lunes, 5 de noviembre de 2018

Cien migrantes desaparecieron en Veracruz, alerta ombudsman; acusan a PF y Migración de acoso


El medio de periodistas Pie de Página reporta que, de acuerdo con el funcionario estatal, los migrantes abordaron, al parecer, dos camiones en Ciudad de la Isla, Veracruz. En las unidades las personas viajaban en condiciones infrahumanas y encerrados con candados


Por lo pronto, se está rastreando si los desaparecidos viajaban en dos camiones, uno con placas 183-EC-3, y otro con placas KY-88-765 del Estado de México. Peimbert Calvo y su equipo dieron acompañamiento a la Caravana desde que entraron a Oaxaca por Chiapas y hasta su salida por Veracruz.

En esa zona, el fin de semana, las tensiones aumentaron luego de que el Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, retirara una breve oferta de transporte en autobuses para los migrantes. Yunes afirmó inicialmente que otorgaría transporte a la caravana, pero minutos después alegó que no sería correcto enviar a los migrantes en este momento a la capital mexicana dado que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México se hallaba en mantenimiento y siete millones de sus habitantes no contarían con agua potable durante el fin de semana.

Luego de la cancelación, la lucha para entrar en los dos remolques de un tráiler fue violenta. Mujeres y hombres se comportaron como si entrar o no fuera cosa de vida o muerte y se fueron acomodando hasta que no cabía nada ni nadie. Quedaron encerrados en un calor extremo que en minutos comenzó a causar estragos.

Estaban tratando de salir de la comunidad de Isla, en el sur de Veracruz, como a diera lugar. Miles llegaron ahí tras recorrer más de 70 kilómetros desde Sayula de Alemán y sólo tardaron minutos en darse cuenta de que nunca tuvieron que haber pisado esa comunidad, y de que fueron conducidos hasta ahí engañados por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.

Las decenas de personas que llenaron los dos remolques del tráiler, no se sabe si son los mismos en los que viajaban los migrantes reportados como no localizados; comenzaron a desesperarse y dar muestras de pánico a medida que sufrían los estragos del sol del medio día encerrados hombro con hombro en esos cajones, con poco aire y constantes empujones de los que insistían en entrar, incluyendo niñas y niños que eran cargados y metidos a la muchedumbre encerrada.

La situación se salió de control. Comenzaron los gritos para que dejaran salir a las personas encerradas. En ese momento, el chofer anunció que se habían averiado los frenos y que el tráiler no haría ningún viaje. Fue una mentira que pudo haber evitado una tragedia. Más tarde ese mismo vehículo fue visto circulando con normalidad.

En Isla, Veracruz, el tren de carga donde solían transportarse miles de migrantes se cambió por tráilers y camiones. Las acrobacias utilizadas por los viajeros para subir, eran similares. La misma temeridad, las mismas prisas, riesgos similares.

DENUNCIA ACOSO POR BRINDAR AYUDA

Organizaciones y colectivos de ayuda a migrantes denunciaron que el sacerdote Julián Verónica, de la Parroquia de Paraje, Amatlán de los Reyes, en Veracruz, e incluso la Presidenta municipal de Córdoba, Leticia López Landero, fueron amenazados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Policía Federal por dar asistencia humanitaria al éxodo de migrantes centroamericanos en su paso por el centro de esa entidad.

“Los integrantes de la Misión de Observación de Derechos Humanos en Veracruz, fueron tratadas de ‘polleros’, inhibiendo así las acciones de por sí complicadas ante la dispersión de la caravana en el tramo más riesgoso para migrantes y no migrantes de la entidad”, dijeron en un comunicado organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Toaltepeyolo, la Red Unidos por los Derechos Humanos, el Colectivo Vive Migrante de Amatlán de los Reyes, entre otros.

El documento detalla que la Alcaldesa Leticia López había contratado 10 camiones para dar certeza del tránsito hacia Puebla a mujeres, niños y familias completas de la Caravana que se dirigían a dicha entidad, mismos que tuvieron que ser cancelados luego de recibir las amenazas de la Policía Estatal de frenar esta acciones, “lo que inhibe claramente la capacidad de ayuda de las autoridades locales”.

Por ello, condenaron las acciones del Gobierno de la entidad y del Gobierno federal “que ponen en mayor indefensión a los integrantes del éxodo que aún permanecen en la entidad”.

“Condenamos las amenazas e intimidaciones de policías estatales y federales, así como de agentes migratorios a choferes, ciudadanos, colectivos, defensores de derechos humanos, ciudadanía, pastores, sacerdotes y personas que solidariamente han respondido ante la necesidad de asistir a los migrantes vulnerados, especialmente a los menores, familias, mujeres embarazadas y enfermos”, agregó el documento.

Y finalmente denunciaron la postura del Gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, “que no solo desatiende el mandato constitucional y de atención a tratados internaciones que fundamentan la atención humanitaria en situaciones como ésta”.


LAS CARAVANAS

Los cientos de migrantes que se encontraban aún en Córdoba comenzaron a recorrer esta mañana la etapa más larga y ambiciosa de su caravana: casi 300 kilómetros hasta la Ciudad de México, donde esperan negociaciones entre los gobiernos de México y Estados Unidos que les permitan llegar a la frontera estadounidense.

La marcha del día a la Ciudad de México comenzó con complicaciones: los migrantes bloquearon brevemente el tráfico en la transitada carretera para suplicar a los camioneros que pasaban por ahí que los llevaran, pero ninguno se detuvo.

Mientras otros cientos arribaron a un gran estadio al aire libre en la Alcaldía de Iztacalco, en la Ciudad de México, y se recostaron en las gradas mientras veían a mexicanos jugar al fútbol.

Empleados de la ciudad ofrecieron comida caliente en platos desechables a los migrantes, algunos de los cuales se habían subido a camiones de carga para acelerar su llegada a la capital.

Más atrás, otros migrantes que se adelantaron a la caravana principal descansaron en una iglesia en Puebla, una ciudad ubicada aproximadamente a la mitad de camino entre Córdoba y la Ciudad de México.

México se enfrenta a la situación sin precedentes de tener a tres caravanas migrantes en un tramo de 500 kilómetros de carretera entre los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz. El grupo más grande fue el primero en ingresar a México y le siguió otro de unas mil personas que cruzó desde Guatemala la semana pasada. Un tercero de aproximadamente el mismo tamaño el viernes vadeó el río Suchiate en la frontera.

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