martes, 13 de octubre de 2015

EL VATICANO DENUNCIA PUBLICACIÓN DE CARTA PRIVADA

El Vaticano denunció la publicación de una carta privada que fue enviada al Papa Francisco por varios cardenales en la que se quejaban abiertamente de cómo funciona el sínodo de obispos. La carta fue publicada junto con el nombre de trece cardenales que supuestamente la firmaron, entre ellos el mexicano Norberto Rivera.


El vocero del Vaticano denunció el martes 13 de octubre la publicación de una carta privada de varios cardenales dirigida al papa Francisco con quejas acerca del modo en que funciona su sínodo de obispos sobre la pastoral familiar y recordó a los responsables que los procedimientos están fijados y que están obligados a respetarlos.


El portavoz vaticano, reverendo Federico Lombardi, buscó poner fin a la discusión sobre la controversia después que un periodista italiano publicó la carta el lunes 13 de septiembre y nombró a trece cardenales que supuestamente la firmaron.

Cuatro de ellos negaron haberla firmado, pero el encargado de finanzas del Vaticano, cardenal George Pell, confirmó que apoyó la iniciativa de otros prelados conservadores de quejarse directamente ante el papa sobre una supuesta falta de flexibilidad en el proceso del sínodo que su juicio equivale a crear "resultados predeterminados".

La carta, escrita en inglés, dijo que el documento de trabajo para el sínodo era problemático, como también el comité de redacción del documento final puesto que sus miembros fueron designados por el pontífice y no elegidos por los 270 miembros del sínodo.
La carta advierte que si el sínodo enturbia las enseñanzas eclesiásticas sobre el matrimonio, la Iglesia católica se arriesga a seguir el camino de las iglesias protestantes "liberales" que, según la carta, se han desplomado debido a que abandonaron "elementos clave de la creencia y práctica cristianas en nombre de la adaptación pastoral".

Pell ha estado a la vanguardia de la resistencia conservadora a los intentos de los liberales en el sínodo de flexibilizar la prohibición de administrar la comunión a los católicos vueltos a casar fuera de la Iglesia. La enseñanza católica sostiene que, sin esa anulación, esos católicos incurren en adulterio y no pueden recibir los sacramentos.

Lombardi dijo el martes que el papa Francisco ya ha respondido a las quejas y que no es inusual que se formulen "observaciones" sobre nuevos procedimientos. "Pero una vez establecidos, (los participantes) deben comprometerse a ponerlos en práctica del mejor modo posible, lo que está sucediendo".



Agregó que el proceso del sínodo se lleva a cabo en un ambiente positivo y que incluso algunos de los supuestos signatarios de la carta son moderadores de sus grupos de discusión, un indicio de que están comprometidos con el proceso.

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