VILLAHERMOSA, Tab.,
(apro/ Proceso.com.mx).- La necropsia practicada por médicos legistas de la
Fiscalía General del Estado (FGE) reveló que los presuntos secuestradores que
fueron capturados vivos y después aparecieron muertos tras la balacera
registrada el pasado viernes 14, fueron ejecutados y recibieron el tiro de
gracia.
En el enfrentamiento murieron tres policías y cinco presuntos
secuestradores. Dos de estos últimos estaban vivos cuando fueron capturados y
después aparecieron muertos, según la versión oficial, a causa de las heridas
que sufrieron en el enfrentamiento
Sin embargo, un diario local que tuvo acceso a la necropsia informó que
los dos cuerpos, el de la bailarina Sagrario Negrete Marín y el mesero Daniel
Tadeo de la Cruz Martínez, presentaban por lo menos ocho impactos de arma de
fuego calibre 9 mm.
Sagrario recibió balazos en el lado derecho de su rostro, pómulo, boca,
mejilla y uno más en la frente que le provocó destrucción de la masa
encefálica.
Daniel Tadeo, mesero del bar “La Doña” donde Sagrario era bailarina, fue
baleado en la espalda, costilla derecha y cabeza.
La necropsia contradice la versión de la Secretaría de Seguridad Pública
(SSP) de que Sagrario y Daniel Tadeo murieron por sus heridas durante el
traslado a un hospital luego de ser arrestados.
“Las dos personas detenidas fallecieron después que se le dieron los
primeros auxilios ante su gravedad, presumiendo que fue por las lesiones que se
provocaron durante los enfrentamientos”, informó el titular de la SSP, Sergio
Ricardo Martínez Ruiz, luego de la balacera.
Según su versión, cinco presuntos secuestradores huían sobre la
autopista al municipio de Cárdenas, Tabasco, en un automóvil Jetta rojo desde
el que dispararon contra la policía y luego perdieron el control del vehículo
que cayó en la cuneta central y se impactó contra un árbol.
Cuando los policías llegaron al lugar “se percataron que habían tres
cuerpos sin signos vitales y dos personas más que presentaban lesiones graves”.
Ante la situación, los condujeron al hospital más cercano para su
atención, sin embargo, un elemento de custodia de la patrulla, “indicó que
observaba mayor gravedad de los heridos, por lo que se detuvo la unidad y se
les practicaron los primeros auxilios en espera de la ambulancia, más éstos
fallecieron momentos después, presumiendo que fue por las lesiones que se
provocaron durante los enfrentamientos”, señala la versión oficial.
Los presuntos delincuentes intentaron secuestrar a un hombre en el
centro de Villahermosa y en su huida asesinaron a tres policías e hirieron a un
agente de tránsito.
María Arévalo Torres, de 95 años, abuela de Virgilio, Fredy y Herminio
Almeida, quienes murieron luego de que se impactó el vehículo Jetta en el que
iban con un árbol, denunció que sus nietos fueron asesinados por la policía
porque fueron capturados vivos.
La señora y sus nietas Severiana y Crystel, se presentaron en un
programa de radio para hacer la denuncia y exigir a FGE toda la verdad de estos
hechos.
“Si ya los tenían, para qué matarlos después”, reprochó Severiana.
El titular de la FGE, Fernando Valenzuela Pernas, se comunicó al
programa de radio y confirmó que, desde el mismo día de la matanza, se abrió
una investigación y ofreció recibir a los familiares de los hermanos Almeida.
Por su lado, Virginia García Gervasio, detenida y única sobreviviente
del grupo de presuntos plagiarios, reiteró que trabajaba como mesera en el bar
“La Doña” y que, junto con Sagrario, fueron contratadas por los hermanos
Almeida para irse de juerga, a la que también se unió el mesero Daniel Tadeo.
Presa en el Centro de Reinserción Social del Estado (Creset), García
Gervasio rechazó haber disparado contra los policías que perdieron la vida.