CLAROSCUROS
¿Cómo ayudar a un
Veracruz roto?
José Luis Ortega Vidal
Veracruz está roto y
lo más grave es que no lo reconocemos.
La muerte violenta se
nos ha convertido en algo tan común que nos ocupamos más del proceso electoral
del 2016, de la lucha entre partidos y grupos de poder para la sucesión del
2018, que de la muerte –día con día- de hombres, mujeres, niños desde el Pánuco
hasta el Tonalá.
Es como un cáncer del
que decidimos ignorar su existencia y elegimos vivir alejados de la noticia
como si el evitar saber del cáncer nos salvase de su salvaje y funesta
presencia.
La clase política -en pleno- sólo se la pasa acusándose
mutuamente del cáncer de narco, muertes, secuestros, asaltos, robos, entierros
clandestinos, desapariciones forzadas, torturas, amenazas, ejecuciones que
bañan de sangre las calles de Veracruz, Poza Rica, Pánuco, Córdoba, Cuitláhuac,
Coatepec, Xalapa, Acayucan, Minatitlán, Coatzacoalcos, San Andrés, la sierra de
Tezonapa, la Huasteca, Las Choapas, Agua Dulce…
El diario Reforma
publicó un reportaje sobre este tema, en su edición del viernes 25 de
septiembre; ahí se lee:
“Una vez más la violencia ocasionada por el narco
castiga a los veracruzanos.
En lo que va del año se han registrado
más de 90 ejecuciones presuntamente vinculadas con la delincuencia organizada
en 30 municipios de la entidad gobernada por el priista Javier Duarte, según
cifras del Ejecutómetro de Grupo Reforma.
Además, las cifras del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportan en el mismo Estado
350 víctimas de homicidio doloso de enero a agosto de este año, lo que
representa más de 40 cada mes.”
Azota a Veracruz la narco violencia
http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=651349&md5=af68e7650b33042d890a7cd28eb454ab&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe
El jueves 24 de
septiembre, Coatzacoalcos –llamada la Capital del Sur, por sus inversiones en
petroquímica: más de 4.5 mil millones de dólares del 2010 al 2015- vivió una
jornada de terror.
Alberto Arévalo Pérez, de
26 años, fue identificado como la víctima fatal de los hechos suscitados en
Coatzacoalcos el jueves 24 de septiembre.
Aquel día, antes de la
muerte de Alberto Arévalo, helicópteros de seguridad sobrevolaron la ciudad y
generaron expectación en una población que ha sido testigo de 12 asaltos
bancarios en el sur de Veracruz sólo durante el último mes.
En la antigua población de
Puerto México, en particular, han ocurrido 34 muertes dolosas nada más en lo
que va del 2015.
Al mediodía del jueves
terrorífico coatzacoalquense elementos del Mando Unico, SEDENA y Navales, se
movilizaron tras ser alertados de una balacera sobre la avenida Transístmica,
en las inmediaciones del CBTIS 85.
La violenta jornada
comenzó a las 12:30 horas luego que sujetos armados con fusiles de alto poder
dieron acribillaron a Arévalo Pérez, vecino de la colonia “Francisco Villa” en
la ciudad y puerto sureño.
La víctima se
encontraba en un taller mecánico, ubicado a 10 metros de la policía naval.
Una patrulla de navales que
iba saliendo de sus instalaciones se percató de los hechos, inició una
persecución y balacera a lo largo de la avenida, que culminó en el cruce de las
calles Independencia y Flores Magón.
Los sicarios viajaban en una
camioneta Dodge Journey, placas YKA-2940, que colisionó con otra unidad, por lo
que los criminales continuaron a pie.
En ese momento se logró la
captura de uno de los delincuentes, mientras que otros dos más pudieron
escabullirse en las instalaciones de la Clínica 36 del IMSS, repleta de
pacientes hospitalizados y en consulta, además de sus familias: adultos
mayores, mujeres, niños, hombres de distintas edades.
Fueron cerradas las puertas del
nosocomio; se hallaron un chaleco táctico y municiones abandonadas en los
alrededores.
Cerca de dos horas después se
logró la captura de los otros dos delincuentes, quienes se encontraban dentro
de las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social.
En el interior
de la camioneta Dodge Journey, con placas YKA-2940, se hallaron varios
cartuchos útiles, así como dos fusiles AK-75 de fabricación rusa.
Trascendió que la unidad donde
viajaban los sicarios es propiedad de uno de los dueños del Hotel Margon, -de
histórica presencia en el centro de Coatzacoalcos- y habría sido robada poco
antes de los hechos violentos.
