domingo, 10 de abril de 2011

RENDICIÓN DE CUENTAS Y EL CASO DEL ESTADO DE VERACRUZ













COYUNTURA POLÍTICA XXI
Raúl Abraham López Martínez*

En su escrito “Calidad democrática entre líderes y partidos” el destacado politólogo italiano Leonardo Morlino considera que la rendición de cuentas o responsabilidad política “es la dimensión por la cual los líderes electos tienen la obligación de responder por sus decisiones frente a los ciudadanos-electores o a otros órganos constitucionales encargados de ello.”  Esta propuesta conceptual de rendición de cuentas de Morlino se encuentra articulada por los siguientes tres elementos: información, justificación y castigo y recompensa.
Para que se pueda presentar una adecuada rendición de cuentas es necesario contar con información “sobre el acto o bien sobre la complejidad de la actividad de un político o incluso de un órgano político entero (el gobierno, el parlamento, y así sucesivamente)”, esta cuestión es fundamental, porque permite iniciar el proceso de rendición de cuentas, ya que sólo con información, tanto los integrantes de la sociedad civil y cada uno de los órganos del gobierno, se van a encontrar en condiciones de emitir juicios y acción políticas y legales sobre asuntos de interés púbico. 
El segundo elemento “se refiere a las razones provistas por el gobernante para su comportamiento y, por lo tanto, de sus decisiones”,  es decir que el gobernante o la institución expongan su justificación en torno a los actos cometidos.
Sobre el tercer elemento, hace referencia a “la actitud que asume el elector que reflexiona sobre la información que tiene, sobre las justificaciones dadas y sobre sus expectativas e intereses.”. En este nivel el ciudadano o las instituciones van a estar en condiciones para recompensar los hechos políticos o para rechazarlos y por ende castigar a los autores de las malas decisiones.
En los tres aspectos, señala Morlino, es “crucial la existencia de una dimensión pública con características de pluralismo e independencia, y con la participación concreta de diversos actores individuales y colectivos.”
Mencionado lo anterior el también autor del libro “Democracias y democratizaciones”, propone conceptualizar dos tipos de rendición de cuentas.  "La rendición de cuentas puede ser electoral e inter-institucional. La rendición de cuentas electoral es aquella en la que los electores pueden hacer demandar frente a los gobernantes electos, a propósito de los actos cumplidos por este último.” En la rendición de cuentas de tipo electoral, el voto de los electores se convierte en el instrumento por excelencia para premiar o castigar a los partidos políticos y sus candidatos. Sujetándose este tipo de interacción política a los distintos periodos definidos por el calendario electoral. Teniendo que esperar hasta el día de las elecciones para ejercer este tipo de rendición de cuentas. 
Sobre la rendición de cuentas inter-institucional  no dice Leonardo Morlino que es “la responsabilidad que los gobernantes tienen respecto de otras instituciones, o frente a actores colectivos que tienen conocimientos y poderes para valorar el comportamiento de los gobernantes. Esta caracterizada por su continuidad, por ser formal o legalmente instituida y en cuanto configura una relación entre iguales."
Aterrizando estos conceptos, por ejemplo en el caso de Veracruz. De entrada nos encontramos con un conjunto de dificultades que impiden la concreción de una adecuada rendición de cuentas, ya sea electoral o inter-institucional.
La primera observación empírica que es obligada considerar corresponde a una incipiente dimensión pública con características de pluralismo e independencia. Cuestiones que se han visto reflejadas en el férreo pacto económico y político que ha caracterizado la relación entre la mayoría de los medios de comunicación y el gobernador en turno.      
Un pacto que ha convertido a estos medios de comunicación en los voceros del poder, denigrando su función pública de mediadores entre la sociedad civil y el Estado.
La falta de alternancia política en Veracruz, es otro aspecto que hay que valorar al tocar el tema de la rendición de cuentas. Debido a que es precisamente esta falta de alternancia en el Poder Ejecutivo Local lo que ha inhibido el adecuado funcionamiento de los organismos descentralizados para ejercer la función de fiscalizadores que legalmente les corresponde.
En este contexto político de falta de alternancia, en donde lo que predomina es el compromiso de cubrirle la espalda al gobernador saliente, los veracruzanos no contamos con la información clara sobre cuánto asciende la deuda que dejó Fidel Herrera Beltrán.
De esta manera, los ciudadanos en lo individual y en lo colectivo se encuentran incapacitados para realizar una adecuada rendición de cuentas del gobernador saliente y por supuesto también resulta imposible exigirle a Javier Duarte  que rinda cuentas sobre las decisiones que ha tomado en su gobierno.
Esta falta de rendición de cuentas en Veracruz, representa un déficit en el ámbito de la construcción política de la democracia que es necesario modificar, de lo contrario las tensiones políticas entre la sociedad civil y el gobierno van a ir aumentando, expresándose estas tensiones en la manifestación pública de distintos conflictos políticos y sociales que pueden derivar en una respuesta violenta por parte de la autoridad.   

 
*  Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria  www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx  facebook.com/raul.lopezmartinez

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