martes, 19 de noviembre de 2024

Rubén Jaramillo Menes "El pueblo debe mandar, no sólo obedecer..."

#Caña Amarga *Un problema con el gerente del ingenio Zacatepec, detona en una nuevo levantamiento *Fue asesinado junto a su esposa embarazada, Epifania Zúñiga, junto con dos hijos de ella y un sobrino, por órdenes de Adolfo López Mateos. Rubén Jaramillo fue miembro del Ejército Libertador del Sur, bajo las órdenes del General Emiliano Zapata. Tenía 14 años cuando se sumó a la Revolución. Deja las armas en 1918, luego del asesinato de Zapata, pero ordena a sus hombres  "sembrar las armas" y estar listos por si se vuelven a necesitar". 20 años después, el 5 de febrero de 1938, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, inaugura las instalaciones del ingenio Emiliano Zapata, que ordenó construir en la ex Hacienda Zacatepec con fines sociales, para mejorar las condiciones económicas de los ejidatarios. La producción azucarera en Zacatepec había existido desde el siglo pasado, pero Cárdenas lo manda a hacer más productivo. Rubén es Presidente del Consejo de Administración, tiene mucho poder de organización  entre los campesinos y obreros, por lo que un año después de inaugurada esta empresa, 1939, enfrenta a los caciques y acaparadores de la región, que planean asesinarlo.⁰ Rubén tiene el apoyo del Presidente Cárdenas, pero en Morelos mandan los caciques que ven con recelo la unidad de  obreros   y   campesinos   que es auspiciada   por   las   autoridades  gubernamentales.  Se  crea  la  Unión  de  Productores  de  Caña  de  la  República  Mexicana,  que  pugna  por  el  aumento  del  precio  de  la  caña  y  por  mejoras salariales para los obreros. Rubén exige mejores precios a la caña y sueldos justos a los obreros azucareros. El gerente acepta el pliego petitorio, en asamblea celebrada el primer domingo de febrero de 1939. Pero luego cita a Rubén a su oficina y le ofrece grandes sumas de dinero y propiedades que el incorruptible Jaramillo rechaza. Para  inicio  de  1940  quitan  a  Rubén  Jaramillo  del  cargo  de  presidente   del   Consejo   de   Administración y dejan todo el poder administrativo al gerente enviado por el gobierno,  Severino Carrera Peña. Al terminar el periodo de Lázaro Cárdenas, se esfumaron los  sueños socialistas de justicia social para el campo y la fábrica, que en Zacatepec los proyectos antes sociales,  se  convirtieron  nuevamente  en instrumentos   de   explotación   y   opresión Jaramillo le diría a Cárdenas "sepa  usted,  señor   Presidente, que   la   escuela   que   usted   ha   enseñado  al  pueblo  nadie  se  la  podrá  quitar». En 1942 a la autodefensa, durante la huelga de ese año,  luego de los sucesos de la huelga de 1942. En papel, se había logrado aumento en el precio  de  la  caña  y  en los  salarios  de  los  trabajadores, pero esto no llegaba. Sin embargo, los convence de estar aliados, que si los obreros iban a la  huelga, los  campesinos  tenían  que  respaldarlos. Se  convoca  a  huelga  en  el  ingenio  de  Zacatepec  el  9  de abril de 1942. A pesar de las amenazas recibidas, a las once de la mañana sonó el silbato y los obreros salieron  de  la  fábrica,  mientras  que  los  campesinos  dejaron de cortar y acarrear la caña. Es  en aquel momento   cuando   se   sugiere   que  se  haga  desaparecer  a  Jaramillo,  líder  de  los  huelguistas.  