En coincidencia con
los funerales de las víctimas, miles de turcos se reunieron desde las primeras
horas de este domingo en la zona donde se registraron los dos atentados para
honrar a los fallecidos y denunciar la responsabilidad del presidente Recep
Tayyip Erdogan en lo sucedido.
Notimex/ Grupo Fórmula
Ankara.- La policía turca
reprimió hoy con gases lacrimógenos a manifestantes que se congregaron en el
centro de esta capital para dar el último adiós a los víctimas del doble
atentado suicida de ayer durante una protesta a favor de la paz, que dejó 95
muertos.
En coincidencia con los funerales de las víctimas, miles de turcos se
reunieron desde las primeras horas de este domingo en la zona donde se
registraron los dos atentados para honrar a los fallecidos y denunciar la
responsabilidad del presidente Recep Tayyip Erdogan en lo sucedido.
Dos supuestos atacantes suicidas se inmolaron la mañana del sábado en
una manifestación denominada Marcha por la Paz de activistas prokurdos y
sindicalistas, cerca de la principal estación de tren de la capital, provocando
95 muertos y más de 246 heridos, según cifras oficiales.
Al grito de "¡el gobierno debe dimitir! y "¡Erdogan
asesino!", cientos de miles de manifestantes marcharon hasta la plaza,
donde se produjo el atentado, considerado el más mortífero en la historia de
Turquía, donde los esperaba una barricada de policías autimotines.
Las fuerzas de seguridad impidieron el paso a las delegaciones de varios
partidos políticos y organizaciones cívicas, que pretendían ingresar a la plaza
para celebrar un acto conmemorativo en el lugar para honrar a la víctimas y
depositar flores, según un reporte del diario Hürriyet.
El cerco policiaco desató la ira de algunos de los manifestantes que
atacaron a los uniformados, lanzándoles piedras y otros objetos, desatándose un
duro enfrentamiento, que llevó a la Policía a lanzar gases lacrimógenes y
granadas de aturdimiento para calmar los ánimos.
El opositor Partido Democrático de los Pueblos (HDP), el cuarto con más
asientos en el Parlamento, informó en un comunicado que algunos de sus
delegados que participaban en la manifestación de este domingo resultaron
heridos por la represión de la Policía.
La organización política opositora aseguró en su declaración oficial que
los policías atacaron a sus dirigentes y afiliados cuando intentaban colocar
claveles en la plaza y destacó que algunos fueron heridos en el combate cuerpo
a cuerpo.
"Erdogan Asesino", "policías asesinos", coreaba la
multitud en la Plaza Sihhiye, mientras que los policías antimotines con cañones
de agua bloquearon el acceso principal a la zona donde se encuentran edificios
de Parlamento y gobierno.
Aunque el gobierno turco ha condenado el atentado, los ataques
mortíferos han reavivado las tensiones entre la izquierda y el partido
islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002,
a tres semanas de las elecciones generales anticipadas.
Ni siquiera la declaración de tres días de luto en honor de las víctimas
del terrorismo, entre ellos soldados y policías, ha contribuido a superar sus
diferencia, incluso en los momentos de grave dolor nacional.
Las primeras investigaciones revelaron que una de las detonaciones fue
perpetrada por un joven turco islamista, que habría sido entrenado por el
Estado Islámico (EI), por lo que el atentado habría sido obra del grupo
extremista que opera en Siria e Irak.
La Policía turca arrestó esta madrugada a 14 personas sospechosas de
pertenecer al EI en la localidad de Konya, en Anatolia central, aunque aun no
se sabe si la redada está relacionada con el doble atentado.