Fue una jornada de terror: los
alumnos del CBTIS 85 fueron enviados a sus casas y las clases suspendidas;
pacientes y familiares que no requería atención de urgencia desalojaron la
clínica 36 del IMSS.
El mismo jueves 24 de
septiembre, en el municipio de Texistepec –al que pertenece la población de San
Lorenzo Tenochtitlan, sede de una antigua ciudad Olmeca, considerada una de las
más importantes poblaciones de la cultura madre de Mesoamérica- se ubicó una
fosa clandestina.
El rumor corrió de
inmediato: se pensó en Aristeo Hernández Facundo, líder de izquierda, profesor
del CBTIS 48 en Acayucan y ex alcalde de Jáltipan de Morelos, secuestrado desde
los primeros días de agosto del 2015.
El viernes 25 se
confirmó la mala noticia: el cuerpo hallado en la fosa clandestina de
Texistepec correspondería al del profesor Aristeo, aunque su familia exigía
pruebas científicas para aceptar formalmente la identificación.
Desde el lunes 21 de
septiembre circulaban en redes sociales comentarios, avisos, sobre el
cumpleaños de José Yunes Zorrilla.
Como en el caso de
Héctor Yunes o de Miguel Ángel Yunes, o de Alberto Silva o de Erick Lagos o de
Gerardo Buganza, hay periodistas, políticos, empresarios desesperados,
nerviosos, excitados porque el político de su preferencia llegue al poder.
La llegada de un
amigo, de un aliado a la gubernatura, significa el acceso a poder, dinero,
negocios.
Finalmente, el viernes
25 Yunes Zorrilla cumplió años y llovieron las felicitaciones y se repartieron
fotografías sobre los festejos que –a decir de sus adláteres- fueron sencillos.
El viernes 25 también
trascendió que diputados locales veracruzanos presentaron una denuncia por
enriquecimiento ilícito en contra de Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de
Boca del Río.
El denunciado es hijo
del diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares, el hombre al que Javier Duarte
de Ochoa llamó perro chihuahueño el lunes 21 y que desde su aspiración a
gobernar Veracruz lanza un día sí y otro también acusaciones, señalamientos,
denuncias y promesas de acabar con el grupo político de su ex amigo y ahora
enemigo político y personal Fidel Herrera Beltrán.
En fin, la clase
política a lo suyo: la pugna por el poder por el poder mismo.
Los periodistas a
escribir hora tras hora la crónica de lo que hacen, dicen, dejan de hacer y
dejan de decir los señores del poder.
Nadie se salva, nadie
está seguro: en Las Choapas, durante las últimas semanas han sido asesinados,
ejecutados, dos niños; en la zona Córdoba-Orizaba, en el transcurso de la
semana y en un lapso de 24 horas, se registraron 11 ejecuciones, incluyendo a
varias mujeres y a un menor de edad; en Pueblo Viejo, en la huasteca
veracruzana, hallaron los cadáveres de un empresario tamaulipeco y su hijo:
padre y hermano del cineasta mexicano Alejandro
Gómez Monteverde.
En territorio de Tabasco hallan
cuerpos de vecinos de Las Choapas, Veracruz; en el municipio de Pánuco, al
norte veracruzano, encuentran cadáveres de gente nativa de Tamaulipas.
En la parte que corresponde a Oaxaca
dentro de la Sierra de Tezonapa ejecutaron –meses atrás- a un periodista nativo
de Tierra Blanca, Veracruz.
La cuenca del río Papaloapan nace en
Oaxaca y termina en Veracruz pero los pueblos de toda ella están repletos de
cadáveres.
Esto es apenas un
asomo, un pequeño recuento de datos: Veracruz luce roto y sus alrededores
también.
Todo se vincula:
La indiferencia e incapacidad
de la clase política para enfrentar esta tragedia…
La complicidad, el
silencio o el desinterés de sectores de influencia como el periodismo, víctima
también de la violencia general que viene del Estado o del crimen organizado,
pero víctima, a su vez, de sí mismo…
El desdén del sector
financiero para invertir en una región del país que abona la mayor parte de la
materia prima del sector energético pero no cuenta con empresas añadan valor a
nuestros productos y generen empleo, derramen recursos monetarios e impulsen el
desarrollo económico que debe ligar a un desarrollo social…
El pasmo, egoísmo,
codicia de un sector empresarial que sólo sabe pedir, pedir, pedir, reclamar,
reclamar, reclamar, corromper, corromper, corromper; pero no reparte ni comparte
riqueza, no invierte con inteligencia y creatividad y generosidad...
El pecado suicida de una
sociedad que aprende, día con día, a olvidar, sin darse cuenta que se olvida a
sí misma…