CRONICAS, RELATOS Y LEYENDAS DE ATOYAC, VER. 10 de julio de 2023
UN DÍA COMO HOY
10 de julio de 1908.
El Ingenio El Potrero administrado por la Mexican National Sugar Refinig Company ha terminado su primera zafra iniciada el 8 de enero de ese mismo año, y tras un poco más de 160 días, logra moler las 100,000 mil toneladas de caña estimadas, logrando una producción de azúcar cercana a las 95 mil toneladas de azúcar refinada.
Mientras, al interior de la fábrica daba inicio la reparación y desmontaje de equipos para su mantenimiento en el campo se realizaban las labores propias para tener las cañas listas para la siguiente zafra, la 1908-1909.
Entre los campesinos se escuchaba decir: "ya dentro de poco entra la canícula, ojalá y venga con agua que tanta falta le hace a la caña".
Si, dice otro, y agrega "decía mi abuelo, que los primeros efectos de la canícula empiezan a sentirse el 15 de este mes, faltan 5 días".
Efectivamente, limpiándose el sudor de la frente,, dice un tercero, "pero la canícula entra hasta el 20", sigan trabajando, sigan trabajando, ahí viene el capataz y si nos ve platicando nos descuentan medio jornal.
Narraba el Sr. Martin Téllez Colina, conocido como “Bigotes”, que la forma de quitar las mazas de los pequeños molinos de 3 pies, se realizaba a “puro pulmón”, utilizando cuatro tirfor´s de carga, cables de acero y poleas triples, ocupando las columnas y la nave del techo para fijar las "pastecas" y otros dos tirfor's para jalar las mazas y colocarlas en los armones donde serían llevadas hasta el área de mantenimiento donde había un torno para maquinar dichas mazas y bases para que los soldadores pudieran “salpicarlas", ahí eran ya cargadas y movidas con “diferenciales” o polipastos con capacidad de 5 toneladas de carga.
Aquel viernes 10 de julio de 1908 cerca de mediodía, a todo galope se acerca un jinete, un caporal que esta al cuidado de los plantíos de caña del ingenio y se escucha aquel grito de alarma:
[caption id="attachment_220499" align="aligncenter" width="970"] Un voraz incendio del que se desconocen las causas, acabó con casi media producción del Ingenio El Potrero[/caption]! SE ESTÁ QUEMANDO UN CAÑAL¡, ¡SE ESTA QUEMANDO UN CAÑAL ¡
Pronto, una brigada de voluntarios se prepara para ir a combatir y detener aquel incendio, salen a caballo, otros en carretas, la mayoría corriendo a gran velocidad, las máquinas de vapor que abastecen caña al ingenio también se preparan para llevar agua en las pequeñas góndolas y acercarla lo más cerca posible. Tras una larga jornada, abriendo zanjas y guardarrayas, aquel pequeño ejército de obreros, campesinos, jornaleros, personal del ingenio, capataces, guardias blancas y algunos voluntarios del pueblo, logran impedir que el voraz incendio desbaste todo el campo.
Tras el recuento de los daños se verificó que el incendió había acabado casi la mitad del campo cañero. La Mexican National Sugar Refining Co. continuó con sus labores y aunque el panorama que se venía sería difícil continuaron con la reparación del ingenio e iniciaron una labor de comprar caña a las haciendas vecinas.
En la superficie quemada, pronto iniciaron los cortes de caña para preparar la nueva siembra, las yuntas de bueyes coronadas con aquel pesado yugo hacían el trabajo de barbechar la tierra, y pronto, aquellos sembradíos aptos, dieron la semilla que sería sembrada, reduciendo aún más, la capacidad de caña a moler.
La zafra 1908-1909 dio inicio a principios de diciembre con un estimado de aproximadamente 55,000 toneladas de caña a moler, casi la mitad de la zafra inaugural.
Las principales consecuencias del incendio fue una grave crisis y el no pago de algunas de las hipotecas pactadas aquel 11 de febrero de 1905 entre Alfredo B. Adams y su esposa y la MNSRC, la deuda alcanzo la cifra de $ 332, 506.00 a favor de las descendientes de Sr. Tomás Mazón.
A Pesar de contar con tecnología de punta en aquella época y sin tener competencia con la azúcar refinada y una eficiente tecnología para exportar su azúcar, el ingenio no logró recuperar su inversión.
En ese marco, el 7 de julio de 1909, y ante la posibilidad de perder su capital, las hermanas Isabel y Beatriz Acasuso y Mazón representadas por sus respetivos esposos, Antonio Pérez y Crisanto Serraldo, ceden, mediante escritura pública, sus créditos hipotecarios a favor del Sr. Albert H. Lawrence, notificando la autoridad al apoderado legal del Ingenio El Potrero de este acto.
[caption id="attachment_220498" align="aligncenter" width="720"] Ilustración del asesinato de Albert H. Lawrence a manos del francés Carlos Bailles, publicada en elPeriodico : The Spectator, Ozar, Arkansas.
Cortesía del Lic. en historia, Juan Carlos Granados.[/caption]
El 5 octubre de 1910, el Sr. Lawrence inició un juicio hipotecario en contra de la Mexican National Sugar Refining Company para reclamar el pago de los créditos hipotecarios y la liquidación de sus respectivos intereses y el 30 de septiembre de 1911 nacería la Unidad Industrial Hacienda “El Potrero”.
Referencia: Tapia Gamboa, Rubén; 1908 Uso del agua en el Ingenio El Potrero; Tesis para obtener el grado de Maestro en ciencias con especialidad en medio ambiente y desarrollo integrado; México, D. F. 2006., otros documentos encontrados en repositorio de la UNAM y entrevistas y charlas con trabajadores de la vieja guardia del Ingenio El Potrero.
Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales.
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