El Vaticano denunció la publicación de una carta
privada que fue enviada al Papa Francisco por varios cardenales en la que se
quejaban abiertamente de cómo funciona el sínodo de obispos. La carta fue
publicada junto con el nombre de trece cardenales que supuestamente la
firmaron, entre ellos el mexicano Norberto Rivera.
AP/ El Economista
Foto: AFP |
El vocero del Vaticano denunció el martes 13 de octubre
la publicación de una carta privada de varios cardenales dirigida al papa
Francisco con quejas acerca del modo en que funciona su sínodo de obispos sobre
la pastoral familiar y recordó a los responsables que los procedimientos están
fijados y que están obligados a respetarlos.
El portavoz vaticano,
reverendo Federico Lombardi, buscó poner fin a la discusión sobre la
controversia después que un periodista italiano publicó la carta el lunes 13 de
septiembre y nombró a trece cardenales que supuestamente la firmaron.
Cuatro de ellos negaron
haberla firmado, pero el encargado de finanzas del Vaticano, cardenal George Pell,
confirmó que apoyó la iniciativa de otros prelados conservadores de quejarse
directamente ante el papa sobre una supuesta falta de flexibilidad en el
proceso del sínodo que su juicio equivale a crear "resultados
predeterminados".
La carta, escrita en inglés,
dijo que el documento de trabajo para el sínodo era problemático, como también
el comité de redacción del documento final puesto que sus miembros fueron
designados por el pontífice y no elegidos por los 270 miembros del sínodo.
La carta advierte que si el
sínodo enturbia las enseñanzas eclesiásticas sobre el matrimonio, la Iglesia
católica se arriesga a seguir el camino de las iglesias protestantes
"liberales" que, según la carta, se han desplomado debido a que
abandonaron "elementos clave de la creencia y práctica cristianas en
nombre de la adaptación pastoral".
Pell ha estado a la
vanguardia de la resistencia conservadora a los intentos de los liberales en el
sínodo de flexibilizar la prohibición de administrar la comunión a los
católicos vueltos a casar fuera de la Iglesia. La enseñanza católica sostiene
que, sin esa anulación, esos católicos incurren en adulterio y no pueden
recibir los sacramentos.
Lombardi dijo el martes que
el papa Francisco ya ha respondido a las quejas y que no es inusual que se
formulen "observaciones" sobre nuevos procedimientos. "Pero una
vez establecidos, (los participantes) deben comprometerse a ponerlos en
práctica del mejor modo posible, lo que está sucediendo".
Agregó que el proceso del
sínodo se lleva a cabo en un ambiente positivo y que incluso algunos de los
supuestos signatarios de la carta son moderadores de sus grupos de discusión,
un indicio de que están comprometidos con el proceso.