 62 por ciento y destaca países como Suecia que casi llega al 80 por ciento o naciones en el continente como Canadá que sobrepasa el 70 por ciento.
De acuerdo con información proporcionada por el analista José Luis Romero Hicks, esta desigualdad laboral viene acompañada de varias explicaciones que se convierten en obstáculos para las mujeres como la carga del trabajo remunerado y es que en México las mujeres trabajan cuatro horas promedio no remuneradas.
Las tradiciones que existen sobre el rol de género, las políticas de conciliación entre trabajo y vida familiar y la falta de servicios de cuidado infantil y prácticas laborales menos flexibles que en otros países.
El estudio, dijo, destaca el retraso de la participación de la mujer en los cargos directivos de empresas y que las mujeres tienen salarios inferiores al de los hombres y que las posibilidades de tener un negocio son menores para el otrora sexo débil.
Sin embargo, agregó, no todo es negativo, ya que en materia de educación las niñas mexicanas tienen un mejor desempeño que los niños, a nivel de secundaria las niñas tienen una mayor tasa de matriculación que los hombres y las mujeres tienen mayores tasas de graduación en educación universitaria y se gradúa el 21 por ciento de lo que inician sus estudios comparado con el 18 por ciento de los hombres.
Las niñas alcanzan rendimientos similares o incluso mejores que los niños, pues a los 15 años de edad las primeras superan a los hombres en este rubro.
Sin embargo, para el analista resulta preocupante que ese desempeño académico no se vea reflejado en lo laboral.
En ese sentido explicó que muy probablemente se deba a la flexibilidad laboral en relación a los días de descanso prenatal y postnatal todavía existe la regla de los 42 días cuando en otras economías la recomendación es que sea superior, otra condicionante estructural es que en México se carece del cuidado de los hijos y el desarrollo de la familia está a cargo de la mujer.
Si no hay ese tipo de servicios, es lógico que se ponga en desventaja estructural a las mujeres.
Finalmente, comentó que desde la parte cultural aún existe la creencia de que el mundo laboral es de los hombres y que prevalece el machismo que divide las actividades.
Otro dato que se desprende del informe es que el 48 por ciento de las mujeres que trabajan lo hacen en el sector informal, lo cual las aleja de la seguridad social.