CRONICAS, RELATOS Y LEYENDAS DE ATOYAC, VER.
27 de enero de 2023*. El reparto agrario, una conquista de la revolución mexicana y que tiene su antecedente en el articulo 6to. del Plan de Ayala con el cual Emiliano Zapata, el caudillo de sur se rebelo cobtra el presidente Madero y que quedaria plasmado en la Constitución, dió a la región de Atoyac y Potrero la llegada de colonos de diversos estados y municipios de Veracruz. Entre esa gran diversidad de colonos algunos lograron perpetuarse y ser recordados por las nuevas generaciones. Entre esos personajes se encuentra el joven Bárbaro Salomón Aguilar quien gracias a ese reparto agrario logró tener un pedazo de tierra para cultivar como Colono del Ejido Cruz Verde. Quizás ese nombre no le traiga recuerdos a nadie, quizás pocos recuerden a nuestro personaje con su camisa y calzon de manta perfectamente almidonados, al lado su vaina con un filoso machete, y un cinturón con una gran letra "A" en la hebilla de acero inoxidable finamente lustrada en honor a su apellido, calzado con esos huaraches de correas y su singular sombrero, la mayoría de veces acompañado por "Nacha" su esposa, y algunas veces con su burrito que recorría las calles de Potrero con su alegría desbordada hasta por los poros, feliz y dicharachero fue en su andar por esta región. Campesino por obligación, carpintero por convicción y músico por afición, estás dos últimas aficiones lo llevaban a construir sus propios instrumentos musicales, de sus manos salieron jaranas, guitarras y hasta arpas que tocaba con singular maestría, no faltaba el amigo que al jugar la famosa polaca al salir la carta número 53 se emocionará y gritará "el arpa de Salomón" No era raro verlo en algún bar con algunos alipuses haciendo duo con Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solis, el Charro Avitia, Cuco Sánchez y otros grandes cantantes, ahí junto a la rocola del lugar. El otrora caudaloso rio Atoyac a su paso por nuestra región hace muchos embalses que con un poco de curia, los habitantes han creado hermosas posas dónde los fines de semana las familias iban de excursión a refrescarse y divertirse sanamente. La historia se encarga muchas veces de dar su lugar a cada cual y a cada quien. Y así fue como surgio la combinación perfecta entre el rio Atoyac y Bárbaro Salomón Aguilar. El joven Bárbaro Salomón Aguilar construyó en una parte de su terreno una casita, que durante mucho tiempo fue el único indicio de vida humana por los rumbos entre Potrero y Atoyac, y más adelante, en un remanso, el rio Atoyac hizo un bonito embalse, una posa de algo más de 30 metros de largo por unos 10 o 12 metros de ancho y lo mejor, rodeada de varios manantiales de agua fresca y cristalina a dónde la gente de Potrero iba a llenar sus latas y cubetas para tener agua potable en casa.
Cuando la gente preguntaba a dónde iban a acarrear esa agua, la contestación era la misma, allá en la posa que está por la casa de Salomón y se hizo costumbre dar por referencia el nombre abreviado de Bárbaro, Salomón, que era más común.
En ese lugar hubo una pequeña mina de arena, que al agotarse, los miembros del club cinegetico Jaguar lo utilizaron como campo de tiro y era frecuente que celebrarán concursos de tiro.
También, después de 1978, lo Scouts de Potrero la utilizaron para realizar excursiones y campamentos, también fueron recibidos en ese lugar Scouts de Córdoba, Orizaba, Fortín, Ciudad Mendoza y otras partes del Estado.
Cuando es construida la escuela Secundaria Técnica 44, era común ver a los alumnos que se "salaban de clases" nadar en ese bello lugar.
Hoy en día, una de la posas que se sigue utilizando para ir a disfrutar los fines de semana es la Posa de Salomón una posa dónde el agua es más o menos limpia, porque el rio Atoyac recibe agua limpia y cristalina del arroyo Santa Elena que nace en el Nacimiento del Albion y de otros muchos pequeños manantiales del pie de la montaña que lo hacen todavía aún un lugar de sano esparcimiento.
Hace algún tiempo que Salomón dejo este mundo terrenal, pero la historia que nunca se equivoca, nos ha dejado a perpetuidad su nombre.
LA POSA DE SALOMÓN
Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales