Las alarmantes estadísticas de la violencia en México, atribuida en su mayoría a los narcotraficantes -80% de los crímenes tiene origen en los carteles, según la fundación Semáforo Delictivo-, y las muertes por sobredosis de miles de jóvenes en Estados Unidos, no parecen desanimar a los compositores de narcocorridos que exaltan el tráfico de drogas y asesinatos de los narcos.
El cantante Peso Pluma en Jimmy Fallon
Peso Pluma es el nombre artístico de Hassan Emilio Kabande Laija, un desgarbado joven rebelde de 23 años que se ha convertido en un fenómeno internacional en menos de tres años. Con una voz nasal, brincos cortos de cumbia mexicana y rimas simples, Kabande también le canta a la seducción y al despecho. (Cuando por las noches recordaba todo/ El olor de aquel perfume, sobre todo).
“Creo que [el problema] tiene que ver también con una cercanía de que como sociedad cada vez estamos más cercanos al narcotráfico y la cercanía se refleja, por ejemplo, en esto, en los narcocorridos, en las series de televisión”, explicó Gómez.
'¿Van a querer más?'
En la introducción del video del narcocorrido se advierte que es una obra de ficción y que los incidentes son producto de la imaginación del autor. Después que el personaje del narcocorrido se jacta del derribo del avión, la advertencia agrega: “Ningún animal fue herido en la realización de este video”.
Matar al mensajero
Esas relaciones peligrosas de artistas y narcos han dejado un saldo sangriento del que poco se habla o se canta. Desde 2006 al 2023 han sido asesinados 105 músicos gruperos en México, según cifras citadas por medios mexicanos y por el autor del libro 'Que me entierren con narcocorridos', Edmundo Pérez.
El beso robado
Su hijo Fernando Rodríguez Mondragón recuerda que el espectáculo de Juan Gabriel fue un regalo de cumpleaños de José Santacruz Londoño, otro de los cabecillas de la organización. Santacruz le pagó al artista 130,000 dólares por el espectáculo privado más los gastos de desplazamiento desde Estados Unidos, señaló Fernando.
“Estuve allí y vi cómo se había organizado en una finca cercana, una muy hermosa casa, una selecta concurrencia de unas 100, 200 personas influyentes”, recordó.
Juan Gabriel, quien murió en 2016, nunca desmintió la versión del fiasco en Cali, publicada por Fernando en su libro 'El Hijo del Ajedrecista'.