Rúbrica
¿Qué
esconden en Arbolillo?
Por
Aurelio Contreras Moreno
De la duda razonable, en Veracruz se ha pasado
a la fundada sospecha de que algo muy grande o verdaderamente terrible oculta
el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares en las fosas clandestinas con restos
humanos cuyo hallazgo ha admitido sólo recientemente, pero que se niega a
ubicar con claridad.
La actitud opaca y abiertamente coercitiva de
la Fiscalía General del Estado así lo indicaría. Pues resulta inexplicable que
a estas alturas sigan obstaculizando a como dé lugar el paso de los colectivos
de familiares de personas desaparecidas a los parajes donde se realizan las investigaciones
y se sabe que se han encontrado cementerios clandestinos.
Es el caso del lugar conocido como Arbolillo,
en el municipio de Alvarado. Aunque el gobierno lo niega, los colectivos de
desaparecidos aseguran que es ahí donde se encuentran las fosas con más de 170
cráneos y miles de fragmentos de restos humanos que causaron pasmo y horror a
nivel mundial tras el anuncio de su localización en días pasados.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y su
fiscal Jorge Winckler Ortiz juran que no fue ahí donde encontraron las fosas,
según ellos, hace un mes. Pero también se niegan a proporcionar la ubicación
exacta que dicen que tienen, lo que genera todavía más desconfianza.
Y las dudas se agigantan por el rechazo del
gobierno a permitir a los familiares de las víctimas –que de manera indirecta
también son agraviados, no son terceros extraños- participar en las labores de
búsqueda e identificación. Este mismo lunes, la policía estatal impidió el paso
a integrantes del Colectivo Solecito que se presentaron en el predio de
Arbolillo para atestiguar los trabajos que supuestamente realiza ahí la
Fiscalía General del Estado.
Casi al mismo tiempo, en la capital de Veracruz el fiscal Jorge Winckler
declaraba que solamente hasta que se identifican los restos de una persona a
través de la concordancia genética es que se da aviso a los familiares, pero
que en tanto eso sucede, “la Fiscalía no tiene que estar avisando de las
investigaciones que se hagan, por la secrecía y la celeridad”.
Sólo que la Ley General de Víctimas dice otra
cosa. En su artículo 21 establece que “los familiares de las víctimas tienen el
derecho a estar presentes en las exhumaciones, por sí y/o a través de sus
asesores jurídicos; a ser informadas sobre los protocolos y procedimientos que
serán aplicados; y a designar peritos independientes, acreditados ante
organismo nacional o internacional de protección a los derechos humanos, que
contribuyan al mejor desarrollo de las mismas”.
A su vez, el artículo 18 de la misma Ley
General de Víctimas indica que “las víctimas y la sociedad en general tienen el
derecho de conocer los hechos constitutivos del delito y de las violaciones a
derechos humanos de que fueron objeto, la identidad de los responsables, las
circunstancias que hayan propiciado su comisión, así como tener acceso a la
justicia en condiciones de igualdad”. Y el artículo 20 refrenda: “las víctimas
y la sociedad tienen derecho a conocer la verdad histórica de los hechos”.
Al ocultar los detalles sobre lo que en
realidad ha encontrado en las fosas –y que se presume serían restos de personas
desaparecidas durante el actual periodo gubernamental-, el Gobierno de Veracruz
violenta la legalidad, revictimiza a los familiares, les niega su derecho de
acceso a la justicia y atenta contra los derechos de la sociedad toda.
¿Qué
ocultan Miguel Ángel Yunes Linares y Jorge Wincler Ortiz en Arbolillo? Los
veracruzanos, y sobre todo los familiares de los miles de desaparecidos tenemos
derecho a saberlo.
Twitter: @yeyocontreras
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