viernes, 26 de octubre de 2018

Colette, sexo libre de pudor y sin tantas lágrimas

¿Quién fue Colette?



Este fin de semana se estrena en México una película sobre una mujer extraordinaria, poco conocida en México, la escritora francesa Colette. Si te gustan las series de época como Downtown Abbey, Gran Hotel o Velvet, esta es una película para ti. Si te gustan las películas sobre personajes rebeldes que rompieron con los prejuicios de su tiempo y vivieron la vida a su manera esta es también una película para ti, protagonizada por la talentosa Keira Knightley, dos veces nominada al Oscar.
¿Quién fue Colette? En la Francia de fines del siglo XIX y principios del XX, la famosa belle epoque, Colette fue una figura fascinante y escandalosa, una mujer que, en sus novelas, no le tenía miedo a hablar sobre el erotismo femenino ni sobre la experimentación sexual. Lo más escandaloso resulta ahora es que hasta la fecha, a más de 70 años de su muerte, haya habido tan pocas películas sobre la vida de esta pionera literaria, autora de la famosa historia Gigi, en la que se basó el musical de Audrey Hepburn, a la que también descubrió.
Colette: Liberación y Deseo viene a llenar ese vacío en una película emotiva y elegante al relatarnos la historia de Sidonie-Gabrielle Colette, nacida en 1873, una chica provinciana que al casarse con el famoso escritor Willy se mueve del mundo del campo al mundo sofisticado de la gran ciudad. Willy y ella pronto se dan cuenta de que la inteligente joven posee un gran talento para escribir, y así ella escribe su primera novela, Claudine en la escuela, basada en sus memorias de la niñez.
"Knightley siempre se transforma desde el interior, más a través de la mirada y del lenguaje corporal que a través de una caracterización extrema o una gesticulación exagerada, y le funciona.
Como en aquella época, de acuerdo con Willy, las novelas escritas por mujeres no vendían, la novela sale bajo el nombre de su esposo. Lo que ninguno de ellos esperaba es que la novela se convertiría en un éxito monstruoso y que capturaría la imaginación de todas las adolescentes de la época. Digamos que Claudine fue el Twilight de su tiempo y que París estaba inundado de niñas vestidas como Claudine.
Un punto fascinante de la historia es que Colette no quería o no se sentía capacitada para escribir, y es solo después de que Willy la encierra y la obliga a escribir, que ella descubre su propio talento.
La película, dirigida por Wash Westmoreland y con guión de Richard Glatzer, nos lleva en todo momento de la mano de Colette y somos testigos de su transformación de una inteligente, pero ingenua chica provinciana, a una mujer que descubre (casi a pesar de sí misma) que tiene talento para escribir. El gran poder de Colette está en evolucionar: de acuerdo con lo que nos presenta la película, el libertinaje sexual del marido en vez de convertirla en una esposa frustrada, la lleva a emprender su propia búsqueda romántica y erótica con mujeres. Los matrimonios abiertos han existido desde hace mucho tiempo.
Posteriormente Colette reclamará su voz y luchará por recuperar la autoría de las novelas firmadas por su marido. La película le pertenece a Keira Knightley, que en todo momento nos muestra a una chica —y después a una mujer— de férrea determinación que no vino al mundo a ser una víctima. Knightley siempre se transforma desde el interior, más a través de la mirada y del lenguaje corporal que a través de una caracterización extrema o una gesticulación exagerada, y le funciona.
