Renault inició una auditoría interna tras el arresto de Ghosn, pero los resultados aún no han sido revelados, tampoco se sabe si la forma iniciará planes de reestructura.
Charles Riley y Jethro Mullen/ Expansión
LONDRES - Renault se enfrenta a una decisión difícil acerca de su CEO, Carlos Ghosn, después de que Nissan compartiera detalles de una investigación que derivó en su arresto y acusación en Japón.
Los miembros del equipo legal de Nissan informaron a los abogados del fabricante de automóviles francés en París el lunes, el primer intercambio de información sobre el caso entre las empresas socias desde el arresto de Ghosn en Tokio el 19 de noviembre, de acuerdo con una fuente familiarizada con el tema.
Los problemas legales de Ghosn han puesto en duda el futuro de la alianza que forjó entre Renault, Nissan y Mitsubishi Motors, y le han costado la presidencia en ambos fabricantes japoneses.
Hasta ahora, Renault ha tomado una ruta distinta al nombrar a un director interino, pero manteniendo a Ghosn en su puesto como CEO y presidente. La empresa declaró el lunes que no había visto detalles de las acusaciones en su contra.
Renault rechazó hacer comentarios el miércoles cuando fue cuestionada sobre el informe legal del lunes.
Los fiscales de Tokio acusaron a Ghosn de 64 años el lunes por reportar ingresos inferiores a la realidad en Nissan en las presentaciones corporativas en cerca de 5,000 millones de yenes (44 millones de dólares) entre 2010 y 2015.
También lo arrestaron por acusaciones adicionales de reportar ingresos inferiores por más de 4,200 millones de yenes (38 millones de dólares) entre 2015 y 2017. Permanecerá bajo custodia policial hasta al menos el 20 de diciembre.
La emisora pública japonesa NHK informó el lunes, citando fuentes no identificadas, que Ghosn niega las acusaciones en su contra.
Nissan dijo el mes pasado que una investigación interna había puesto al descubierto una falta financiera “significativa” por parte de Ghosn y Kelly, luego del reporte de un informante.
"La evidencia presentada a la junta directiva de Nissan el mes pasado fue sustancial y suficientemente convincente para resultar en un voto unánime. Creemos que cualquier revisión objetiva de esta evidencia la encontraría igualmente convincente”, dijo un portavoz de Nissan el miércoles.
Renault inició una auditoría interna tras el arresto de Ghosn, pero los resultados aún no han sido revelados.
No está claro si el intercambio de evidencia en contra de Ghosn, autorizado por los fiscales de Tokio, causará que Renault cambie su enfoque sobre la crisis.
La acusación de Ghosn también plantea la posibilidad de una batalla judicial desafiante para el líder empresarial brasileño pues ingresó una queja contra su detención a principios de esta semana, pero fue rechazada por la corte de Tokio.
En Japón, más del 99% de las personas acusadas de un crimen son eventualmente condenadas, de acuerdo con los expertos. El castigo máximo en Japón por presentar una declaración financiera falsa es de 10 años de prisión y una multa de 10 millones de yenes (89,000 dólares).
Tanto Nissan como Renault han dicho que el arresto de Ghosn no afectará a su alianza, que produce uno de cada nueve vehículos del mundo. Los funcionarios de los gobiernos de Francia y Japón han hecho eco de esas intenciones.
