El país avanza cuatro
lugares en el listado global que elabora el Foro Económico Mundial; la
corrupción es el mayor problema para hacer negocios en el país, destaca el
estudio.
Por: Cristobal M.
Riojas
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — La economía mexicana mejoró su
posición en el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial (WEF, por
sus siglas en inglés) al colocarse en el sitio 57 desde el 61 que ocupó el año
pasado entre un total de 140 naciones.
“México progresa cuatro lugares al 57, pese a cierto deterioro del entorno
institucional, y gracias a la mejora en la eficiencia del mercado financiero
(sube 17 lugares al 46), la sofisticación de negocios (sube 8 sitios al 50) y
el fomento a la innovación (posición 59)”, explica el WEF en su Informe de
Competitividad Global 2015-2016 divulgado este martes.
Aunque la economía del país se recuperó del descalabro del año pasado aún
está lejos del lugar 53 que ocupó en 2012, cuando comenzó el Gobierno de
Enrique Peña Nieto.
Las reformas concretadas en lo que va del sexenio han contribuido a las
mejoras que llevaron a la economía a escalar posiciones, destaca el reporte que
define la competitividad como el conjunto de instituciones, políticas y
factores que determinan el
nivel de productividad de un país.
“Los resultados señalan que las recientes reformas están dando frutos pero
sigue habiendo problemas”, advierte el WEF.
Sin embargo, las instituciones públicas y privadas reflejan que la corrupción
sigue siendo el factor más problemático para hacer negocios, destaca.
Mejoras y retrocesos
El informe del WEF se basa en 12 pilares y sus respectivas subcategorías,
basados en datos a nivel nacional, de los cuales México cayó en tres:
Instituciones (del 102 al 109), Situación macroeconómica (53 al 56) y Tamaño
del mercado (10 al 11). En Salud y educación primaria se mantuvo (71).
Y en los restantes ocho avanzó: Infraestructura (del 65 al 59), Educación
superior y capacitación (del 87 al 86), Eficiencia del mercado de bienes (del
121 al 82), Eficiencia del mercado laboral (del 121 al 114), Desarrollo del
mercado financiero (del 63 al 46), Preparación tecnológica (del 79 al 73),
Sofisticación de los negocios (Del 58 al 50), e Innovación (del 61 al 59).
De los tres donde retrocedió, el de Instituciones fue el más golpeado con un
tropiezo de siete escalones, principalmente por la caída en la evaluación de
rubros como: Favoritismo en decisiones del gobierno (18 puestos, al 117);
Eficiencia del marco legal en decisiones regulatorias (14 sitios, al 102);
Derechos de propiedad (10 escalones, al 88); Confianza pública en los políticos
(10 lugares, al 124); y Comportamiento ético de las empresas (9 sitios, al
111).
En tanto que de los que subió, el Desarrollo del mercado financiero fue el
que más avanzó, con 17 puestos, impulsado por rubros como Clasificación de
derechos legales (+46 al puesto 17), Disponibilidad de capital de riesgo (+21
al sitio 65), y Financiamiento a través del mercado de valores local (+9, al
escalón 63).
Latinoamérica
Respecto a América Latina, el reporte del WEF señala que la región continúa
experimentando una desaceleración desde 2012, ya que la caída en los precios de
los commodities (como el petróleo) se suma a bajos niveles de comercio,
inversión, ahorro y productividad.
“En lo positivo, algunos países son susceptibles a beneficiarse de la
recuperación de Estados Unidos, debido a sus fuertes vínculos comerciales y de
inversión”.
Chile y Panamá se mantuvieron como las mejores economías de la zona respecto
al año anterior, aunque México y Colombia se acercaron a los primeros lugares
tras sus avances de este año de cuatro y cinco posiciones respectivamente.
En tanto que Bolivia, Brasil y El Salvador sufrieron fuertes descensos. “Los
tres países sufren de deterioro de las instituciones y baja estabilidad en el
desempeño macroeconómico”, indica el texto.
La mayoría de los países se encuentran en la parte media del ranking, aunque
Venezuela (132) y Haití (134) se ubican en los últimos sitios de éste.
“Hay un sentido de urgencia para la región para superar sus retos de
productividad para mejorar la competitividad, incluso en un entorno de menor
crecimiento económico”.
Impulsar competitividad a nivel global
A nivel global, el no abrazar las reformas estructurales a largo plazo que
impulsen la productividad y el talento está perjudicando la capacidad de la
economía para mejorar los niveles de vida, resolver el alto desempleo y mejorar
la resistencia a crisis futuras, destaca el Informe de Competitividad Global.
“(Hay) una correlación entre los países altamente competitivos y los que han
resistido bien la crisis económica mundial o se han recuperado rápidamente de
la misma. El fracaso, particularmente de los mercados emergentes, para mejorar
la competitividad desde la recesión sugiere que futuras crisis de la economía
mundial podrían tener consecuencias profundas y prolongadas.”, indica el
documento.
Suiza lideró el ranking por séptimo año consecutivo, gracias a que “su
fuerte desempeño en los 12 pilares explica su notable capacidad de recuperación
de la crisis y las posteriores”.