Rúbrica
Deseos de venganza
Por Aurelio Contreras Moreno
La noche parece haber caído para el fallido
yunismo panista en Veracruz, a menos de un mes de que entregue el poder oficialmente
a su contraparte del Movimiento de Regeneración Nacional.
Y decimos oficialmente, porque políticamente
el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares no solo ya terminó, sino que todo
indica que sufrirá la misma suerte que el todavía gobernador se encargó de
hacerle correr a sus antecesores Javier Duarte y Flavino Ríos.
Un día después de que rindieron protesta en
Veracruz los nuevos diputados locales, tanto en el Congreso local como en el
federal se activaron procesos judiciales para darle la estocada final al
yunismo panista, que se resiste a soltar las amarras del gobierno aun cuando la
situación política ya le es completamente adversa.
En el Congreso del Estado, una asociación
civil presentó una solicitud de juicio político en contra del fiscal general
Jorge Winckler Ortiz, por su presunta responsabilidad en la violación de
derechos humanos de víctimas en Veracruz y por la falta de autonomía del propio
titular de ese organismo.
Prácticamente al mismo tiempo, un conocido
abogado porteño, Jorge Reyes Peralta, denunciaba ante la Fiscalía General del
Estado a Winckler, al fiscal anticorrupción Marcos Even Torres Zamudio, al
fiscal para desaparecidos Luis Eduardo Coronel Gamboa y hasta al gobernador
Miguel Ángel Yunes Linares por los delitos de tortura, asociación delictuosa,
abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal, falsas denuncias y
simulación de pruebas en contra de la administración de justicia.
Mientras tanto, en la Cámara de Diputados, la
legisladora federal plurinominal de Morena, Dorheny García Cayetano, presentó
un punto de acuerdo para que la Procuraduría General de la República (PGR)
informe sobre el estado de la investigación a Yunes Linares por enriquecimiento
ilícito y lavado de dinero que se le sigue desde 2016.
Difícilmente se podría creer que no se trata
de una acción concertada esta lluvia de denuncias y acciones jurídico-políticas
cuya intención es, en primera instancia, hostigar y arrinconar a la agonizante
administración yunista, de la misma manera que éstos lo hicieron hace dos años
con el anterior gobierno. Se trataría, pues, de una revancha.
Y no es que no existan razones para proceder
en contra de los yunistas. Los excesos y pifias del fiscal Winckler y sus
subordinados están plenamente documentados. La ilegal imposición Marcos Even Torres
como fiscal anticorrupción fue uno de los más vergonzosos episodios de la
historia del Poder Legislativo estatal. Las burlas a los familiares de
desaparecidos y la obstrucción deliberada de su derecho a acceder a la justicia
merecen un castigo ejemplar.
Asimismo, la manera tramposa como se
pretendió engañar a los veracruzanos con el montaje de que se hacía “justicia”
persiguiendo a los duartistas depredadores del erario, mientras que con otros
de la misma pandilla se transaba su impunidad a cambio de información y
“donaciones” de bienes muebles e inmuebles –como la casa que hasta hace poco
habitó el propio Jorge Winckler en el más lujoso fraccionamiento de la capital
veracruzana- merece, además de una investigación a fondo, que ésta derive en que
se finquen responsabilidades a quien le correspondan.
Sin embargo, algo no suena bien. Uno de los
denunciantes es un abogado de gran cercanía con el ex gobernador Fidel Herrera
Beltrán, el enemigo número uno de Miguel Ángel Yunes Linares, y funge como defensor
de varios de los ex funcionarios duartistas presos por el gobierno estatal.
Otro, es hermano de un empresario al que se le deben fuertes sumas de dinero
desde el sexenio de Javier Duarte, deudas que el yunismo se negó a reconocer y absorber.
Y la investigación sobre enriquecimiento ilícito y lavado de dinero que la
diputada de Morena –cercanísima al gobernador electo Cuitláhuac García- pidió
desempolvar deriva de una denuncia presentada ni más ni menos que por…Javier
Duarte.
Parece que la clase política que brinca de un
régimen a otro solo busca satisfacer sus deseos de venganza. Cuando lo que
Veracruz demanda desesperadamente es que se haga justicia. Pero ésta, por lo
visto, puede seguir esperando.
Twitter: @yeyocontreras