MORELIA, Mich., 25 de septiembre (apro).- Un grupo de
aproximadamente 200 normalistas que se trasladaba en cuatro autobuses y 20
camiones repartidores fue replegado por granaderos, quienes les impidieron
continuar la marcha.
Al
parecer los estudiantes habían salido de la Escuela Normal de Tiripetío hacia
esta ciudad, donde tenían planeado participar en diversas movilizaciones, pero
la policía antimotines les bloqueó el paso en la autopista Pátzcuaro-Morelia.
Inconformes,
los normalistas lanzaron piedras y cohetones a los uniformados, quienes
respondieron con gases lacrimógenos.
Sin
poder avanzar, con los mismos vehículos en los que viajaban, los estudiantes
determinaron bloquear la carretera que conduce a Tiripetío y quemaron llantas
al lado de la carretera.
Horas
antes uno de los jóvenes declaró que tomaban esas acciones por la falta de
respuesta a la solicitud que hicieron para que les proporcionaran cuatro
camiones para trasladarse a Guerrero, donde participarían en la manifestación
para recordar a los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace un año.
De
acuerdo con el jefe de oficina de Autobuses Purépechas, Mario Alberto Martínez,
la línea más afectada en esta ocasión ha sido “Destinos Parhíkuni”, ya que una
de sus unidades fue severamente dañada por los estudiantes.
No
obstante, dijo, la línea decidió no suspender sus corridas y se buscan rutas
alternas para poder cumplir con el compromiso de trasladar a los pasajeros.
Asimismo
destacó que a diferencia de otras ocasiones, existe vigilancia por parte de la
Policía Federal para evitar el secuestro de nuevas unidades.
De
igual manera, advirtió la posibilidad de interponer una denuncia penal por los
daños a la unidad mencionada, pero esa “será decisión de la dirección jurídica
de la empresa implicada”, agregó.
“Lo
hemos vivido tantos años que no nos quedan ganas de hacerlo (la denuncia). Nos
cuesta más tiempo y esfuerzo el presentar denuncias que no proceden. Esperemos
estar a tiempo de una noticia negativa para mejor”, recalcó.
En
el lugar, los policías mantienen un cerco de seguridad y esperan instrucciones
para actuar.