Protagonistas
Invisibilizadas
Por Billie J Parker
Palabra de Mujer (Columna)
El respeto a las mujeres es la base de la convivencia
pacífica, de una sociedad más justa y próspera. La tarea de construir una vida
digna sin violencia para las mujeres es colectiva y es de amplio espectro, pero
algunos segmentos sociales se dejan de lado: Periodistas, adultas mayores, con
discapacidad, indígenas y otros grupos vulnerables.
La lucha contra la discriminación no se puede ganar
sin alianzas para informar y discutir los retos nacionales más urgentes que alimentan
la desigualdad y la violencia planteo Alexandra Haas, presidenta del Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), al reconocer el
excepcional papel de las mujeres periodistas en ese compromiso.
Pese a que las autoridades y el legislativo presumen
comisiones de “protección” a quienes ejercen el agraviado periodismo, el
desconocimiento del papel y situación de las mujeres periodistas, atenta contra
las libertades esenciales de una sociedad que se precie de querer avanzar en la
eliminación de la desigualdad.
¿Cuántas mujeres periodistas han sido denunciadas con
los nuevos mecanismos para acallar a la prensa? ¿Cuántas despojadas
injustificadamente de sus empleos? ¿Cuántas agresiones, asesinatos,
intimidaciones, son invisibles? ¿Cuantos acosos a sus familias? Poco se
sabe. Sólo se conocen casos de algunas que tienen reflectores, las
demás permanecen en el anonimato hasta que las matan o las amordazan. Cuando un
político las trata con mecanismos patriarcales y osan levantar la voz son atacadas
fieramente, hasta por su mismo sector.
Se ignora la violencia contra las mujeres periodistas
para no comprometerse con su circunstancia, no coadyuvar a su capacitación y
seguridad o, seguir siendo omisos en los análisis de la problemática del
periodismo con perspectiva de género pero, sobre todo, se invisibiliza la
discriminación que sufren porque les conviene mermar la fuerza de la libertad
de expresión y la defensa de los derechos humanos que las mujeres periodistas
despliegan al escribir.
.
Excluir la voz de los grupos vulnerables, sobre todo
de las mujeres, es parte de la violencia estructural en la que vivimos. Por
ello muchos y muchas con mentalidad patriarcal atacan al lenguaje inclusivo,
alegando gramática y desconociendo que el lenguaje es la ventana “de aquello
que acusáis”, la invisibilidad de las mujeres, del otro, de la otra, del
diferente.
Las mujeres que reportean, editan, comunican, se
erigen como uno de los grupos más vulnerables debido al incremento de la
violencia de género, la inseguridad pública, inestabilidad y explotación
laboral, indefensión institucional y social, además de las continuas campañas
de desprestigio en el desempeño de su labor de informar.
Las mujeres periodistas enfrentan una creciente
campaña de descrédito e incluso, discursos de odio en su contra, desde dentro
como fuera del sistema. Maniobra que ha sido articulada para incidir en el
imaginario colectivo, por un régimen que está exhibiendo una documentada
regresión en los derechos humanos y la libertad de expresión, para ocultar su
corrupción y permanecer en el poder.
Quienes ejercen el periodismo se encuentran dentro de
una maquinaria donde se crean y reproducen las tramas dominantes, y por la
vulnerabilidad integral de las mujeres periodistas, ellas, además de víctimas
de discriminación de género, se encuentran en la indefensión ante
amenazas constantes, acoso -incluso de compañeros-, agresiones verbales,
sexuales, físicas, y otras agresiones.
Autoridades les ponen “cola” física y virtualmente, a
ellas y a sus familias para espiarlas y les hacen ciberbullying. La descalificación
sistemática, la criminalización, los engaños para someter y hasta apropiación
de su creatividad, son prácticas comunes. Atender las violaciones a los
derechos humanos de las periodistas es atender la visibilización de las
violencias contra las mujeres.
Para el avance de la igualdad sustantiva es
trascendental que medios y Estado se comprometan con la plataforma de Beijing
párrafo 243 para fomentar la investigación y la aplicación de una estrategia de
información, educación y comunicación orientada a estimular la presentación de
una imagen equilibrada de las mujeres y las jóvenes y de las múltiples
funciones que ellas desempeñan.
Que en sus textos adopten medidas efectivas, que
incluyan normas legislativas pertinentes, contra la pornografía y la proyección
de programas en los que se muestren escenas de violencia contra mujeres y niños
en los medios de difusión.
Sin embargo y debido a este contexto de violencia no
tienen la oportunidad de incorporar en su quíntuple jornada, capacitación con enfoque
de género y buenas prácticas para dar un giro rupturista al ciclo perverso de
reciclar el discurso patriarcal de las violencias hacia las mujeres en los
medios de comunicación.
La violencia contra las mujeres periodistas no solo
limita sus derechos, sino que esas violencias incuban más violencia, por lo que
urge examinar las agresiones a las que son sometidas las reporteras, y las
violencias -que acusan que ellas generan- al no percatarse del discurso
patriarcal en las que están inmersas, propio del alegato dominante.
De acuerdo al apartado J del acuerdo de Beijing, se
debe apoyar el desarrollo de nuevos medios optativos y la utilización de todas
las formas de comunicación, y proporcionar financiación, según proceda, para
difundir la información dirigida a la mujer y sobre la mujer y sus intereses.
No obstante no hay financiamiento para ellas, ni paridad de género en la
distribución de la propaganda oficial.
Por lo que apremia una ley para desarrollo y bienestar
que proteja y apoye un periodismo independiente en el estado de Veracruz con
enfoque de género, mismo que fue planteado en la reciente reunión de LIVEA A.C.
con la diputada federal, Anilú Ingram. Legisladora, vicecoordinadora de la
bancada del PRI, quien emprendió un acercamiento a distintos grupos sociales en
Veracruz para escuchar y rescatar la representación social que su partido
perdió.
A la también Secretaria general de la Comisión de
infraestructura e integrante de Desarrollo social se le propuso
construir un mecanismo que exija y de seguimiento a los tres niveles de
gobierno para que cumplan con protocolos de seguridad y protección a
periodistas con enfoque de género.
A la también Secretaria general de la Comisión de
infraestructura e integrante de Desarrollo social se le propuso
construir un mecanismo que exija y de seguimiento a los tres niveles de
gobierno para que cumplan con protocolos de seguridad y protección a
periodistas con enfoque de género.