Columna
Sin Nombre
Pablo
Jair Ortega
25 de
SEPTIEMBRE de 2015
HUASTECA
CALIENTE
La
rebatinga por ver quién va a resolver el secuestro y asesinato de los
empresarios tamaulipecos Juan Manuel Gómez Fernández y Juan Manuel Gómez
Monteverde, padre y hermano del cineasta Alejandro Gómez Monteverde, está
alcanzando niveles ridículos.
Tanto la
Procuraduría de Justicia de Tamaulipas como la Fiscalía General del Estado de
Veracruz, mantienen su postura de decir que están totalmente a la disposición y
pendiente una de la otra, pero en el fondo deslindándose de un problema grave
que es la inseguridad en la región colindante de ambos estados.
Porque es
cierto que tanto el norte de Veracruz, como en el sur de Tamaulipas, esa zona
está inundada de narcos y violencia. Que no haya tanto ruido, es porque
prácticamente allá no hay periodismo que le dé cobertura a esa zona tan
virulenta; allá no andan tampoco haciendo mitote gritando “¡Represión,
represión!” ante el primer empujoncito o celular que los apunta, porque
sencillamente allá los matan.
Tanta esa
la inseguridad en el norte, que alcaldes y funcionarios municipales (como el
alcalde de Pánuco, Ricardo García Escalante o la síndico de Castillo de Teayo,
Martha Guadalupe Caballero Serrano) prefieren vivir en el puerto de Veracruz,
lejos de sus municipios.
Algunos
incluso tienen guardaespaldas o pistoleros que ayudan a movilizar a políticos
por la zona, pero con la condición de que no pueden atravesar a Tamaulipas.
Allá sí
es zona caliente y no se andan con succionadas.