Aunque el
USMCA fue respaldado por políticos y empresarios de forma generalizada, un tema
que aún queda pendiente es la exención arancelaria a las importaciones
impuestas por EU a México y Canadá.
DANIEL BLANCO/ el financiero
A pesar de que el acuerdo comercial alcanzado en
América del Norte fue respaldado por políticos y
empresarios de forma generalizada, un tema que aún queda pendiente es la exención arancelaria a las importaciones de acero y
aluminio impuestas por Estados Unidos a México y Canadá, la cual sería
resuelta en los siguientes 60 días, coincidieron funcionarios del gobierno
actual y del entrante.
Los presidentes de México, Canadá y Estados Unidos, Enrique Peña Nieto,
Justin Trudeau y Donald Trump, elogiaron este lunes a través de redes sociales
y comunicados, el pacto comercial alcanzado entre sus países.
"La modernización del acuerdo comercial entre
México, Canadá y EU concluye 13 meses de negociaciones y logra lo que nos
propusimos al inicio: un acuerdo ganar-ganar-ganar", comentó Peña Nieto en
su cuenta de Twitter.
Asimismo, el Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá
(USMCA, por sus siglas en inglés) aumentó la confianza del mercado y es positivo para los perfiles
crediticios de los tres países, destacó este lunes Moody’s
Investors Service.
En tanto, el secretario de Economía, Ildefonso
Guajardo, detalló que durante los próximos dos meses se trabajará en crear una
propuesta que pueda desaparecer los aranceles de 10 y 25 por ciento al aluminio
y acero, respectivamente, antes de la consolidación del acuerdo comercial a
finales de noviembre. “Hemos puesto en la mesa que no podemos llegar a una
firma sin llegar a una solución en este tema, porque sería ilógico que hubiera
una agresión arancelaria que no fuera resuelta, estamos hablando de un universo
de comercio relativamente bajo, menos de dos por ciento del comercio total”,
expuso.
Guajardo agregó que “es una cuestión de principios, y
nuestra idea es trabajar en los próximos dos meses para poner sobre la mesa una
solución y que desaparezcan”.
“Creo que antes de la firma (lo quitaríamos), la firma
es en noviembre, y tenemos dos meses para trabajarlo, y para los canadienses
también es un tema muy importante”, añadió el secretario de Economía.
Jesús Seade, negociador del Acuerdo Estados Unidos,
México y Canadá del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, también se
pronunció al respecto.
“No es parte del tratado, es algo que fue negociado
por el secretario Guajardo, pero no es parte del tratado. No estamos sacando
esa concesión como parte del Acuerdo, queda el compromiso de negociar esta
cuestión en los próximos meses y esperemos llegar a una solución antes del
cambio de gobierno”, expuso en entrevista con El Financiero.
Moisés Kalach, jefe del consejo consultivo de negociaciones
internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), coincidió.
“Para nosotros el tema de la Sección 232 de acero y
aluminio sigue pendiente, pero como dijimos, tenemos un compromiso de que esto
se resuelva antes de la firma del acuerdo, entonces tenemos pocos meses”,
indicó en entrevista.
‘Bloque proteccionista’
Para Seade, el nuevo acuerdo comercial hace a Estados
Unidos más proteccionista, pero eso puede representar oportunidades que pueden
aprovecharse.
“En primera instancia, eso, a mí como economista, me
parece que crea oportunidades para México, porque si la región, en su
totalidad, sube un poco más de tamaño las bardas que la rodean y los de afuera
le quieren vender a Estados Unidos y no pueden, van a querer invertir en otro
lado, adentro de la región. ¿En dónde? En la región más competitiva”, señaló.
Por otra parte, Seade Kuri consideró que un área
ganadora para México con el acuerdo es la laboral.
“Tenemos ahora el Capítulo y un Anexo en esta área que
refleja la dirección de la política laboral en la que ha estado enfocado el
presidente electo López Obrador, como la libertad sindical y los derechos
fundamentales de los trabajadores bajo la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
Agregó que esta área del acuerdo fue “totalmente
dictada por México, que nos gusta y que da una señal a nuestro país, a
empresarios y a todas las fuerzas productivas de la importancia que le damos a
la evolución y dirección correcta de las prácticas laborales y sindicales. Es
algo metido al tratado por decisión de nuestro país. Es un área importante de
ganancias”.
En el tema de los “de mínimis” consideró positivo que se redujera de 50
a 100 dólares, pero añadió que esperan que este tema “no le cueste muchos
recursos fiscales a la Secretaria de Hacienda”.
“Esa era la mayor preocupación, es un aspecto que le preocupa al actual
y al futuro gobierno; se llegó a un acuerdo que consideramos razonable”,
apuntó.
Explicó que “el tema fue muy controversial, fue una negociación muy
dura, en la negociación bilateral se había quedado en 100 dólares desde 50, que
para México seguía siendo complicado y ahora en el cierre con Canadá llegamos a
una nueva formulación que nos da términos aún un poco más fáciles, que es de 50
dólares en cuanto a otro tipo de cargo, pero no el IVA, y para otros cargos se
puede ir hasta 150 dólares canadienses, que es el nivel que se acordó con
Canadá. Es decir, se trata de una cosa complicada, pero con la que México puede
vivir. Esperemos que no le cueste muchos recursos a la Secretaría de Hacienda”.
 Con información de Ixel González, Mariana León y
Diana Nava