La actriz ha hecho una especialidad de los papeles de época, y ya se podría decir que la película de época de Keira Knightley es un género en sí mismo. La actriz ha hecho una especialidad en su carrera de interpretar a estas mujeres del pasado que se oponen a las normas de su tiempo, a veces con éxito y a veces trágicamente. Es en el pasado en donde la actriz se siente más confortable, desde el papel que la lanzó a la fama en Los piratas del Caribe (2003), luego nominada al Oscar a Mejor Actriz como Elizabeth Bennett en Orgullo y prejuicio (2005), y después dando paso a las heroínas más trágicas Cecilia Tallis en Expiación, deseo y pecado (2007); Georgianna Duquesa de Devonshire en La duquesa (2008); Sabina Spielerein, entre Freud y Jung, en un Método peligroso (2011, quizá su mejor actuación)Anna Karenina (2012) y después en un papel de apoyo en El Código Enigma, como la comparsa de Alan Turing y nominada al Oscar como Mejor Actriz de Reparto.
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Colette reclamará su voz y luchará por recuperar la autoría de las novelas firmadas por su marido. Imagen: YouTube
De hecho, sobre su predilección sobre los papeles de época, la actriz dijo recientemente: "Siempre encuentro algo desagradable en la forma en la que se presenta a las mujeres (en las películas actuales), mientras que siempre encuentro personajes inspiradores cuando me ofrecen piezas históricas. Ha habido algunas mejores. De repente me han comenzado a mandar guiones en que las mujeres actuales no son violadas en las primeras cinco páginas o no están solo allí para ser la amorosa novia o esposa". Así que allí está. Recientemente la actriz generó alguna controversia cuando dijo que no le dejaba a su hija ver películas como Cenicienta porque reforzaban los estereotipos sexistas. Bien por ella.
La película es también exitosa porque evoca con gusto y celebratoriamente el mundo de creatividad y experimentación del París de la belle epoque, el único lugar en esos tiempos en el que un personaje como Colette hubiera sido posible. Un mundo de escritores, músicos, pintores en una Francia que era la única democracia republicana en una Europa aún dominada por reyes y emperadores. Por esas mismas épocas en Gran Bretaña, Oscar Wilde sería condenado a la cárcel por su homosexualidad.
Dominic West hace una actuación brillante como Willy, el esposo y empresario literario que descubre, impulsa y después aprovecha y explota el talento de Colette. Sin embargo, la película nos presenta esta relación en toda su complejidad y no pinta a Willy como un villano. Desde un comienzo, con la exuberante y carismática actuación de West entendemos porque Colette se enamora de él, y es él quien la impulsa a experimentar y a escribir.
Por ende, después él se siente propietario de su talento. Es la mejor actuación de West en el cine, en un personaje que no podía estar más lejos del taciturno detective McNulty que lo lanzó a la fama en la serie de HBO, The Wire. Las excelentes actrices de teatro Fiona Shaw y Denise Gough dan sólido apoyo como Sido, la madre de Colette y Missy, la andrógina Marquesa de Benbeuf, respectivamente.
"Keira Knightley ha hecho una especialidad en su carrera de interpretar a estas mujeres del pasado que se oponen a las normas de su tiempo.
Colette vivió en Francia durante dos Guerras Mundiales y continuó escribiendo hasta su muerte en 1954, y nunca paró con sus aventuras eróticas, incluso llegando a seducir al hijo de uno de sus esposos. Hacia el final de su carrera Colette escribió la novela Gigi, que dio lugar al famoso musical del mismo nombre protagonizado en cine por Audrey Hepburn.
De hecho fue la propia autora la que descubrió a Audrey Hepburn. Mientras Hepburn actuaba en un pequeño papel en la película Nosotros iremos a Monte Carlo, la autora la vio en el lobby de un hotel de la Riviera Francesa e inmediatamente le dijo a su acompañante "Voila, ella es Gigi". Así que Audrey Hepburn es otra de las cosas que le debemos a Colette.
Colette escribió casi 50 novelas y fue reconocida en su tiempo, siendo la primera escritora en no sólo ser incorporada a la prestigiosa Academia Goncourt, sino también en presidirla.
Así que vale la pena ver Colette:Liberación y Deseo, es una introducción excelente al mundo fascinante de una mujer que se ganó a pulso su lugar en la historia.

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