Por Blanche Petrich / La Jornada
México, DF. Los familiares de las víctimas de
Ayotzinapa exigieron al presidente Enrique Peña Nieto que, con el fin “de estar
de lado de la verdad y no de la mentira”, se comprometa a replantear la
investigación sobre los 43 normalistas desaparecidos y los tres asesinados en
una unidad especializada de investigación con supervisión internacional,
compuesta por dos instancias: una que indague a profundidad dónde están los
estudiantes y otra que investigue “el montaje con el que se pretendió engañar a
las familias”.
En la
reunión que el colectivo de Ayotzinapa, -integrado por un centenar de personas,
entre padres de familia, abogados, representantes de las organizaciones de
acompañamiento, los cinco integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes (GIEI) de la OEA y los antropológicos forenses argentinos- que
aún sigue su curso en el Museo Tecnológico, Enrique Peña Nieto recibió un
documento con ocho demandas.
Otra de
estas consiste en que el gobierno federal acepte plenamente y no sólo para su
análisis, el informe recién emitido por el GIEI, con todas sus recomendaciones.
Además, piden que se amplíe su mandato por un año, y no por los seis meses que
fueron establecidos recientemente por el grupo de alto nivel tripartita que
integran la Secretaría de Relaciones Exteriores, Secretaría de Gobernación y la
Procuraduría General de la República (PGR).
El
documento también expresa que “mientras no haya verdad nuestra legítima
búsqueda de justicia marcará su administración y a su nombre se asociará el de
Ayotzinapa como un símbolo de la impunidad y de la corrupción que reina en el
país”.