domingo, 2 de diciembre de 2018

CLAROSCUROS 

México 1ro de diciembre del 2018: Marxismo, Estructuralismo y Pejismo...

José Luis Ortega Vidal

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En el contexto de las ciencias sociales dos paradigmas marcan el quehacer periodístico profundo.
El estructural-funcionalismo y el materialismo histórico determinan el rumbo de los estudios sobre los cambios históricos en una sociedad determinada.

El cambio de poder celebrado ayer en México va más allá de un relevo sexenal.

Se trata de una coyuntura histórico-política y por tanto el quehacer de sociólogos, antropólogos, politólogos, economistas, comunicólogos y el resto de integrantes de la comunidad científica humanista debe ser colectivo, partir del ayer, analizar cada segundo del hoy y concentrarse en el mañana.

Hemos expuesto antes nuestra visión de que México no se juega el paso del capitalismo al socialismo, sino el choque entre el modelo macroeconómico neoliberal y el modelo macroeconómico estatista.

Para muchos amloístas el neoliberalismo se venció el 1ro de julio pasado.

¿Así fue? Estamos ante una afirmación temeraria y falsa, el equivalente a decir que por el triunfo en una batalla se ha ganado una guerra.

Es fundamental alejarse de la simplicidad. 

Anoche, en el zócalo de la ciudad de México fuimos testigos de una reinvidicación de nuestra pluralidad cultural, lingüística, étnica...

He ahí, en esa diversidad la existencia de un complejo dialéctico mexicano: en nuestra ventaja pluricultural vivimos la desventaja histórico-social llamada popularmente malinchismo (concepto injusto y reflejo del desdén por nosotros mismos) y traducida en el desprecio hacia el mestizaje y los grupos indígenas sobrevivientes de la conquista española en el siglo XVI.

Esa reivindicación constituye una meta  tan noble como difícil de asimilar.

Borrar en un sexenio la semilla de la falta de identidad generada durante cinco siglos es literalmente imposible.

Anoche mismo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció un dato que vincula la macroeconomía con la microeconomía.

La existencia de un mestizaje desdeñado y de culturas nativas y sobrevivientes a la conquista española negadas que se traduce, en lo económico en migrantes que envían anualmente alrededor de 30 mil millones de dólares al país.

Dicha cifra que en el 2016 rebasó apenas los 28 mil millones de dólares, es el equivalente a más del 2 % del Producto Interno Bruto. (2)

Es decir, una parte mayoritaria de la riqueza anual que genera nuestro país se origina en el extranjero y en manos de paisanos que escaparon de la pobreza y reciben trato de cuasi esclavos en Estados Unidos, ya estén legal o ilegalmente en aquel país.

Gracias a esas remesas de gente pobre que envía dinero a familias pobres en diversas regiones de todas las entidades de la República el país no se ha colapsado aunque desde los años 70s se han gestado las condiciones para ello por la corrupción y el fracaso del neoliberalismo.

Ante este panorama la parte idílica de la toma de protesta de AMLO choca con una realidad nacional e internacional: hay varios Méxicos y los de occidente y el norte son Méxicos que se han desarrollado mientras los varios Méxicos del sureste se han mantenido en un subdesarrollo dentro del subdesarrollo.

En este mapa conceptual convergen elementos culturales -no confundir con el folclor- que nos confrontan a unos con otros, incluyendo a pueblos nativos contra pueblos nativos, amén de miembros de la jerárquía financiera contra el resto del país.

Me explico, a nivel de la base pirámidal de la sociedad donde convivimos más de 100 millones de mexicanos incluyendo a más de 50 millones de pobres, existen confrontaciones socioculturales.

Luego, esta base piramidal recibe del 1% de mexicanos que son poseedores de más del 27 % de la riqueza nacional, explotación y desprecio reflejados en un sistema político-económico injusto y salario mínimo vergonzoso...

Añadamos la estructura de un Estado que luego de la Revolución de 1910 integró una economía capitalista tardía y mixta que -sin democracia- funcionó durante los años 40s, 50s y 60s, apoyada por la coyuntura de la 2da guerra mundial, entre otros factores.

Hay elementos que apoyaron al estatismo exitoso con los cuales ya no contamos hoy.

Ayer se expidió acta de nacimiento al Pejismo, la corriente política que fue capaz de crear un partido político exitoso apenas en siete años y obtuvo un triunfo sin parangón el pasado 1ro de julio con 30 millones de sufragios.

Nadie puede dudar sobre lo que se propone AMLO con su 4ta Transformación que debemos asumir como nuestra, así en plural, o no funcionará.

Una de las grandes interrogantes es el ¿Cómo hacerlo?

Un punto es pasar de la tercera persona del singular a la primera persona del plural: Él somos Nosotros, o no hay modo de existir.

Pero se requiere mucho más. 

Un ejemplo: la corrupción no es un tema coyuntural sino estructural, cultural, histórico.

La corrupción lo abarca todo y la impunidad es uno de sus elementos no sólo en el ámbito político e institucional sino en la vida cotidiana de la mayor parte de México.
El domingo estará AMLO en Xalapa, Veracruz.

De su discurso y mensajes de toda índole conoceremos detalles de sus planes para una entidad que pasó de ser granero y yunque de la nación (Agustín Acosta Lagunes dixit) a constituir uno de los cementerios clandestinos y públicos más atroces del México contemporáneo.
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Disfrutemos el domingo como disfrutamos el sábado primero de diciembre del 2018.

Trabajemos, hagamos equipo, luchemos porque el Pejismo no sea sólo espejismo...



(1) Diario El Economista, 14 de junio del 2017. Fuente Notimex.

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