El vicepresidente de la Fed, Stanley
Fischer, sostuvo que el banco central estadounidense podría ser capaz de
seguir encaminado a una primera alza de tasas de interés en octubre o
diciembre.
Reuters/ El Financiero
Aún es
probable que los integrantes de la Reserva Federal de Estados Unidos
suban las tasas de interés este año, pero eso es "una expectativa, no un
compromiso" y podría cambiar si la economía global hace que la
estadounidense se desvíe aún más de curso, dijo el vicepresidente de la Fed,
Stanley Fischer.
"Tanto
el momento de la primera alza de tasas como cualquier ajuste posterior a la
meta de fondos federales dependerá en forma crítica de acontecimientos futuros
en la economía", declaró Fischer el domingo en el marco de la reunión del
Fondo Monetario Internacional en Perú.
Afirmó
que el panorama para la economía estadounidense está rodeado por
"considerables incertidumbres".
Entre ellas mencionó al lastre de la desaceleración del crecimiento global sobre las exportaciones, el bajo nivel de inversiones provocado por un declive en los precios del petróleo y lo que llamó una "decepcionante" caída reciente en el crecimiento del empleo en Estados Unidos.
También
dijo que creía que la economía estadounidense aún está generando suficientes
puestos de trabajo como para seguir avanzando hacia la meta de la Fed de
pleno empleo y que la inflación finalmente se acelerará.
Basado en
eso, sostuvo, el banco central estadounidense podría ser capaz de seguir
encaminado a una primera alza de tasas de interés en octubre o diciembre.
No
obstante, también advirtió que Estados Unidos está expuesto ahora más que nunca
a eventos internacionales y que los acontecimientos en China y en otros lugares
ya influyeron en la Fed para que retrasara la esperada alza de tasas en
septiembre.
"No
prevemos actualmente que los efectos de esos hechos recientes en la economía
estadounidense sean demasiado grandes como para tener un efecto significativo
en el camino para la política monetaria", declaró.
"Dicho
eso, recientes informes de empleo han sido algo decepcionantes y, como siempre,
estamos monitorizando de cerca acontecimientos que puedan afectar nuestro
sentido sobre el panorama económico y los riesgos que rodean ese
panorama", añadió.
Durante
la reunión anual del FMI, otros funcionarios de bancos centrales pidieron a la
Fed que elimine la incertidumbre y que avance con su "despegue" de
las tasas.
Sin
embargo, Fischer dijo que las implicancias de una desaceleración global eran
demasiado serias como para ignorarlas y que no permitiría que la Fed se
sobrecomprometa respecto a sus planes.
Pese a que la incertidumbre sobre las intenciones de la Fed podría afectar a los mercados globales por sí misma, "seguimos comprometidos con comunicar nuestras intenciones tan claramente como sea posible, pero no más de lo que requieran los hechos", indicó el vicepresidente del banco central estadounidense.