domingo, 1 de septiembre de 2024

Corredor Interoceánico: dominio de las corporaciones.

Parte II/II “Ser enemigo de EUA es peligroso, pero ser amigo es fatal” (Kissinger). Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de quien las emite y no representan a este medio Jorge Salazar García. 1/09/2024 Reanudando la crónica sobre el plan de Estados Unidos (EUA) de controlar el Istmo de Tehuantepec, se retoma la narración del segundo momento (La rebelión Delahuertista) iniciada en el artículo anterior*. Este conflicto fue una de las consecuencias del Tratado de Bucareli firmado en 1923. Su propósito, derivado del Tratado McLane Ocampo (1859), era supeditar a México a los intereses estadounidenses comprometiendo nuestro desarrollo económico y político interno durante 100 años. Incluía privilegios especiales para las compañías trasnacionales en la explotación petrolera y en “derechos relacionados con el subsuelo y tierras” hasta 2023. Esos “derechos”, fueron anclados en posteriores tratados, como el TLC; hoy llamado T-MEC, el cual corresponderá revisar a Claudia en 2026, junto con Canadá y EUA. Probablemente, la fuerte embestida actual de EUA vs México, tenga mucho que ver con esa revisión. El Tratado de Bucareli Isidro Fabela, especialista en derecho internacional, opinó que este Tratado imponía a México obligaciones “claramente contrarias al Derecho”, pues anulaba nuestra independencia económica impidiéndonos hacer maquinaria para la industria nacional y negándonos acceso a ciencia y tecnología. Este ignominioso tratado fue pretexto para la renuncia del Secretario de Hacienda de Obregón, Adolfo de la Huerta. Su carta de renuncia, mantenida en secreto convenido con Obregón, al ser publicada por Martín Luis Guzmán, motivó el rompimiento entre ellos. En venganza, Obregón responsabilizó a su exsecretario de la bancarrota nacional. Aquel respondió rebelándose militarmente. Eso  obligó a Obregón a pedir armas; y apoyo para su candidato, Plutarco Elías Calles, a EUA. A cambio, fueron entregadas las cabezas de quienes se oponían a las ambiciones yanquis. En 1923 asesinaron a Fco. Villa; al año siguiente (1924), fueron reprimidos trabajadores izquierdistas, teniendo su clímax en Xalapa, Veracruz: los huelguistas (mártires 28 de agosto) fueron masacrados con extrema vileza. También asesinaron a Felipe Carrillo Puerto y Salvador Alvarado, gobernadores socialistas de Yucatán odiados por los latifundistas estadunidenses. La ola represiva se extendió a los senadores opositores al Tratado. Don Adolfo, desde Veracruz, acusó a Obregón de violar las libertades públicas y los principios constitucionales de soberanía popular imponiendo candidato y rompiendo el equilibrio de poderes al cometer fraude electoral. Ya eliminados los obstáculos, se aprobó la Convención General de Reclamaciones en 1924, favoreciendo a los gringos. Esos conflictos, atizados por EUA, de algún modo motivaron a Robert Lansing, secretario de Estado, recomendar en 1924: "Debemos abandonar la idea de instalar a un ciudadano norteamericano en la presidencia de México; eso sólo nos llevaría, una vez más, a la guerra. La solución requiere más tiempo: debemos abrir las puertas de nuestras universidades a jóvenes mexicanos ambiciosos y (…) educarlos en el modo de vida americano, (…) con el tiempo, esos jóvenes (…) acabarán tomando posesión de la propia presidencia. Y sin que Estados Unidos tenga que gastar un solo centavo ni disparar un solo tiro, harán lo que queremos, y lo harán mejor y más radicalmente de lo que nosotros mismos hubiéramos podido hacerlo”. Esto, se cumplió fatídicamente en 1988 con Carlos Salinas de Gortari, adiestrado en EUA. Antes de continuar, es necesario aclarar porqué el Corredor Interoceánico es sumamente estratégico para EUA. Primero, porque su ubicación geográfica le dota de riquezas excepcionales como minerales (cobre, zinc, azufre, plata, oro, hierro y petróleo, etc.), posee una biodiversidad extraordinaria en flora y fauna; y, tiene enorme potencial de bajar costos y tiempo trasladando mercancías (1.4 millones de contenedores anuales) conectando los 324 kilómetros que separan los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz. Por estas razones sigue siendo apetitoso a los EUA, cuya economía de guerra los tiene cerca del colapso.
  1. C) El Tratado de Libre Comercio (TLC)
En este tercer momento, los yanquis, teniendo de aliado a Manuel Bartlett, hicieron realidad el vaticinio de Lansing. Mediante un fraude masivo impusieron, en 1988, a Carlos Salinas en la presidencia. Bartlett, esencial en la relación AMLO-EUA, fue cómplice de quién cumpliera con creces lo esperado por los gringos: el mismo Salinas promovió el TLC. Su firma determinó la insurrección zapatista en 1994, el magnicidio de Colosio, miles de asesinatos de opositores y sobre todo la supresión del espíritu nacionalista y soberano del artículo 27 y 3º Constitucional. Los bienes nacionales (playas, carreteras, aduanas, puertos, aeropuertos, bosques, ríos, lagos, minas, petróleo y tierras), convertidos en mercancías, fueron privatizados. Con la educación neoliberal, los tecnócratas nos despojaron del sentido de pertenencia, convirtiéndonos en ignorantes filocapitalistas. Hasta 2018 los neoliberales dispusieron, con absoluta impunidad, de vidas y haciendas ajenas, como si fuéramos un protectorado yanqui.
