No se tomó en cuenta un crédito bancario
Se
reportaron parcialmente emisiones bursátiles
Ahorros
se dan a costa de incumplimiento de pago
El diputado local panista Julen Rementería del Puerto puso en
entredicho la calificación de BBB+ (bajo riesgo de impago) que otorgó la
calificadora Ficht Ratings a las finanzas de Veracruz; señaló que no se tomaron
en cuenta los adeudos obtenidos a través de bursatilizaciones.
Añadió que la información dada a las calificadoras
internacionales fueron verdades a medias; en el contexto real lo que se ve es
un sinfín de adeudos a los distintos sectores que componen la entidad
veracruzana.
Refirió que dentro del informe que proporcionó el gobierno
estatal se ocultó un crédito de mil 500 millones de pesos solicitado al Banco
del Bajío, incluso este no se encuentra reportado dentro del presupuesto de
egresos.
Abundó en el hecho de no considerarse emisiones correspondientes
al impuesto sobre la tenencia, contratadas a través de unidades y otras tres
pertenecientes a las participaciones.
El integrante de la Comisión de Hacienda del Estado en el
Congreso Local, explicó que por la emisión VRZCB 2006, el gobierno recibió
$5,123 millones de pesos, que con corte al 27 de mayo la deuda ascendió a
$6,753 mdp; esto quiere decir que debemos $ 1,535 millones más de lo que nos
prestaron.
De igual forma se encuentra la emisión VERACB12U donde se
recibieron $2,299 mdp y ahora se debe $2,043 mdp, esto aumentó en 143 millones
más.
El legislador albiazul declaró que al hacer la sumatoria del
aumento de las emisiones mencionadas da como resultado una deuda de mil 678 mdp
más de lo que en un inicio se otorgó; en este sentido precisó que al ser por
unidades el compromiso económico tiende a ascender debido a la inflación.
Esto explica por qué Veracruz mantiene su capacidad crediticia,
aunado a las reformas recaudatorias que aumentaron la entrada de ingresos y la
cual se cuenta como criterio calificador; entre las que se encuentran las
aplicadas por la Ley de Salud, de Tránsito y el Código Financiero.
El congresista agregó que hay una realidad social que deja en
claro que no existe un criterio aplicable de ahorro, a menos que se refiera al
“ajuste del cinturón” aplicado a los distintos rubros donde se dejó de pagar
los compromisos y programas asignados, “en esos ahorros no hay transparencia ni
claridad”, puntualizó.
“Vanagloriarse con calificaciones que otorga el sistema
capitalista, a través de organismos alejados de lo local, y los cuales
persiguen sus propios fines y objetivos económicos no es lo más juicioso, el
negocio de estas empresas es el crédito, y no olvidemos que por culpa de estas
calificadoras, se produjo la crisis mundial del 2008, cuando dieron luz verde a
quien no podía endeudarse más” remató Rementería del Puerto.