*Recorrido de atletas y entrega de
reconocimientos del ayuntamiento
Por Noé Flores Cortés
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Fue un 8 de octubre de 1968, cuando pasó por Córdoba el Fuego Olímpico en su recorrido rumbo a la ciudad de México, donde Queta Basilio ascendió la escalinata del estadio de Ciudad Universitaria para convertirse en la primer mujer en enceder un pebetero olímpico en el mundo entero, en lo que fue el inicio de la apertura hacía el sexo femenino.
En Córdoba un grupo de atletas varones entrenaron varios meses, con jornadas desde las 5 o 6 de la mañana, preparándose para portar la antorcha olímpica, donde las mujeres hicieron valla para ver pasar a los portadores del fuego.
José Murillo que hoy en día sigue como deportista activo en el ciclismo y ganando carreras en su categoría, fue quien encendió el pebetero olímpico en el parque 21 de Mayo aquel 8 de octubre de 1968, ante miles de ciudadanos congregados en el primer cuadro de la ciudad, donde Guillermo García Rivera QEPD fue el anfitrión como alcalde de la ciudad y Orlando “Boris” Lara QEPD, de los coordinadores.
La coordinación del evento y de los deportistas estuvo a cargo del profesor Sergio Vicenttín Luna, Xóchil Ojeda y Dinah Coria entre otros maestros, como lo fue Fernando Pérez Campos QEPD.
A 54 años de distancia se recordó dicho evento y lo hicieron algunos de aquellos portadores del fuego olímpico, hombres y mujeres en el museo de la ciudad donde se encuentra el pebetero, con una antorcha original, decenas de fotos y un gran recuerdo; ahí hubo fuego, porras, ceremonia y la foto del recuerdo.
Salieron del museo y se realizó un recorrido por las principales calles de la ciudad hasta arribar al parque 21 de mayo, donde Pepe Murillo hizo el último recorrido con la antorcha olímpica, ahora llegaron al estrado que instaló el ayuntamiento de Córdoba, con la buena labor de Memo Bautista coordinador de Comude.
Fue precisamente Guillermo Bautista y dos de sus auxiliares y el jefe de Pfrotección Civil, quienes en el estrado entregaron diplomas de reconocimiento a los atletas que portaron el fuego olímpico, no sin antes hacerles llegar a los altetas el saludo del alcalde Juan Martínez Flores y de la sindico Vania López González, que hicieron posible la realización del evento que terminó con la foto del grupo y la promesa de volverse a reunir el próximo año.