Carrera  Peña,  el  gerente  del  ingenio,  le  propone al gobernador del estado asesinar a Rubén.Le ofrecen a Jaramillo tierras en el Valle de San Quintín, en Baja California, pero su grupo y él rechazan la oferta al ahora Presidente Ávila Camacho.Finalmente se ganan las demandas, pero Jaramillo se había vuelto una piedra en el zapato  para los gobiernos tecnócratas, que de de revolucionarios sólo lo tenían en sus discursos. Sobrevive con dificultades a los gobiernos de Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortínez, hasta llegar Adolfo López Mateos, quien le propuso deponer las armas, darle amnistía para él y su gente.  Logró tener la confianza del líder agrario y luego lo traicionó. El 5 de febrero de 1962, ante la negativa de las autoridades agrarias de atender sus peticiones de dotación de tierras, junto con grupos de campesinos organizados como el Centro de población “Otilio Montaño”, encabezados por Jaramillo, se apoderaron de los terrenos de “El Guarín”, que presuntamente eran objetivo de inversiones de Miguel Alemán Valdés, ex presidente de México. Jaramillo intentó entrevistarse con el presidente López Mateos para que esas tierras fueran adjudicadas a los campesinos que las demandaban. Adolfo no lo recibió y se dejó crecer el rumor de que Jaramillo retomaría las armas, pues era conocida su lucha legal por la Reforma Agraria, ya que criticaba que el reparto prometido sólo era una bandera política y no un verdadero compromiso de los gobiernos. En junio de 1962, el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy y a su esposa Jacqueline Bouvier, estarían en México. Rubén pensaba llegar a pedirle unso créditos agrícolas que EU estaba dispersando en Latinoamérica. Adolfo López, no quería que Jaramillo "manchara" su hospitalidad. El  23  de  mayo  de  1962,  Rubén fue privado de la libertad en su  domicilio  en  Mina  14, de Tlaquiltenango, Morelos,  por unos sesenta   elementos,   entre   miembros   del   ejército   federal,  policías  Judiciales  y  el  matón  conocido  como El Pintor, sin respetar el Amparo que llevaba Jaramillo consigo y que les mostrara. El   presidente   municipal   de   Tlaquiltenango,   Inocente  Torres,  argumentó que no podía hacer nada, que todo estaba en orden. En las unidades del ejército subieron a Rubén  y  su  esposa  Epifania,  así  como  también  a  Ricardo,  Filemón  y  Enrique  —de  veinte,  dieciocho  y  dieciséis  años,  respectivamente—,  todos  ellos  hijos de Epifania Zúñiga, la cual se encontraba embarazada del primer hijo que le iba a dar a Rubén. Los  cadáveres  de  Rubén,  Epifania,  Ricardo,  Filemón   y   Enrique   fueron   encontrados   cerca   de   las  ruinas  de  Xochicalco.  La prensa oficialista se dedicó a desvirtuar los hechos, acusando a Rubén y Epifania de asalta turistas, invasores de predios, que ya habría paz en la zona con su muerte. Todos se lavaron las manos, la Procuraduría  General  de  la  República,  como  la  Procuraduría  del Estado,  la  Secretaría  de  la  Defensa  Nacional, soltando versiones de que la masacre se  debió  a  conflictos  interfamiliares  que  tenían  los  Jaramillo con otras personas.  El  ex  presidente  Lázaro  Cárdenas, ya sin ningún poder de mando,  prometió  "que  se  haría  justicia, ya  que  el  brutal  asesinato  del  líder  Rubén  Jaramillo,  su  esposa,  sus  dos  hijastros  y  su  sobrino  en  Xochicalco,  era  una  mancha  sangrienta  que  empañaba  la  obra  del  presidente  López  Mateos  y  no  podrá  ser  limpiada  hasta  que  se  haga  justicia  y   se   castigue   ejemplarmente   a   los   autores   del   incalificable crimen que ha conmovido al país". Ahí quedó solo su promesa. Todos sus sucesores eran anti cardenistas, antisocialistas. En la llamada "Operación Xochicalco", además del Capitán  José  Martínez  y  el matón Heriberto Espinosa, se acusaba a autores intelectuales, al antiguo gerente del ingenio, Eugenio Prado, al   secretario    