Para el gobernador de Oaxaca, Gabino
Cué, este lunes 25 de agosto fue “un día memorable” porque marca el inicio de
la “reconstrucción” del sistema educativo y el fin del “tráfico de influencias,
de las prácticas indebidas y los condicionamientos que durante más de dos
décadas han obstaculizado el desarrollo académico”.
Nayeli Roldán (@nayaroldan) / Oaxaca, enviada/AnimalPolítico
Foto: Nayeli Roldán |
En el primer día de clases, los
81 mil maestros de Oaxaca estuvieron en las aulas. Esto tendría que ser
algo normal, pero no es así. Aquí, la Sección 22 de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se ha
mantenido casi ajena a la política educativa del país y cada año lo
demuestra iniciando el ciclo escolar conforme a su cálculo político.
Será por las 15
órdenes de aprehensión giradas en contra de líderes de la CNTE o por la
aplicación de la ley del Servicio Profesional Docente, que establece el despido
de maestro si acumulan tres faltas sin justificación, pero este lunes
24 de agosto los maestros iniciaron labores.
Según la
dirigencia, la Sección 22 arrancó el ciclo escolar 2015-2016 “bajo
protesta”, como otra forma de “lucha y reorganización”, porque continuarán
rechazando la reforma educativa y la restructuración del Instituto Estatal de Educación
Pública de Oaxaca (IEEPO), que le restó margen de acción a la CNTE al
destituir a sus agremiados de los puestos administrativos.
Para el gobernador
Gabino Cué, este lunes 24 de agosto fue “un día memorable”porque marca el inicio de la “reconstrucción” del
sistema educativo y el fin del “tráfico de influencias, de las prácticas
indebidas y los condicionamientos que durante más de dos décadas han
obstaculizado el desarrollo académico de Oaxaca”.
El mandatario local encabezó
la ceremonia de inicio de cursos en la escuela “La patria es primero”, en
la ciudad de Oaxaca, aunque se mantuvo en secrecía hasta el último momento para
evitar que integrantes de la CNTE boicotearan el acto. El único percance
ocurrió cuando una maestra de esta escuela se acercó al mandatario para decirle
que era integrante de la Sección 22 “orgullosamente”, pero que no generalizara
porque los maestros de Oaxaca sí están comprometidos con la educación.
Casi un millón de
estudiantes de educación básica de 13 mil 400 escuelas de Oaxaca iniciaron
curso y, según el gobernador, una vez
que el Estado recuperó la “rectoría de la educación”, habrá mayor inversión
para la infraestructura escolar y los estudiantes tendrán “más y mejores
clases”.
Para eso, los
funcionarios del IEEPO deberán reportar cuando los maestros falten a clases y
si no hubiera justificación, éstos podrían ser despedidos, como marca la ley
del Servicio Profesional Docente. Según el argumento del gobierno estatal,
dicha legislación no se aplicaba —pese a que los docentes no iban a trabajar
por participar en marchas— porque los funcionarios del Instituto eran parte de
la CNTE y no hacían los reportes.
Mismo curso, diferentes condiciones
Hace dos años, en
el municipio de San Jacinto Amilpas, los padres de familia y maestros de la
Sección 22 se enfrentaron para conseguir el control de la primaria, el
preescolar y la secundaria de la colonia Los Ángeles. La comunidad era
uno de los focos rojos para el gobierno del estado, pero este lunes 25 de
agosto, los 200 alumnos de la primaria “Hermanos Flores Magón” toman clase en
los 10 salones recién remozados y juegan futbol en un patio perfectamente liso.
Lo malo es que otros
150 alumnos de la colonia toman clase en seis carpas de plástico de una escuela
que fue improvisada por los maestros de la Sección 22, pero que
también lleva el nombre y comparte la clave del centro de trabajo como primaria
“Hermanos Flores Magón”.
El terreno no está
pavimentado y en época de lluvia es un lodazal. Hay una pequeña construcción
con dos baños y la dirección es una choza de lámina donde sólo hay un
escritorio y cuatro sillas. En la entrada, además de una pancarta con el nombre
de la escuela, hay otra donde se pide “presentación con vida de los
desaparecidos” y “juicio político al gobernador “Aguirre”.
Los seis maestros
de la CNTE dan clase a alumnos de primero a sexto de primaria, aunque sea en
esas condiciones porque los padres de familia así lo han pedido, dice el
director Jesús Juárez.
Como esta escuela
hay otras 500 donde los profesores de la Sección 59 son apoyados por las
comunidades, luego de los constantes paros
de labores por parte de los profesores de la Sección 22. Pero esto resulta en
una división de los servicios educativos, de por sí precarios en el estado.
Hay niños que
estudiaban en escuelas bien instaladas y otros que lo hacían en inmuebles o
terrenos improvisados durante el pasado ciclo escolar y aún cuando el
Estado recuperó la rectoría de la educación, la situación no ha cambiado.
“El gobierno debe
de normar todas estas incidencias si es que va a aplicar la ley porque ni ellos
están bien (la Sección 59), ni nos entregan el edificio”, asegura el director;
y los padres de familia aceptan que sus hijos tomen clases en esta escuela
porque aquí entregan los documentos a tiempo.
En la otra escuela,
aunque tenga mejor infraestructura, los certificados de los alumnos
llegaron hasta con seis meses de retraso porque los funcionarios del
IEEPO “nos negaban los servicios y los beneficios porque todo lo manejaba la CNTE”,
dice el director integrante de la Sección 59, Rodolfo Salmerón.
Confía en que la
reestructuración del IEEPO repercuta en un trato “igual para todos”, sobre todo
en los trámites de los alumnos, porque eso es un factor indispensable para que
los padres de familia inscriban a sus hijos en dicha escuela. Por lo pronto,
esta mañana ya recibieron 200 uniformes escolares.
Paulina Reyes,
madre de familia que apoya la escuela improvisada, reconoce que “las
condiciones no son adecuadas, pero el presidente (Enrique Peña Nieto) y el
gobernador (Gabino Cué) tienen que solucionar esto. Nosotros no sabemos de
leyes, pero ya deben de solucionar esto por los chiquitos”.