El
presidente Enrique Peña Nieto, durante un evento el 14 de septiembre de 2015.
Foto Cristina Rodríguez
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Por Rosa Elvira Vargas / La Jornada
Zinapécuaro, Mich.- La reforma energética no es una
promesa de futuro "sino una realidad que estamos ya viviendo",
aseguró el presidente Enrique Peña Nieto al poner en marcha la fase I del
proyecto Los Azufres III de generación geotérmica de electricidad.
Dentro de
los cambios legislativos aprobados, apuntó, los realizados en esta materia son
de los más relevantes, de "mayor calado" y destinados a dar a México
un futuro promisorio.
En la
ceremonia donde se inauguró formalmente esta planta que opera desde febrero, el
titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza,
insistió que en esta empresa "no habrá despidos masivos" y que el
compromiso de la misma es "convertir los retos del sector eléctrico
nacional en grandes oportunidades.
Las
reglas del nuevo mercado de generación establecen -apuntó el funcionario- un
mandato claro: la energía eléctrica de menor costo se despachará primero para
satisfacer a los distintos usuarios del país.
Peña
Nieto, quien escuchó también el último reporte de gestión ofrecido aquí por el
gobernador interino de Michoacán, Salvador Jara, y en presencia de Silvano
Aureoles, quien en breve tomará posesión del Ejecutivo de la entidad, pidió
cerrar filas por México a través de objetivos compartidos y unidad de
propósitos.
Como lo
señala cuando alterna con autoridades distintas a su partido, el PRI, el
mandatario subrayó: "las autoridades servimos a todos los mexicanos sin
importar ni distinguir" filiaciones partidistas, religiosas o de cualquier
otro tipo.