Los integrantes de la CNTE decidieron adelantar cuatro días el inicio de clases en Oaxaca en rechazo a la reestructuración del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO). Foto: @fatycl2 |
Por Redacción / Sin Embargo
Ciudad de México, 20 de agosto
(SinEmbargo/EFE).– El ciclo escolar 2015-2016 inició este jueves en los planteles de
educación básica de Oaxaca que se encuentran bajo el control de los maestros de
la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Las escuelas del centro del estado y de municipios aledaños
abrieron sus puertas desde las 7:30 horas de la mañana, y las clases comenzaron
en punto de las 8:00.
En entrevista esta mañana con Radio Fórmula,
Rubén Nuñez Gines líder de la Sección 22 dijo que el magisterio creó un
calendario alternativo al de la Secretaría de Educación Pública (SEP) pues
“consideramos que a nadie más que a los maestros, los estudiantes y los padres
de familia son los responsables del proceso educativo en Oaxaca”.
Asimismo aclaró que el próximo lunes 24 de agosto día en que
inicia el ciclo escolar de acuerdo con el calendario de la SEP todos los
maestros de la CNTE trabajarán de manera normal.
“El regreso a clases comienza
como marca el inicio del ciclo escolar, el 24 de agosto”, al igual que en el
resto del país, confirmó hoy a Efe Moisés Robles, titular del Instituto
Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Robles es el flamante titular de este organismo reformado el
pasado 21 de julio por las autoridades para quitar al sindicato el control que
durante casi 25 años tuvo sobre esa entidad.
La decisión es parte de una Reforma Educativa promulgada por el
presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), que ha representado una inversión
superior a los 7 mil 500 millones de pesos .
La reforma incorpora prácticas internacionales, la autogestión de
centros por parte de directores padres y una evaluación docente demandada desde
hacía años y criticada por los sindicatos.
Aunque existen rumores de que
el más combativo de ellos, la rama oaxaqueña de la Coordinadora Nacional de la
Educación, puede ocupar por la fuerza centros educativos, el líder de la CNTE
en Oaxaca, Rubén Núñez, dijo esta semana a Efe que, en esta ocasión, optarán por la
“resistencia civil pacífica”.
Núñez advirtió que comenzarán clases este jueves para desmarcarse
del calendario oficial y mostrar su compromiso con las comunidades de uno de
los estados más pobres e indígenas de México.
Ese extremo fue matizado luego por Robles, según el cual los
profesores arrancarán sus labores antes pero para preparar el material
didáctico y acondicionar las aulas.
Huelgas, marchas y medidas de boicot han marcado durante años la
educación en Oaxaca, donde la CNTE cuenta con 80 mil de sus 200 mil afiliados,
y han postergado la formación escolar de miles de niños, además de poner en
jaque a presidentes, como sucedió con Vicente Fox en 2006.
En la actualidad, sin embargo, nada parece alterar el sentir
general en ese estado de que es indispensable una ordenada vuelta a las aulas
de los 950 mil niños que cursan primaria allí.
“La decisión del magisterio de regresar a clases es la acertada, y
rompe la lógica gubernamental” de buscar “provocación”, valoró el dirigente de
la organización Servicios para una Educación Alternativa (Educa), Marcos Leyva.
“Afortunadamente van a regresar a clases. Los maestros hacen bien
en no oponer resistencia a esta medida”, agregó Elsa Patricia Camacho, madre de
dos estudiantes.
Francisco Martínez, que tiene tres hijos, reclamó un regreso a
clases sosegado para mejorar el bajo nivel educativo local.
“Ni mi esposa ni yo podemos
diferenciar las palabras y tenemos muchas faltas de ortografía, como nuestra
hija de 9 años”, confesó a EFE.
Según una encuesta difundida tras la transformación del IEEPO, una
acción que la CNTE calificó de “provocación”, un 43.4 por ciento de los
oaxaqueños apoya esa medida, por un 35.2 por ciento que la rechaza.
La renovación del organismo implicó el despido del 80 % de los
cargos directivos adscritos al sindicato que al mismo tiempo recibían otro
salario por impartir clases.
El edificio del nuevo IEEPO se abrió el pasado 29 de julio sin
registrar incidentes y bajo la vigilancia de la Policía Federal y la
Gendarmería, que sustentan el estado de relativa tranquilidad que se respira en
Oaxaca.
Aunque Robles aclara que en las escuelas no habrá uniformados,
pues allí “no hay mejores garantes que los padres”, parte de la ciudadanía
critica la fuerte presencia de policías.
Especialmente en la capital,
donde se han instalado en edificios públicos y realizan constantes recorridos
por las calles y sobrevuelos en helicóptero, como pudo constatarEFE.
La representante de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la
Equidad de Oaxaca, Yésica Sánchez, lo considera un “estado de sitio y
excepción”, y denuncia que hay activistas que temen salir a la calle por temor
a ser detenidos.
Por contra, el presidente de la Confederación Patronal de la
República Mexicana (Coparmex) en Oaxaca, Benjamín Hernández, subraya que la
presencia policial era una “solicitud de la sociedad” desde hacía “mucho
tiempo”.
Hernández recuerda que el
conflicto con el magisterio “ha generado grandes afectaciones, no sólo en la
parte económica, sino sobre todo en la parte de los niños y de la sociedad”.