  1. D) Proyecto Alternativo de Nación.
Producto de los criminales abusos de los poderes económicos y políticos sobre el pueblo trabajador, la rabia brotaba por doquier en 2018. Los neoliberales locales y gringos decidieron bajarle presión a la olla reconociendo el triunfo de un opositor con dientes previamente limados. AMLO, como Juárez, Carranza, Obregón y Salinas, sabía que no podría gobernar en paz sin el reconocimiento-aceptación de EUA. Por ello se comprometió a respetar los tratados, las concesiones a trasnacionales, cumplir la Agenda 20-30 (Peña Nieto, 2015), y dejar el artículo 27 constitucional tal como lo reformó el PRIAN. Lo anterior significó violar sus promesas principales: acabar con la corrupción, separar el poder económico del político, desmilitarizar el país, procesar a expresidentes, traer justicia y verdad al pueblo de México. Aunque EUA sigue siendo la nación más favorecida, nadie puede negar que, sagazmente, el ejecutivo contuvo su voracidad incorporando los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 a su Proyecto Alternativo de Nación. Astutamente, puso bajo control del ejército lo ambicionado por el imperio: aeropuertos, aduanas, puerto, tren maya y ¡el corredor interoceánico! Lo cual explica el rescate de Cienfuegos y la descarada ofensiva de EUA en asuntos que tienen que ver con la soberanía interna:  reformas constitucionales y nombramiento del Secretario de Defensa. Hasta el momento, México y EUA no han logrado acuerdos, a pesar de que la secretaria de relaciones exteriores Alicia Bárcena y el secretario de la Marina, almirante José Rafael Ojeda, estuvieron en Washington “ofreciendo” el Canal Interoceánico del Istmo de Tehuantepec en junio. El presidente simula nacionalismo ante propios y extraños. Por lo pronto, este año decretó, a espaldas del pueblo maya, el desarrollo de dos polos industriales en Yucatán: Progreso 1 y Mérida 1. La ampliación del Tren Maya permitirá interconectarlos con los 10 polos existentes en el Corredor Interoceánico y el Puerto de Progreso. Actualmente se ofertan concesiones acuíferas y mineras, licencias de cambio de uso de suelo, permisos industriales en once sectores clave (autopartes, dispositivos médicos, farmacéutica, agroindustria, energías limpias, maquinaria, tecnologías de la información y comunicación, metales, petroquímica, semiconductores, electrónica). Se entregan con pilón: sin cobrar IVA ni Impuesto Sobre la Renta. El Istmo de Tehuantepec, sus riquezas y los pueblos que lo habitan serán víctimas de la voracidad capitalista. Tal vez, la orden de aprensión girada en contra de Víctor Flores, charro ferrocarrilero, la reforma judicial y la ridícula “pausación” (figura diplomática inexistente) en las relaciones con EUA, sean sólo fuegos artificiales para facilitar a Claudia negociar los megaproyectos, el Corredor Industrial del Istmo, las selvas tropicales y la soberanía de los pueblos indígenas asentados en la zona. Luces de resistencia Recién concluyó la 5a asamblea Nacional por el Agua la Vida y el Territorio, celebrada en “Casa Samir Flores Soberanes” de la Ciudad de México (18/09/ 2024). Alrededor de mil personas, procedentes de más de 20 Estados de la república y 10 naciones del mundo, contando con la asistencia de 200 delegados del Congreso Nacional Indígena (CNI) pertenecientes a 23 etnias, analizaron-evaluaron cómo el régimen actual retomó la agenda neoliberal de “reordenamiento territorial”, poniendo a México al servicio del capital trasnacional. Partiendo del mal augurio que significó el asesinato de Samir Flores, miembro del CNI, recién iniciado el sexenio amloísta, concluyeron que el tren maya, contaminante de ríos subterráneos y cenotes,  viene acompañado del crimen organizado, guerra y violencia; desplaza a comunidades, aumenta las desapariciones forzadas de mujeres y niños, principalmente. En su comunicado final, repudian los planes de reordenamiento y megaproyectos como el del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Exigen detener la especulación inmobiliaria, los monocultivos agroindustriales, la destrucción de las reservas de agua, de ríos subterráneos y cenotes en la península yucateca; y, parar la devastación de la selvas de Calakmul, Chimalapas y Sierra de Santa Martha. ¿Alguien escuchará? Reflexión final Derecha y neoliberales reciclados exhiben un nacionalismo huero y extremadamente populista, cuya única finalidad es conservar el Poder. Entregarlo a la cúpula militar capacitada por los yanquis en el exterminio de pueblos, no augura sino más traiciones, sangre, tragedia y dolor. Con todo y ello, la esperanza vive y resiste. https://lanigua.com.mx/corredor-interoceanico-dominio-de-las-corporaciones/?feed_id=150238&_unique_id=66d5310543051

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