El expresidente de Guatemala enfrentará los
cargos de asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación aduanera en el
escándalo de corrupción que llevó a su renuncia la semana pasada.
Reuters/ El Financiero
CIUDAD DE GUATEMALA. El expresidente de Guatemala, Otto
Pérez Molina será juzgado por asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación
aduanera, tras verse forzado a renunciar la semana pasada en medio de uno
de los mayores escándalos de corrupción en el país centroamericano.
El juez
Miguel Ángel Gálvez vinculó a Pérez Molina con una enorme red de
defraudación aduanera que en los últimos meses llevó a la cárcel a decenas de
funcionarios y a la exvicepresidenta, Roxana Baldetti.
No
obstante, el magistrado dijo que no puede asegurar que Pérez Molina
dirigía la red de corrupción aduanera, algo que corresponderá a los
investigadores.
Vestido
de traje oscuro, Pérez Molina se mostró serio durante la exposición de
motivos del juez, que duró más de cuatro horas. Tomó algunas notas en una
libreta mientras su abogado se agarró la cabeza con las manos varias veces,
mirando hacia abajo.
Tanto la
fiscalía, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)
-un organismo respaldado por las Naciones Unidas- y los abogados del servicio
de administración tributaria solicitaron al juez que dicte prisión preventiva a
Pérez Molina para evitar su fuga y que pueda manipular pruebas e influir
en los testigos.