Rúbrica
Asesinados en caliente
Por Aurelio Contreras Moreno
Acorde con el neoporfirismo con el que se
asumió y aún se asume el gobierno del municipio de Orizaba, su policía actúa
bajo una consigna acuñada por el ex dictador mexicano: a quien resulte sospechoso
para la “autoridad”, se le mata en caliente.
La madrugada de este jueves, dos jóvenes
profesionistas fueron ejecutados por seis elementos de la policía municipal de
Orizaba a la puerta de su domicilio, muy cerca de la plaza de toros. Las
personas ultimadas por los gendarmes fueron los hermanos Ernesto y Román Pérez
González, de 33 y 30 años de edad, respectivamente.
Al amanecer, el reporte de los uniformados
fue que a las 5:15 am habían sido “atacados” desde una camioneta Jeep Patriot
blanca, por lo que iniciaron una persecución que culminó en la “casa materna”
de los supuestos agresores, a la que pretendieron entrar antes de ser
“abatidos”.
Pero la versión de la familia de las víctimas
es completamente distinta. Román Pérez salió a divertirse a un bar y la policía
habría intentado detenerlo, presuntamente por conducir en estado etílico. Al no
hacer caso y huir rumbo a su casa, fue perseguido por los patrulleros hasta su
domicilio, donde al bajar de su vehículo, lo mataron a balazos.
Sus padres aseguran que su otro hijo, Ernesto
Pérez, se encontraba durmiendo en su casa, y que al escuchar las detonaciones
salió a auxiliar a su hermano. Fue recibido a tiros por los policías, muriendo
ahí mismo también.
Como es su costumbre, el gobierno orizabeño
propaló a través de las redes sociales y sus canales oficiales de comunicación
que se había tratado de un “enfrentamiento” y que los asesinados por los
policías eran “delincuentes”. Solamente la reacción de quienes los conocían
como profesionistas honrados, uno odontólogo y el otro maestro de matemáticas,
desmintió la acción criminalizante operada por la autoridad municipal por
órdenes del superior directo de los gendarmes, el -al parecer inamovible-
director de Gobernación del Ayuntamiento, Juan Ramón Herebia.
Sobre este funcionario y sus policías pesan
un sinfín de señalamientos por abuso de autoridad, tanto durante la actual
administración que encabeza Igor Rojí, como desde los dos periodos como
presidente municipal de Juan Manuel Diez Francos, en los cuales Herebia
desempeñó las mismas funciones como jefe de la policía municipal.
Tan solo el pasado 5 de julio, el profesor y
fotógrafo Oliver Coronado Paz fue detenido arbitrariamente por la policía
municipal por tomar imágenes en la vía pública. De acuerdo con su testimonio,
fue presentado ante el mismo Herebia, quien la emprendió a insultos y amenazas
a su vida pues lo acusó de tomar gráficas a un gimnasio de su propiedad. “Si aun así con
esta advertencia le pasa algo a mi negocio o a mi familia, yo mismo te voy a ir
a sacar de cualquier pinche lugar donde estés, y yo, con mis propias manos, te
voy a abrir para sacarte todas las tripas, y te van a ir a encontrar en un lote
baldío”, le habría dicho Herebia a Coronado, según este último.
Dos
años antes, el activista Jairo Guarneros Sosa fue víctima de
un atentado a balazos luego de encabezar una protesta para exigir la
presentación de policías municipales que impactaron un taxi, matando a una
mujer y dejando malherida a otra. En ese entonces, Juan Ramón Herebia pidió una
“salida digna” para los uniformados y horas más tarde, Guarneros fue baleado.
A todo ello hay que sumar las constantes
agresiones de la policía orizabeña en contra de quien a su juicio “transgrede”
la ley al protestar, vender, transitar o tomar imágenes en las calles del
“pueblo mágico”. O simplemente, contra quien les parece sospechoso de cualquier
cosa. Ni qué decir del brutal incremento de la inseguridad y la violencia en
Orizaba desde que Herebia ocupa el cargo.
Como en todas esas ocasiones, a las críticas
y señalamientos el gobierno municipal orizabeño respondió primero
criminalizando a las víctimas. Y en el colmo del cinismo, ante la avalancha en
redes sociales, el propio Herebia salió a quejarse del “linchamiento” a la
policía municipal “con manifestaciones morbosas y personales, sin fundamento
alguno ni apegadas a la verdad”, dejando en manos de la Fiscalía de Distrito el
dictamen sobre lo que “realmente sucedió”.
Todo apunta a una ejecución extrajudicial. ¿A
los cuántos asesinados en caliente relevarán del cargo a Herebia?
Twitter: @yeyocontreras