Los fuertes vientos derribaron árboles y postes eléctricos, dejando nueve
provincias enteras sin electricidad, mientras las inundaciones y pequeños
deslizamientos de tierra dejaron intransitables 25 carreteras y puentes.
AP/ El Financiero
MANILA.- El tifón Koppu se
debilitó después de golpear el domingo con vientos intensos el noreste de Filipinas, ocasionando
al menos dos muertos, 16 mil desplazados y dejando provincias enteras sin
electricidad, dijeron las autoridades.
Militares
y policías fueron enviados para rescatar a gente atrapada por inundaciones en
los poblados más afectados de Aurora, donde el tifón tocó tierra la madrugada
del domingo, y Nueva Ecija, una provincia arrocera cercana donde las
inundaciones cubrieron de agua los cultivos justo en la época de la cosecha.
Luego de golpear el sábado a la medianoche el municipio de Casigurán, en
la provincia de Aurora, el tifón se debilitó, cercado por la cordillera de la
Sierra Madre y una zona de alta presión en el norte de país, así como otro
tifón lejano en el este del Pacífico, dijo la meteoróloga gubernamental, Gladys
Saludes.
Los fuertes vientos derribaron árboles y postes eléctricos, dejando nueve
provincias enteras sin electricidad, mientras las inundaciones y pequeños
deslizamientos de tierra dejaron intransitables 25 carreteras y puentes. Las
autoridades suspendieron decenas de vuelos y viajes por mar debido a la tormenta,
y muchas ciudades cancelaron las clases para el lunes.
El domingo por la noche, el tifón tocaba la provincia montañosa norteña de
Ifugao y seguía debilitándose. Tenía vientos de 130 kilómetros (80 millas) por
hora y ráfagas de más de 160 kilómetros (100 millas) por hora, y soplaba hacia
el norte a tan sólo 5 kilómetros (3 millas) por hora, de acuerdo con la agencia
meteorológica gubernamental. Se espera que se debilite a tormenta tropical para
el lunes por la noche y que abandone la isla principal del norte, Luzón, el
miércoles.
Mientras
las condiciones climatológicas comenzaron a mejorar en algunas poblaciones y
los aldeanos empiezan a limpiar las carreteras de árboles caídos y escombros,
el tifón Koppu seguía repleto de ferocidad que podría desencadenar
desprendimientos de tierra e inundaciones, dijeron las autoridades.
"Estamos pidiendo a nuestros compatriotas no confiarse", declaró
Alexander Pama, quien dirige la oficina gubernamental de respuesta a desastres,
citando cómo el agua de lluvia podría caer en cascada desde las laderas tras el
paso de Koppu y e inundar aldeas.
Un adolescente murió al caerle un árbol, que también lesionó a cuatro personas
y dañó tres casas en el suburbio de Quezon, en la metrópoli de Manila. En la
ciudad de Subic, en el noroeste de Manila, una pared de concreto colapsó y mató
a una mujer de 62 años e hirió a su marido.