particular    del    presidente,    Humberto    Romero,    al    jefe    del    Estado    Mayor    Presidencial,  general  Gómez  Huerta,  al  ministro  de  la  Defensa  General,  Agustín  Olachea,  e  incluso  al  norteamericano  William  Jenkins. Conformaban  una  lista  de  connotados  muy  intocables  como  para  ser  sacrificados por un líder campesino. El 25 de mayo  a  las  seis  de  la  tarde, a  pesar  de  las  acciones  de  intimidación  ejercidas  por  las  diferentes  fuerzas  del orden, incluido el Ejército, cerca de cinco mil  campesinos  acudieron  a  despedir  a  su  líder. Renato Leduc, escritor y poeta, escribió este epigrama a los seguidores de Rubén, luego de la fotografía de López Mateos con Rubpen que fue publicada antes de su traición:  “Cuídate, Jacinto López.  Escóndete, Arturo Orona.  No vaya el compadre López  cara de buena persona después de un gran abrazote a darles caja y corona”. La poetisa guanajuatense, Margarita Paz, escribió el poema MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JARAMILLO Ay, Rubén Jaramillo, padre de las espigas prometidas al hombre, no ha de lavar el llanto tu sangre sin reposoni han de tañer campanas por tu muerte imposible; porque hay palomas rojas y sedientas bebiendo a sorbos ácidos el manantial del pecho que abrió el sórdido crimen sobre la tierra seca! ¿Qué cobarde consigna segó tu voz de trigo? Qué lebrel homicida cayó sobre tus hombros portadores de harina cotidiana? Y quién sembró de hierroel surco alimentado por el sudor de varoniles frentes? ¡Ay, Epifania Zúñiga, heroína, alta mujer de vientre mutilado, un niño que soñaba con la gracia del mundo, golpe de gracia tuvo antes del alba! El crimen es un río desbordado sobre el valle que un día fue transparente y que hoy lloramos turbio, envilecido por borrascas de fango y de ceniza. Pueblo de mieses pisoteadas, contigo estamos hombres y mujeres de esta patria de sombra y grito amordazado. Mira tu tierra, Jaramillo, tierra abonada con traición y engaño.Lenguas de lobos ciegos contaminan la savia, y los tallos se pudren en las manos del hombre. Deja que crezca la semilla de odio y el fruto de venganza; deja que llegue la alborada justiciera y sangrienta. ¡Arráncate los ojos, Emiliano Zapata! No mires a tu hermano asesinado a mitad de su grito; no mires a tus hijos exhaustos de esperanza,porque el pecho labriego en su sangre se ahoga derramada sobre el techo inocente de su casa. Levantad la cabeza, labradores, traed los azadones, despertad a los héroes y que su ira limpie la inmundicia  que nos cubre de oprobio y de vergüenza! iQue los buitres se coman a sus buitres! No queremos descanso para ti, Jaramillo. Una losa aprisiona tus hombros y tu pecho; pero la voz terrible que clama y se rebela desde el sangriento río que alimenta a tus muertos, nos enciende de rabia la conciencia, y seguimos tu sombra iluminadacon la verdad que azota las espaldas de Judas y Caînes. Un día volverá a brillar la aurora; un día los niños soltarán de nuevo sus risas en el viento; un día los hombres de la tierra,Cuando el arado sea un laúd que cante, cosecharán espigas dulces y alborozadas; un día, Jaramillo, resonará tu nombre de cumbre a cumbre, por el fértil Valle; un dia sin odio, sin temor, sin asco, se abrirá el horizonte al recobrado sueño de la patria. Poetisa Margarita Paz ParedesMéxico, 1962. Créditos: Libro Memoria  Roja;  historia  de  la  guerrilla en México, 1943-1968.72. Manjarrez, Op. Cit., pág. 164.Wikipediamemoricamexico.gob.mx/ Fritz Glockner https://lanigua.com.mx/ruben-jaramillo-menes-el-pueblo-debe-mandar-no-solo-obedecer/

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